Revista Personae

EN EL MAR, PUEDE QUE LA VIDA YA NO SERÁ TAN SABROSA

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En el mar, puede que la vida ya no será tan sabrosa

 

En estos dos últimos meses, la naturaleza nos ha sorprendido con actividades a las que inisitimos en llamar “atípicas o inusuales”. Huracanes devastadores como John, Helene y Milton, parecen ser comunes y frecuentes. Entre el 21 y 24 de septiembre pasado, John merodeó las Costas de Guerrero, alcanzando categoría 3 el día 24, para luego debilitarse y disiparse, no sin antes dejar lluvias torrenciales que precipitaron 25 cm de agua en zonas de Guerrero y Oaxaca, que provocaron severas inundaciones en lugares como Acapulco, que continuaba lastimado aún por los efectos del Huracán Otis del año pasado. ¿Pensará la gente de Acapulco que la naturaleza se ha ensañado con ellos? O debemos aceptar que este tipo de fenómenos como Otis o como John, serán cada vez mas frecuentes y comunes. Hace varios meses, lo que no teníamos era agua, y en ese tiempo no pensabamos en la temporada de huracanes, y ahora que estamos en medio de la temporada, no pensamos en que la sequía regresará en unos años. Pero no somos los únicos afectados por estos fenómenos. El Huracán Helene, inició su formación como Tormenta Tropical, cerca de la costa pacífico entre Honduras y Nicaragua, de ahí se dirigió hacia el norte, rumbo a Cuba, cambiando a la mitad del camino su trayectoria con rumbo a la Punta este de Yucatán, cerca de Cancún, ya como un Huracán categoría 2. En este lugar se emitió alerta roja, que significa máximo riesgo, cancelando cruceros que llegarían a Cancún, vuelos aéreos e incluso la circulación del Tren Maya. También se abrieron albergues en Isla Mujeres y se evacuó a visitantes de la Isla de Holbox. Al alejarse Helene rumbo al norte y adentrándose en el Golfo de México, con aguas cálidas que son el combustible de estos monstruos, se intensificó hasta categoría 4. A su paso dejó severos daños e inundaciones en La Florida al ingresar a tierra se degradó a 1, pasando por el Estado de Georgia y de ahí como Tormenta Tropical afectando a Carolina del Sur, Carolina del Norte y Tenesí. En estos lugares, provocó inundaciones severas, pocas veces observadas. ¿Qué tan críticos fueron los daños? Para poner un ejemplo, existe una población “Spruce Pine” que traduciríamos como Pino Abeto, y con cerca de 2,175 habitantes. Spruce Pine tiene dos minas que producen arenas de cuarzo de una pureza inigualable de la que se produce silicon con casi 100% de pureza, que es usado para hacer los “wafer” de donde se sacan los microchips. Sin ese material, o con material sin ese grado de pureza, celulares, televisores, autos, aviones, etc., etc., no funcionarían y por tanto nuestras vidas regresarían a la tecnología de hace 50 años, que se basaba en bulbos. Las dos minas de Spruce Pine son únicas en su pureza, disponibilidad y precio de producción. El Huracán Helene provocó en este lugar, que el río que cruza la población se saliera completamente de su cauce, que bloqueara la carretera de acceso y las vías del tren que llegan a la población, y por supuesto inundara casas y fábricas, incluyendo la que procesa las arenas de cuarzo ultrapuro, de modo que el impacto de Helene, puede ser un gran golpe económico global, si no se restablece y se pone en funcionamiento los laboratorios que producen los wafers.

Este impacto, nos hace reflexionar en la infraestructura prioritaria y crítica que en México estaría expuesta a fenómenos de origen natural como: sismos, huracanes, tornados, inundaciones, erupciones volcánicas, deslizamientos de laderas y muchos más. Acapulco, con Otis y con John, ha sido un ejemplo claro de el impacto de estos eventos y me aterra y duele decirlo, pero también es zona de sismos pendientes importantes. Tener un catálogo de las instalaciones prioritarias y críticas en México, expuestas a fenómenos de origen natural, es necesario y crítico.

Para rematar el mes, apareció Milton que se formó en medio del Golfo de México y tomó rumbo a la Península de Yucatán. ’Un huracán compacto’ dijeron, y por lo mismo con capacidad para alcanzar la máxima categoría, lo cual logró. Afortunadamente para Yucatán y para México, el camino que siguió el fenómeno fue cercano a la costa, pero sin tocarla, evitando así que los impresionantes vientos y la marea de tormenta, azotaran con mucho mayor fuerza las playas, casas y hoteles cercanos. En cambio, La Florida, sí sufrió la cercanía y cruce del poderoso huracán, generando inundaciones por la marea de tormenta, múltiples tornados y vientos importantes.

Las cosas están cambiando. Muy recientemente la BBC Science Focus, publicó una nota sobre el posible colapso de las Corrientes Marinas del Atlántico (CMA), que son como supercarreteras por las que circula de forma somera, agua cálida salina, que después se enfría y se hunde, llevando cantidad de nutrientes y sal a zonas profundas, desde donde emerge de nuevo, para continuar con este proceso cíclico. Si esta corriente se debilita provocaría, por ejemplo, que se altere el 25% del calor que circula en el Hemisferio Norte, através del océano y de la atmósfera. Esto genera estabilidad en el clima global. Las mediciones que atestiguan este evento son recientes, desde hace menos de 20 años, al instalar un sistema conocido como conjunto RAPID. El comportamiento anómalo es tan reciente, que no fue considerado por los modelos del panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC), del que Claudia Sheimbaum formó parte como académica experta. En el informe de 2021, el IPCC considera que es poco probable que las CMA colapsen antes del 2100, pero los estudios recientes indican otra cosa.

 

En el mar, puede que la vida ya no será tan sabrosa

 

¿Qué podemos hacer? Individualmente, como familia, sociedad y gobierno, nos debemos comprometer e involucrar en evitar contribuir al Calentamiento Global, usando eficientemente los vehículos, la energía eléctrica en nuestras casas y entorno, usar racionalmente el agua (que ahorita tenemos en abundancia), considerar los alimentos que consumimos (que sean producidos cerca de nosotros, para ahorrar mucha energía al evitar un transporte lejano), solicitar al gobierno planes nacionales para no contribuir al efecto del Gas Invernadero y que participen activamente en foros internacionales. Prevenir ahora, facilitará la vida en el futuro.

 

En el mar, puede que la vida ya no será tan sabrosa

En el mar, puede que la vida ya no será tan sabrosa

En el mar, puede que la vida ya no será tan sabrosa

Carlos Miguel Valdés González

POLÍTICA

Núm. 300 – Noviembre 2024