LILIA MARGARITA VALDEZ MARTÍNEZ

Difícilmente encontraremos un tema más importante que la salud, sea en el seno de un hogar o en el parlamento de cualquier nación. México experimenta intensos cambios legislativos en la materia, por ello buscamos a la Senadora Lilia Margarita Valdez Martínez quien preside la Comisión de Salud en la cámara alta.

La charla se da justo en la recta final del periodo ordinario, después de recibir una cascada de leyes aprobadas por la otra cámara y decenas de pendientes, nos confiesa: “Es tarea bien grandota, hay que regresar inmediatamente para poder sacar no nada más esas minutas que nos mandaron de diputados, sino otros asuntos pendientes que tenemos aquí en el Senado”.

Sobre los pendientes de su comisión comenta: “La salud es un tema además de complejo, prioritario en el país, para la sobrevivencia de los seres humanos. Tenemos, sí, varias iniciativas de salud que vienen de diputados hacia el Senado y que del Senado se mandaron a diputados en los últimos meses. Inclusive, hay algunas que están detenidas, por diferentes circunstancias, desde hace más de dos, tres o hasta cuatro años. De parte de nosotros, de Salud, hay algunas que se quedaron pendientes como la de ampliar la licencia para las mujeres después del parto de 3 meses a ciento veinte días, esa está atoradilla; tenemos otras iniciativas detenidas. Alguien dirá ‘no pues eso no es importante para el país’, pero nosotros sí. Para disminuir un poquito la violencia obstétrica por el personal de salud, tenemos la propuesta de que las mujeres en el trabajo de parto sean acompañadas por un familiar que ellas decidan; eso está un poquito detenido porque nuestros hospitales fueron construidos hace veinte o treinta años con la idea de que nada más debe de estar la mujer y quien está atendiendo el parto, son salitas muy estrechas”.

“La semana pasada aprobamos lo de tamizaje ampliado; pero tenemos pendiente un tamizaje que se puede decir súper ampliado donde se cubran más de 120 padecimientos cardiovasculares, oftálmicos, auditivos, de cadera, etcétera, en todos esos aspectos. Es muy caro, pero si queremos tener a nuestra población sana se va a tener que invertir en eso. Seguimos con temas y tareas pendientes que tenemos que retomar en el periodo que inicia en septiembre”.

De hecho, el tema que nos convoca es la desaparición del Instituto de Salud para el Bienestar, INSABI, para pasar a ser IMSS Bienestar, antes teníamos el Seguro Popular, por lo que pregunto si sólo se trata de cambios de nombres, la senadora expone: “Puedo decir, en esta ocasión, no nada más va a ser un cambio de nombre, sino realmente un cambio de estructura y de objetivos, programas y proyectos. Cuando nosotros aprobamos la desaparición del Seguro Popular fue con la idea de terminar un periodo que para unos ha sido muy bueno, para los que lo empujaron y lo pusieron a cubrir las necesidades de una población desprotegida. Le faltó mucho al Seguro Popular, lo hemos dicho en muchas ocasiones, no había programas, no había vacunación, no había control de embarazo, todo lo que para nosotros es tan importante, que es prevenir. Se aventajó en el sentido de que se empezaron a bajar cuotas para los usuarios, algo muy importante que lo vivimos y nos constató que el Seguro Popular no debió haber sido, a lo mejor eso lo hubiera salvado, la caja chica de muchos políticos para hacer lo que no se debería hacer. Ahorita se está proponiendo, no nada más el cambio de nombre, IMSS Bienestar es un programa y un proyecto instalado, aferrado, en la población que empezó hace varios años en México como IMSS COPLAMAR. Este empezó poco a poco, despacio más o menos en los setenta empezó y se ha ido fortaleciendo, se ha ido arraigando en la población, ha dado muy buenos resultados y ahora simplemente se cambia para esa población desprotegida, que son alrededor de 50 millones de mexicanos, a un proyecto ya establecido, programas, médicos, especialistas. Algo muy importante, yo me digo egresada del Seguro Social, pero en realidad soy jubilada, me consta el compromiso y la disciplina de los trabajadores”.

“Le adelanto que en la Comisión de Salud vamos a estar muy pendientes. Uno de los problemas de IMSS Bienestar es que la pandemia se nos atravesó y no se pudieron normar las reglas de operación, hay que reconocerlo. La pandemia vino y dijo: <Ninguna regla, ninguna burocracia, denme para vacunas, para medicamentos, para contratos> y se nos fue el seguro del Bienestar del instituto en eso. Actualmente, con este cambio, la Comisión de Salud va a tener un compromiso de no quiero usar la palabra ‘vigilancia ni …’, pero vamos a estar pendientes de que realmente en los próximos 180 días, en una forma supervisada, que no nos corresponde como legisladores, pero estar coadyuvando para que en 180 días este cambio sea de todo a todo, cambios administrativos, económicos, de contratos, de hospitales. Yo le puedo decir que hay estados, como el mío, que no tenemos hospitales de IMSS Bienestar, van a seguir cubiertos los pacientes en los hospitales del estado”.

Le comparto que hace poco tiempo charlé con profesionales de la salud mental y me manifestaron su preocupación por los manicomios, asegurando que los quieren desaparecer y hoy no reciben medicamentos para tratar a los pacientes quedando en una situación precaria. La legisladora de Morena comenta: “Ya no les podemos decir manicomios, ni les podemos decir locos. Esa es una de las grandes reformas de que tratemos a nuestros pacientes como personas que han perdido su salud, la salud es integral, por X circunstancias que pueden ser muchas, su salud mental está deteriorada. En esa ley vienen reformas donde no se les va a desamparar. Ya no se va a usar que en una familia exista un hijo de 18 o 20 años con trastornos mentales o viejitos y que se les quiera echar de la casa, se les quiera mandar a un lugar donde no me des lata, donde te cuiden, donde te tengo abandonado”.

Añade: “La otra pregunta que ha habido ahorita alguna deficiencia, escasez de medicamentos psiquiátricos. Sí, pero no depende del nombre de la institución, esto tiene hasta contextos internacionales, donde las sales, los medicamentos escasean. A nivel nacional los empresarios, los farmacéuticos, quienes distribuyen los medicamentos, aprovechan para encarecer los medicamentos, ‘si hay necesidad y yo no los vendo, a fuerza la gente se va a desesperar y se me los va a comprar a como yo quiero’, mercadotecnia elemental. Es como el tomate, o sea, se pone caro, caro, caro pues lo compramos a como sea porque sin chile, tomate y cebolla los mexicanos no funcionamos”.

Solicito confirmación: ¿Usted me sostiene que el problema del desabasto de medicamentos, que no solo es en los psiquiátricos sino en muchos otros lados, no es por falta de dinero del gobierno sino por falta de abasto?, responde: “No es sólo por el control que tienen los empresarios farmacéuticos y distribuidores de los medicamentos, que es mucho, sino por cuestiones internacionales, también, porque, en algunas instituciones, el abasto de los medicamentos depende de la forma en que se solicitan y la solicitud de esos medicamentos depende de la región, depende del estado, depende hasta de la estación y del clima. En estos momentos ya a quien corresponda debe de estar pidiendo medicamentos para las diarreas, para el cólera -porque ahí viene la estación con esos problemas- y posteriormente se tiene que estar pensando en medicamentos para estación fría. Entonces es muy complejo el problema del desabasto, pero yo estoy segura, que poco a poco, a corto plazo, lo vamos a ir subsanando”

“En los medicamentos, hay desabasto porque todavía tenemos la cultura pasada de querer tomar lo que no nos corresponde”, concluye.