LUIS ÁNGEL HURTADO
Analizando la infodemia
- PERIODISTA
- septiembre 2020
- Patricio Cortés
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La única forma efectiva de enfrentar una crisis sanitaria es con información veraz que nos permita actuar oportuna y eficientemente como individuos y como sociedad, paradójicamente vivimos una infodemia, es decir, una avalancha de noticias falsas o fakenews, de ello charlamos con Luis Ángel Hurtado uno de los principales especialistas en la materia.
Forma parte del equipo de investigadores que dieron forma a uno de los estudios de mayor envergadura que se han hecho sobre fake news a nivel mundial (2019), auspiciado por el Instituto Reuters y la Universidad de Oxford en 37 países. México quedó en segundo lugar como generador y consumidor de fake news, sólo por detrás de Turquía, y le siguen Brasil, Estados Unidos y España. “No sólo están presentes, sino que hay un amplio sector demandando y consumiendo esta información falsa”, advierte.
Fotografía: Cortesía de Luis Ángel Hurtado
Sobre la infodemia, que ha sido catalogada por la Organización Mundial de la Salud como un problema grave, indica que estamos expuestos a una gran cantidad de información, la cual es construida desde diferentes ópticas:
“Antes de Internet, los encargados de recolectar la información eran los medios tradicionales a través de las fuentes; ahora, esto ha cambiado de una forma estrepitosa. Hoy en día, cualquier persona, desde cualquier parte del mundo y con acceso a Internet, puede emitir información y opinar de cualquier tema. Entonces, bajo esta lógica, la infodemia es infoxicación, es decir, la intoxicación de la información, hay mucha información, pero esto no significa que sea de calidad, ahí es donde radica la presencia de información falsa”.
El investigador de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM expone:
“Según las investigaciones que he hecho, en el reporte que presenté ante la Universidad Nacional Autónoma de México, en marzo de este año (Radiografía de la difusión y consumo de las fake news en México), encontramos que aproximadamente el 78% de la información que nosotros consumimos en las redes sociodigitales corresponde a información falsa, por el boom que han tenido. Es decir, de cada 100 mensajes que nos llegan, 78 corresponden a información falsa o imprecisa”.
Añade: “A raíz de esto que estamos viviendo, hice el informe: Cómo nos informamos y reaccionamos los mexicanos ante la información sobre la Covid 19. En ese sentido, la desinformación digital o las fake news aumentaron radicalmente. Por dar un ejemplo, encontré que había un 52% que recibieron información falsa vía Facebook, cuando apenas estábamos en fase uno; a punto de entrar a confinamiento, esto pasa de 52% al 76%, esto significa que aumentó casi un 50% la generación de fake news en tan sólo un mes”.
Glosa que un tipo de desinformación es la que ha estado presente a lo largo de la humanidad; o sea, todo mundo ha generado desinformación, cuestiones de rumores, chismes, murmuraciones, que muchas veces son construcciones sociales y no tienen una malicia, se hace sin querer. Sin embargo, ahora con Internet y los medios de comunicación masivos, esto cambió radicalmente porque se construyó una desinformación que sí tiene toda una intencionalidad; es decir, sí hay una malicia detrás de ello, hay un dolo cuando se construye, esa es la que en la actualidad está dominando, la desinformación de corte malicioso con una intencionalidad para desprestigiar a una persona, institución, empresa o, inclusive, a un gobierno.
Ante su aceptación por el receptor de dichos mensajes, explica:
“Somos presa de ella porque está construida con base a cuestiones emotivas, está hecha o estructurada a partir de sentimientos que nosotros tenemos arraigados; por ejemplo, la cuestión de la corrupción, los miedos, esto que tiene que ver con reforzar ciertas ideas conspiracioncitas, etcétera. Se agarran de estos sentimientos para generarlas y que la gente sea presa más fácil”.
Contrasta: “Las fake news se basan en cuestiones emotivas, mientras las noticias están hechas en el ámbito racional que te hace pensar, reflexionar. Muchas veces, las noticias te generan cierta molestia porque van en contra de tu forma de ver el mundo, dices: ‘¡híjole!, yo pensé que tal político era corrupto, pero aquí la prensa dice que no es corrupto’ y te da coraje. Por eso, la gente muchas veces no lee las noticias porque provocan estas reacciones. En cambio, las fake news vienen a corroborar tu forma de ver el mundo, la forma en que tú piensas; entonces, dices ‘ven cómo yo sí tenía razón, voy a compartir esta información de que este político es corrupto”.
Tampoco se escapa el periodismo profesional:
“El gremio periodístico, al tener mayor facilidad de acceso a la información, dejó de lado información que antes se consultaba. Dicho de otra forma, antes eran investigaciones que íbamos a gabinete, íbamos a consultar directamente las fuentes, hoy en día nos dejamos ir por la velocidad y el deseo de la ciudadana de información y nos dejamos llevar por información que citan otros medios o bajamos de ciertos portales que no sabemos si son verdaderos. La generación de fake news no es única de la sociedad, también los medios de comunicación tradicionales son presas de este mal pandémico que actualmente estamos viviendo”.
También el tema económico influye, pues los medios están en crisis económica y esto se refleja en una menor calidad de su contenido, por temas de ahorro:
“Derivado de boom de Internet, se mal acostumbró a la sociedad; es decir, tienes Internet, tienes información ilimitada, que no te cuesta y la sociedad decide no pagar por lo que cuesta la información, sobre todo la de calidad, y se deja llevar por información gratuita, al alcance de todos y al estar al alcance de todos no sabemos ni quien la creo, ni de dónde vino”.
Advierte: “Identifiqué mil 250 fake news de marzo de este año a julio y todos acerca del coronavirus. ¡Imagínese cuántas personas se infectaron a partir del consumo de esa desinformación! ¡Cuántas se intoxicaron a partir de falsas curas! El caso de las agresiones al cuerpo médico de este país, también fue generado por la desinformación digital, se corrieron rumores en los cuales el personal médico le sacaba el líquido de las rodillas a los pacientes en los hospitales. Es como un cáncer que se ha expandido a muchos sectores”.
Recomienda:
- No creas en toda la información que está albergada en Internet, así lo diga el periódico tal. Hay una carga negativa de información falsa.
- Si la información es reiterativa, es decir, llegó primero por Twitter, luego por Facebook y después por WhatsApp, hay que consumir otros medios de comunicación prensa, televisión, radio, los mismos libros. Eso nos va a ayudar a generar un criterio.
- Dar una pausa a la velocidad de la información que circula hoy en día en Internet, bajarnos de las famosas tendencias y reflexionamos antes de compartir cualquier información.
- Instruir a más personas. Si tú generas estos pasos, nuestra obligación es decir a más personas cómo se pueden informar a través de otras fuentes, cómo pueden empezar a verificar esa información y, sobre todo, buscar que esa desinformación empiece a desaparecer de las diferentes fuentes de Internet.
Considera que si dicha estrategia se generalizará:
“Haríamos de Internet el sueño dorado, un espacio donde privilegien más los argumentos que las emociones”.
La desinformación está costando vidas, entonces entramos en terrenos de la libertad de expresión:
“Cuando nos llega esta libertad no sabemos usarla, no hay esta alfabetización mediática que es necesaria, era requerida; muchos países de la Unión Europea sí trabajaron antes que México, por eso no hay tanta polarización ni tanta fake news”.
“Se debe al problema de la alfabetización mediática, cómo utilizar los medios de comunicación correctamente y sobre todo que la libertad de expresión también tiene límites. Como usuarios debemos saber hasta dónde podemos decir algo y hasta donde no; de lo contrario, caemos en lo que se conoce como libertinaje expresivo. Eso da lugar a que muchos gobiernos, sobre todo los mas autoritarios, decidan regular Internet”, concluye.
Luis Ángel Hurtado es profesor – investigador en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Docente en la licenciatura de Ciencia Política en la Universidad Iberoamericana. Cuenta con cinco libros publicados sobre estudios de comunicación política. Se desempeña como director general de la Consultoría Comunicación Política Aplicada. Es analista político en la revista Alcaldes de México, Horizontal, ADN 40 (Tv Azteca), Antena Radio 3era emisión (IMER), La Octava (Radio Centro), Tiempo de Análisis (IMER), Radio UNAM, Radio Educación y revista Zócalo.