Revista Personae

FRANZ JOSEF KUGLITSCH
Embajador de Austria en México

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Austria además de ser una potencia cultural es uno de los países cuya población tiene un alto nivel de vida, y en esta ocasión charlamos con su embajador Franz Josef Kuglitsch, quien además es artista plástico.

 

A finales de 2019 y principios de 2020 pudimos apreciar sus esculturas en la Exposición Barbarie y esperanza en tiempos de San Agustín, en el Museo de Arte de Querétaro, también conocido como MAQRO, cuya sede es el antiguo Claustro de San Agustín, el diplomático confiesa que el título de la exposición “es poco forzado por el lugar”.

 

Durante la charla comentamos sobre el muralismo mexicano, el cual considera que aunque es representativo de México “es un arte un poco olvidado”, sin embargo, aprovechó su estancia para aprender nada menos que de Rina Lazo (†) discípula de Diego Rivera. Sabe que la preparación nunca termina y es de suma importancia la formación adicional,  ahora está por iniciar un curso de grabado en la Academia de San Carlos para dominar otra técnica. Respecto a su actividad diplomática, llegó a México sin saber español y en tan solo un par de años ya lo habla fluido y no ha dejado de leer sobre la historia de la diplomacia.

 

Como pintor también es convocado: “Hay diferentes ofertas para hacer una nueva exposición y no sé si voy a hacer una exhibición de pinturas, porque no tengo el tiempo. Estoy a un año de jubilarme y no sé si voy a acabar de hacer 10 o 15 obras”.

 

Pregunto ¿qué aporta un artista trabajando en la diplomacia? Expone: “No hay una gran diferencia entre un diplomático que también es artista y otras profesiones. Se necesita imaginación, persistencia y no abandonar una idea tanto en la diplomacia como en el arte. En la diplomacia se empiezan cien cosas, dos o tres se van a realizar, en el arte, se hacen 500 dibujos para buscar una idea y cinco-diez van a ser realizados”.

 

“Necesitas dedicación y trabajar cada día, en mi arte, trabajo -si no tengo una cita por la tarde-, una o dos horas diarias. En la diplomacia se necesita persistencia, si uno no recibe una respuesta de parte de la cancillería es necesario insistir”, complementa.

 

Probablemente por vocación ve otras actividades más complicadas: “No tengo talento para otras cosas, no tengo talento para ganar dinero. Para crear una empresa, un producto, se necesita imaginación, pero también saber mucho del mercado, es más complejo, trabajar con la contabilidad, con los productos, con los empleados. Crear y sostener una empresa es más difícil que estar en un puesto diplomático, es más responsabilidad con muchos trabajadores: aquí sólo hay 17 personas, y no es tan difícil”.

 

Pasando a las relaciones bilaterales, las califica como estrechas e históricas, desde el punto de vista comercial, el mercado mexicano está entre los 25 más importantes para su país: “Tenemos inversiones en México de 850 millones de dólares, son empresas que trabajan en la cadena de producción automotriz, pero también otras como ALPLA, en Toluca, que producen botellas de plástico; hemos creado más o menos cinco mil empleos directos en México. El mercado crece cada año 15%, es un mercado muy dinámico”.

 

Recuerda la carta de Isidro Fabela a Lázaro Cárdenas, en que México fue el primer país en protestar por escrito ante la Liga de las Naciones cuando se dio la ocupación de Austria por Alemania, en 1938.

 

La formación dual ha contribuido de manera importante para el desarrollo de países como Alemania y Austria, pues combina la formación académica en instituciones educativas y la práctica en empresas que ocupan a los estudiantes como aprendices, actualmente México tiene convenios para explorar este sistema.

 

 

Nuestro entrevistado refiere: “Algunas empresas lo hacen, ALPLA por ejemplo, dos o tres más, tienen sistemas de educación dual. Apoyamos el proyecto en que para pasar los exámenes vienen maestros de Austria con el fin de verificar que tienen los conocimientos necesarios. Los exámenes tienen el mismo nivel de dificultad de Austria. Por su parte, Alemania apoya a la SEP de manera más intensa para introducir  su sistema dual”.

 

Sobre los retos de su nación glosa: “Somos un país industrializado con un nivel de vida muy alto, nuestro desafío, como el los otros países Europeos, es una población con un promedio de edad de 45 años, con eso tenemos que mantener bien en nuestro sistema de salud y sostener a una población cada vez más vieja ese es el desafío principal.

 

“El otro desafío para sistemas económicos desarrollados como el nuestro es invertir suficiente en nuevas tecnologías para poder exportar nuestros productos, pero es el mismo en Alemania y en Francia”, añade.

 

Ante una población de edad avanzada, se hace necesaria la mano de obra joven, pero no es sencillo que llegue la adecuada, por razones de capacitación: “Como usted sabe, hay movilidad en la Unión Europea, pero es un desafío obtener trabajadores calificados”.

 

Entramos a uno de los grandes retos regionales: “La migración legal o ilegal es un desafío para Europa, porque el continente africano es muy pobre y todos quieren emigrar para el norte, es lo mismo que se observa en Centroamérica donde muchos quieren llegar a los Estados Unidos. El problema es cómo tener una migración ordenada, porque si se abren las puertas de par en par, ya hemos visto el fenómeno en 2015 que fue una migración no ordenada que traía problemas, principalmente, políticos internos en Europa. Ahora vamos a ver, pero con los problemas que existen en Siria, es difícil, trabajamos juntos con los países africanos para desarrollar mejor sus economías esperando que permitan quedarse en sus países, pero no es una tarea fácil”.

 

Sobre el aporte de esas migraciones como mano de obra, preguntamos si cuentan con las características necesarias y responde: “Una buena parte no, de Siria había migrantes calificados, pero no conozco la composición ahora, además hay límites en la capacidad de cada país”.

 

A ello se suma que los migrantes buscan los países más desarrollados, entre los cuales está Austria, su embajador declara cauto: “Nosotros fuimos más o menos generosos, pero, en este caso, no es fácil distribuir igualmente las migraciones”.

 

Entrados en el tema de la Unión Europea, afirma que la salida del Reino Unido no ha tenido impacto en la postura de los austriacos sobre permanecer en el órgano multinacional: “65 70% de los Austriacos quieren quedarse en la Unión Europea, naturalmente hay movimientos políticos en Austria que no quieren”.

 

Destaca las ventajas: “Está la posibilidad del libre movimiento de personas, si hay un desempleo muy alto pueden decidir buscar un trabajo en otro país. Lo que no podemos hacer, con el sistema del euro, es la devaluación de la moneda, normalmente si hay un desequilibrio económico hay una devaluación y este instrumento económico no existe ahí, pero estamos mejorando”.

 

Austria es nación cuya cultura ha tenido gran influencia en el orbe y una importante economía, más el embajador acota: “No fue el caso siempre, ha habido momentos difíciles en la historia de Austria, después de la Segunda Guerra Mundial con el apoyo americano, y una buena educación así como una importante cooperación entre empresarios y representantes de trabajadores, el consenso fue que el incremento de los sueldos fue siempre un poco menos que el de la productividad que tenía que ser alta. Los austriacos trabajan mucho, creo que los mexicanos trabajan más”.

 

“Ha sido importante la recaudación fiscal, que en Austria es de 43% aquí es 15, 17%, por eso el gobierno tiene más instrumentos para apoyar sectores particulares en la sociedad, y si hay una inversión de este dinero de manera productiva, el país y la economía pueden crecer. Hay una discusión, en Europa es alrededor del 50%, Suecia tiene más, pero el promedio en América Latina es mucho menos, pero ese dinero debe ser invertido de manera prudente. También somos un país con 8.5 millones de habitantes, es más fácil gobernar a un país pequeño”, añade.

 

Fotografía: Mario Torres

 

Para concluir nos habla de un aspecto que facilita su trabajo: “México tiene una dimensión latinoamericana, pero algunos embajadores me dijeron que, en el fondo, es un país europeo, la lengua, la cultura, la religión, hay muchos elementos que hacen que México sea un país europeo, me dijeron”.

POLÍTICA

Núm. 293 – Abril 2024