MARTHA TAGLE

Al duelo por irreparables perdidas que sigue dejando la pandemia, se suma el deterioro de la economía de las familias, por ello más de un país ha implementado una renta básica de subsistencia, en tanto, en México la diputada Martha Tagle promueve el Ingreso único vital.

Nos comenta la finalidad de la propuesta: “Constituir un fondo para dotar de recursos a las personas que estén perdiendo sus ingresos por vía de trabajo formal e informal, y que no cuenten con el tipo de apoyo gubernamental. Este apoyo o este ingreso mínimo vital sería por tres meses, pensando en todas las personas que están perdiendo sus empleos. Con los recientes datos presentados por la Secretaría del Trabajo, se habla ya de más de 800 mil empleos perdidos, el propio presidente advierte que podrían llegar a ser más un millón, incluso seguramente será más al final de la jornada de sana distancia. Además, hay personas que no están contabilizadas dentro de estos datos, entre los que se encuentra mucha gente que se dedica a trabajos de tipo informal. Estamos hablando de la persona que bolea los zapatos, las trabajadoras del hogar que no están registradas, la señora que tiene su tiendita de la esquina. Hay muchas personas que se dedican a hacer mucho trabajo por la vía informal que ahorita, por la pandemia, no están pudiendo tener ese ingreso, habría que incluir a todos los comerciantes ambulantes, etcétera. Creemos que es un recurso mínimo para poderles garantizar la subsistencia; porque hay personas que se están quedando sin lo básico, lo vital y esto sería lo mínimo que deberían de tener para poder subsistir mientras pasa la emergencia sanitaria”.

Lo que se propone es un exhorto al presidente por el Congreso ante una emergencia que infortunadamente no será la única. Reconoce que lo idóneo sería que ya hubiera una ley al respecto: “Incluso hay iniciativas para hacer la renta básica universal, a veces es un tema recurrente de la izquierda, no solamente en México sino en el mundo. La hemos promovido, no es una idea nueva, sin embargo, las discusiones en torno a ese tema no se han dado, hay iniciativas de reforma constitucional, de reforma legal, y de manera particular, Movimiento Ciudadano, aparte de este punto de acuerdo, también inscribió una iniciativa en el mismo sentido de ingreso vital por tres meses, que se puede convertir a cinco, en la que también está suscrita la reforma. Lo que estamos buscando es que de la manera más rápida (como punto de acuerdo) se pueda generar. No estamos teniendo sesión de tipo ordinario y la permanente no puede aprobar reformas y, en ese sentido, tendría que haber un período extraordinario pero también por las condiciones -particularmente en la Ciudad de México donde se encuentra mayor número de contagios en este momento-, sería más difícil que se convoque a un extraordinario, donde se tendrían que reunir al menos 500 legisladores, más todos sus asesores. En este momento, estaría dentro de las posibilidades del ejecutivo constituir una medida de emergencia de esta naturaleza, el asunto es que avance”.

Nos asegura que se ha buscado el apoyo de distintos grupos políticos en el Congreso para que sea un proyecto plural y no polarice, sobre la receptibilidad del gobierno federal, expone: “El problema, o la principal resistencia, tiene que ver con el recurso con que se va a financiar, porque la bolsa, como la estamos planteando, puede llegar hasta ser de 350 mil millones de pesos. Sabemos que el gobierno tiene capacidad de endeudamiento, porque incluso así fue aprobado en el presupuesto, pero justo una de las limitantes, y lo repitió el presidente el fin de semana, que él no va a hacer las cosas como hicieron los demás, no buscará la endeudarse. La otra posibilidad, la otra vía por la cual se podría financiar, es haciendo una revisión a fondo del presupuesto que es algo que tampoco se ha hecho en la Cámara y, en ese sentido, la otra resistencia es que donde más recursos hay etiquetados son en los programas insignia del presidente, que tampoco serán tocados. Son las complicaciones que estamos teniendo, incluso se están teniendo diferentes reuniones y foros, hay un grupo de revisiones cada vez más amplio que está apoyando esta iniciativa. La propia CEPAL comentó el tema de poder garantizar un ingreso de esta naturaleza y encontrar alternativas de financiamiento y de distribución”.

“El otro problema tiene que ver con ‘cómo lo distribuyes’, formalmente no tenemos un padrón de personas que se emplea de manera informal, los únicos censos que existen son los de los programas sociales y, para bien o para mal, ya es una población que está teniendo un ingreso; más bien, estamos pensando en todas aquellas personas que no tienen ningún tipo de apoyo gubernamental. Por eso es, que también se tendría que pensar en formas de distribución más claras, ambas cosas las estaremos analizando con diferentes actores”.

La pandemia hoy exige restructurar el presupuesto, rebasando lo aprobado por el Congreso, cambios que el ejecutivo hace; por lo que le pregunto a nuestra entrevistada si no sería mejor que hubiera una ley para que fuera el propio Congreso quien hiciera los ajuste, nos explica: “Es que formalmente se puede, pero tampoco la mayoría quiere. Se podría hacer esa discusión; pero no la estamos dando en el Congreso porque, entre otras cosas, el ejecutivo está moviendo de manera discrecional los recursos al cancelar fideicomisos que formalmente no se pueden cancelar, al dar instrucciones a la administración pública para recortar hasta el 75 por ciento de sus gastos. Entonces, el tema ahí es que la conformación del Congreso (con Morena como Mayoría) tampoco ha permitido que esto avance y toda la discusión sigue estando en manos del ejecutivo. Por eso es que nuestra primera apuesta fue que el exhorto vaya dirigido al ejecutivo, porque es quien tiene la última palabra en este tema”.

Sobre una nueva ley que permita la reorganización presupuestaria en el Congreso, acota: “Formalmente la tiene que mandar el ejecutivo, pero no es lo que ha mandado, incluso lo que mandó fue exactamente al revés, de que ya no necesite al Congreso para rehacer el paquete, sino que él lo puede rehacer sin necesidad del legislativo y esa fue la reforma que quedó atorada en días pasados en que no sé convocó a la permanente”.

¿Por qué no presentan una iniciativa de reforma desde su partido, Movimiento Ciudadano?, la legisladora reconoce: “Imagínense, hoy en día el gobierno lo que quiere hacer es lo contrario. Sí podríamos hacerlo, pero una iniciativa de esa naturaleza se vuelve en total y absolutamente en nuestra contra porque no tenemos los números en el Congreso para hacer eso y las iniciativas del ejecutivo van en sentido contrario, en el que él pueda asignar el presupuesto sin necesidad de la Cámara. Hoy en día, tienes sí discrecionalidad, para mover los recursos, pero tiene que ser con la aprobación de la Cámara y no lo está haciendo”.

El tema por lo visto tiene que ver con el mayoriteo, donde desde hace décadas las bancadas mayoritarias aplastan a las otras y la discusión en tribuna tiene poco o nulo peso, la diputada lo reconoce: “Es la desventaja que tenemos en el Congreso, a final de cuentas así es la democracia, ¿no? Los legisladores, más que los intereses de los partidos, deberíamos de representar los intereses de quien votó por nosotros, pero no se hace así. Entonces, vamos a estar medio atorados”.

Sobre los desafíos políticos que vienen tras la pandemia, destaca: “Yo creo que terminando la emergencia sanitaria como tal, tendremos muchos retos por delante, sin duda el sanitario va a seguir siendo el principal, porque no solamente en México, sino en el mundo, se están viendo los rebrotes y eso nos va a poner en una condición complicada, porque va a provocar que cada rato tenga que estar revisándose nuevamente la posibilidad de confinamiento. El otro gran problema que tiene que ver con el tema económico, en todo el mundo vamos a estar en una situación económica muy complicada, porque se pierden muchos empleos formales, porque no se van a generar los empleos que se requieren y porque la gente se está quedando sin ingresos y todo esto se puede convertir en problemas de tipo social. O sea, ¿qué pasa cuando la gente no tiene ni siquiera para lo básico y no hemos logrado convencer con mejores argumentos al ejecutivo de que tenemos que atender el eso? No se trata de salvar a las empresas, ni mucho menos, sino pensar en que esta emergencia va a afectar a mucha gente que ya se empieza a ver, lo vamos a estar viendo, pero los efectos más duros vienen después”.

“Nosotros lo que estamos haciendo es convocar a que haya un acuerdo para gobernar. En este país se necesitan a muchos y lo que queremos es que le vaya bien al país. En ningún momento estamos apostando en contra del gobierno, lo que queremos es atender la situación que se vive”, concluye.