LUCÍA LAGUNES
Visibilizando las agresiones contra las periodistas
- PERIODISTA
- mayo 2023
- Patricio Cortés
- Fotografía Josué Cruz
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En esta ocasión entrevistamos Lucía Lagunes, directora, desde 2005, de la agencia Comunicación e Información de la Mujer A.C., mejor conocida como CIMAC y consultora de la Organización de las Naciones Unidas en temas de Derechos Humanos y Género, la charla gira en torno a las agresiones sufridas por las mujeres periodistas.
Cuando inició el presente siglo, ni siquiera se reconocía el problema: “Quienes se encargaban de hacer el registro y documentación de agresiones contra periodistas, en el término amplio, nunca volteaban a ver a las mujeres, de hecho la primera documentación que hicimos sobre mujeres periodistas que se llamaba el Informe diagnóstico, nos preguntábamos por qué no aparecían las agresiones contra mujeres periodistas en los informes nacionales de libertad de expresión y nos preguntamos «¿Será que no nos miran o la forma en que están mirando la libertad de expresión excluye a las mujeres?». Tiene que ver más con lo segundo, la exclusión de las mujeres como sujetos de derecho como periodistas que están viviendo violencia”.
Refiere: “Existe este señalamiento de que las mujeres exageramos en general. Entonces, ha venido ocurriendo que las periodistas hemos tenido que pelear porque nos reciban la denuncia, porque cuando llegaba solamente la amenaza, decían «No te va a pasar nada, nomás te quieren asustar. No les hagas caso», pero lo que no iban entendiendo era que, efectivamente, esas amenazas iban subiendo en intensidad y que aquello que parecía que no iba a pasar, pasaba y finalmente terminaba con la vida de las mujeres periodistas. Eso influyó en que nosotras creyéramos que la violencia que estábamos recibiendo era poco importante, que nunca nos iba a pasar nada, que lo que querían era asustar, lo cual generó que no tuviéramos protocolos de seguridad, que creyéramos que podíamos ir a terrenos a investigar sin tener que avisarle a nadie”.
Las agresiones digitales suelen ser de mayor intensidad hacia las periodistas, porque incluyen agresiones de carácter sexual, como, infortunada y vergonzosamente, sucede en las calles. Expone: “El espacio digital es el reflejo de lo que pasa en la vida cotidiana, es el megáfono para todas las misoginias y violencias. No es que el espacio digital sea neutro y no haya violencia o no haya sexismo, claro que lo hay porque es producto de una humanidad que es sexistas todavía”.
Las molestan por ser periodistas y por ser mujeres: “Hay una doble vulnerabilidad en un país además feminicida”. Ahonda: “El mundo digital se volvió el megáfono de esta violencia que se hace a través de insultos. Esta forma de agredir a las mujeres por el simple hecho de ser mujeres: 1) La cobardía del anonimato porque nadie sabe quién es, podemos detectar muchas cuentas que fueron creadas para eso, para multiplicar el mensaje de intimidación y 2) un mensaje violento con los insultos en el cuerpo, en la edad, en la apariencia, etcétera, situación que no ocurre con los compañeros. Lo que estamos viviendo es un incremento de violencia contra las mujeres que tiene un propósito fundamental en el mundo digital, callar las voces, corrernos del espacio digital, expulsarnos para que no digamos nada y lo que no ocurre, por suerte, es que no nos vamos a ir”.
Le comento que el Top ten de periodismo de investigación hoy es dominado por mujeres, frunciendo el ceño y endureciendo la voz comenta: “Sí, pero eso no se traduce necesariamente en reconocimiento y prestigio. Sigue estando el sesgo de que son mujeres y que aun cuando sean el top ten no hay el reconocimiento como tal de que el trabajo que están haciendo las periodistas es valioso, es importante. El sexo de quien hace esa información sigue pesando para disminuir la importancia y no lograr el reconocimiento que tendría que tener una investigación así”.
De hecho, el avance de las mujeres en el periodismo ha llegado a fuentes que antes se consideraban exclusivas de los varones: “Tiene que ver con reflejo de esto; es decir, un espacio deportivo tuvo que abrir también el espacio para las comentaristas mujeres. Hay de todas, hay compañeras muy brillantes que han hecho un trabajo fundamental y que hoy están también en la televisión, se han tenido que abrir paso. Es decir, estamos en un momento histórico donde las transformaciones se están acelerando y por eso también tenemos en mayor medida la respuesta a esos cambios que es la violencia”.
De hecho CIMAC fue un parteaguas que ha ayudado a colocar en la agenda mediática temas de género ignorados en el siglo XX, orgullosa nos dice: “Eso se lo debemos gracias a las periodistas, somos nosotras quienes metimos el tema a las redacciones, quienes problematizamos, quienes trajimos a las víctimas, en general, de violaciones de Derechos Humanos a este país y con quienes hemos estado trabajando en las redacciones, precisamente para que se normalice que lo que ocurre con la mitad de la población es y debe de ser del interés periodístico”.
Afirma que la 4t no ha llegado para las mujeres: “Por más que digan que en este gobierno se tiene el mayor presupuesto para las mujeres, el dinero no se traduce inmediatamente en condiciones de igualdad y eso hay que ser muy claros. Lo que hay en el apartado del anexo trece, el que está destinado a la igualdad entre mujeres y hombres, son precisamente los programas del presidente; entonces sí hay más dinero, pero para los programas del presidente”.
Propone: “Creo que tenemos que seguir abonando en la sociedad a favor de la igualdad de las mujeres. Es importante que dejemos de minimizar lo que hacemos las mujeres en la vida cotidiana, incluido el trabajo del hogar, que sin él no existiría la humanidad. Hay que seguir haciendo visibles los retos para lograr la plena igualdad entre mujeres y hombres”.
Le pregunto, si después de tantos años de ejercer el periodismo, el mundo se parece un poco a lo que soñó, responde: “No sé si soñé en algún momento el mundo tal cual, pero cuando yo inicié en el periodismo, sí creo que había una reflexión más profunda sobre «para qué hacemos periodismo, a quién le servimos haciendo periodismo», y creo que las empresas periodísticas están hoy más preocupadas en cómo consiguen likes, que en qué y cómo están informando”.
Hablando del papel de la mujer, concluye: “Por supuesto hay un cambio, el cambio es clarísimo, somos cada vez más mujeres en el periodismo y necesitamos seguir transformándolo como lo hemos venido haciendo”.