Revista Personae

María Alejandra Molina
MARÍA ALEJANDRA MOLINA
De la ingeniería a los reflectores

COMPARTIR

Facebook
Twitter

Al medio día, noticias de ida y vuelta, por ADN 40, un agradable rostro nos da las buenas y no tan buenas noticias, hablamos de María Alejandra Molina quien estudió la carrera de Ingeniería, pasó brevemente por las telenovelas como actriz, después fue la imagen institucional de Total Play, y de ahí a la conducción de cápsulas de cine hasta llegar a los noticieros.

 

 

Charlamos con María Alejandra en el marco de la presentación de la Colección de clásicos que lanzó Porrúa y Circulo Editorial Azteca, durante la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería.

 

De hecho fue convocada para el prólogo del libro de Selma Lagerlöf, El maravilloso viaje de Nils Holgersson: “Fue un libro que le pidió el gobierno sueco para niños, para que a través de la lectura pudieran ellos conocer la geografía de Suecia”.

 

Comenta la pertinencia de obra: “Quiero agradecer a Círculo Editorial Azteca por darme el privilegio de escribir por una mujer que luchó por nuestros derechos, los derechos de la mujer en el instante que nuestra situación era mucho peor. En 1909 gana el Premio Nobel de Literatura, cabe destacar que en su momento le costó al comité del Nobel nombrarla a pesar de que su trabajo destacaba mucho más que el de los otros escritores suecos y del resto del mundo. Hemos vivido épocas muy duras, creo que en este momento vivimos un despertar, las mujeres hemos logrado alcanzar y conquistar espacios”.

 

 

María Alejandra Molina combina belleza e inteligencia, por lo que, a manera de provocación, le comento que muchos creen que las mujeres bellas no piensan, ella responde: “Es un paradigma del pasado, nunca las mujeres hemos dicho que un hombre guapo no piensa ¡jamás!, ¿porqué los hombres tendrían que decirlo? Siempre nos han traído con esa frase muy falsa de que si fotografía bien la cámara, de que si sonríes o si eres agradable físicamente pues no tienes necesidad de pensar, no creo que sea el caso. Creo que Selma Lagerlöf rompió con ese paradigma, yo creo que era una mujer atractiva, posteriormente ya cuando se hizo mayor, pues, obviamente, las arrugas calan en la piel, más ¡qué fortuna que las arrugas calen en la piel y la experiencia deje huella! Porque quiere decir que estamos vivos, que hemos vivido al máximo, que hemos dado todo de nosotros”.

 

Narra su arribo al periodismo: “Estuve en la conducción de unas cápsulas de Cine Platino y cubriendo los premios de la Academia (Oscar) con el equipo de Azteca Siete; tuve la oportunidad de entrevistar a Jennifer Lawrence, que en ese momento no había ganado el Oscar; me invitaron a ser la imagen de Total Play, que es parte también de Grupo Salinas, y de ahí me inicié en el mundo de las noticias. Es más orgánico que de la conducción uno pueda pasar al mundo de las noticias”.

 

“Digamos que para mí fue un accidente afortunado porque no busqué el mundo de las noticias, y siempre me ha gustado la política, la política internacional y el análisis internacional. Entonces comienzo a especializarme en el análisis internacional y en este proceso tuve la oportunidad de ser colaboradora en el espacio ADNNews con Ana María Salazar, de Óscar Mario Beteta en las Mañanas de Radio Fórmula, y con el doctor Leonardo Curzio en Así amanece. Han sido casi cuatro años en noticias, ha sido bastante rápido, pero ha tomado bastante de mi persona, de estudio, de capacitación, de análisis que creo se corresponde mucho con mi carrera”, complementa la exactriz.

 

Como ingeniera se desarrolló en España, Alemania, vino a México para trabajar en la industria petrolera, pero su vida dio un giro y se integró al CEFAT de TV Azteca. Si bien pareciera que no hay nada que ver con lo que hace ahora, ella aclara: “Aunque parezca mentira, yo estudié Ingeniería Metal Mecánica y esa parte de investigación que tenemos los ingenieros, creo que también lo tienen los periodistas. Entonces ahí hay un eslabón fundamental que une carreras en el área de investigación, y como periodista me gusta indagar, no solamente ver el acontecimiento per se sino analizar qué puede haber detrás de él”.

 

Fotografía: Kury Galeana  

 

Reconoce que la imparcialidad resulta un verdadero desafío: “Es difícil. Hay una periodista que yo admiro muchísimo, Christiane Amanpour, ella trabaja en una cadena internacional en zonas de guerra y dice que hay momentos en la vida donde no puedes ser imparcial, como donde hay violación fragante a los derechos humanos. Es muy difícil no estar a favor o en contra de algo, vivimos en un mundo tan convulso, tan complicado sin embargo es nuestra responsabilidad mostrarle a la población la realidad y los hechos”.
“Siempre digo en mi programa ‘estos son los rostros de la noticia, los protagonistas de la noticia tiene usted la última palabra’. Entonces, no tratamos y no trato, en lo personal, de mover la opinión de la audiencia de un lado hacia el otro, o hacia un tercer lado. Muestro los hechos tal y como son, muestro los protagonistas tal y como son, entonces dejo al auditorio que tenga la última palabra”, expone.

 

Sin embargo no siempre puede mantenerse impávida ante los hechos: “Hay cosas que uno editorializa por cuestiones humanas, por derechos humanos, el tema de la mujer si lo editorializo porque soy mujer, porque he vivido la discriminación en algún momento de mi vida, como todos lo hemos vivido, porque hombres y mujeres estamos viviendo un momento complicado en nuestro país, donde los números no mienten. El mismo presidente lo dice, los números sí son graves se están tomando medidas al respecto, esperemos que las medidas se tomen con mayor rapidez, que sean más contundentes, que se esté haciendo algo al respecto, que queremos más definitivamente porque no puede esperar, no podemos -como país, como población- esperar la muerte de un ciudadano más y no me refiero solo a las mujeres, en México nos están matando, pero evidentemente en las mujeres hay un patrón”.

 

Sobre el principal reto de su trabajo, responde: “Tratar de ser imparcial, cuando hay casos que te mueven como ser humano”. Reconoce que hay notas más difíciles: “No puedes no enojarte y decir ¿cómo es posible que ocurran estas cosas en nuestro país? El caso de la niña Fátima, que es uno de los más recientes, o el caso de esta niña que fue desollada por su marido. ¡Es terrible lo que estamos viviendo en nuestro país! Sí sentí una impotencia tremenda porque no solamente soy mujer, no solamente soy periodista, soy un ser humano y eso me duele y me afecta”.

 

Por último aclara que su trabajo no se limita a leer notas a cuadro: “Participo en la selección de las noticias de mi programa, porque es mi programa”.

POLÍTICA

Núm. 293 – Abril 2024