Revista Personae

VÍKTOR KORONELLI

Embajador de Rusia en México

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Rusia es uno de los principales protagonistas del concierto internacional, por ello los comentarios de sus representantes siempre resultan de sumo interés, y en esta ocasión entrevistamos, desde la sana distancia, al embajador Víktor Koronelli.

 

Víktor Koronelli
Fotografía: Cortesía de la embajada Rusa

 

Sobre los retos de Rusia en el mediano plazo, destaca:

“En 2020, a una multitud de los retos globales, se sumó la pandemia del nuevo coronavirus que relegó a segundo plano la mayoría de los problemas mundiales, que afectó gravemente la infraestructura económica internacional, y aún quedan por evaluar sus consecuencias negativas. Sin embargo, en el futuro próximo, en el mundo empezará la vacunación masiva de la población con diferentes fármacos contra COVID-19, incluyendo los desarrollados en nuestro país. A pesar de eso, seguimos trabajando en la solución de tales problemas esenciales de carácter global como la lucha contra el terrorismo internacional, la seguridad informática y otros”.

“Como es de su conocimiento, el próximo año expira el tratado clave en materia de la no proliferación nuclear, el ruso-estadounidense START III. Rusia está dispuesta a discutir la posibilidad de prolongar este acuerdo, por lo que seguimos esperando la respuesta de nuestros socios estadounidenses. Otro tema importante es la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de la ONU. En el marco de este documento, las naciones del mundo tienen que encontrar las soluciones de los retos globales como la degradación del medio ambiente, pobreza, igualdad de género, derechos humanos y migración ordenada. Nuestro país participará enérgicamente en este trabajo”, añade.

Además de las irreparables pérdidas humanas, la pandemia ha dejado serios estragos económicos en todo el mundo. Sobre la estrategia de reactivación económica expone: “Los efectos negativos de la pandemia para la economía rusa fueron menores que en otros países, gracias a las medidas bien pensadas y oportunas de apoyo tomadas por nuestro gobierno. Fue elaborado un gran plan de reactivación económica cuyo objetivo principal es mantener el empleo en nuestro país y apoyar al sector empresarial. Para estos fines, ya se asignaron más de tres billones de rublos (37 mil 500 millones de dólares). Las autoridades rusas se centraron, ante todo, en apoyar a los habitantes del país, en primer lugar a las familias con niños, que recibieron prestaciones mensuales, así como a los que perdieron su empleo durante la pandemia. De hecho, los datos estadísticos indican que la economía del país se está recuperando”.

Mas los rublos no son la prioridad: “Rusia está en la primera fila de la lucha contra el enemigo invisible, por lo que elabora vacunas y medicamentos para el tratamiento de la COVID-19. Los científicos de nuestro país han desarrollado tres vacunas, aparte de la ya conocida Sputnik V, están en marcha los fármacos creados en el Centro de Virología y Biotecnología Vector (EpiVacCorona) y el Centro Chumakov de la Academia de Ciencias de Rusia. Estamos dispuestos a hacer los esfuerzos necesarios para acelerar la reactivación económica a nivel global, tanto de manera bilateral como en las plataformas multilaterales”.

 

¿Qué implica para Rusia haber creado la primera vacuna contra el coronavirus?, es mi siguiente pregunta, que el diplomático, orgulloso, responde:

“Efectivamente, la vacuna Sputnik V, desarrollada por el Centro Nacional de Investigaciones Biológicas y Epidemiológicas Gamaleya y comercializada por el Fondo Ruso de Inversión Directa, ha sido el primer fármaco de este tipo en obtener su acreditación oficial. A diferencia de otras vacunas, utiliza las tecnologías que ya habían probado su seguridad, pues aprovecha los vectores de adenovirus humano y el hecho de aplicar dos diferentes vectores incrementa su eficacia. Otros biológicos están basados en vectores de adenovirus de los monos o los métodos nuevos que no se estudiaron desde el punto de vista de efectos adversos a largo plazo o utilizan sólo un vector de adenovirus humano. Desde luego, la vacuna contra COVID-19 ya mostró su seguridad y eficacia. Varios países del mundo han confirmado su intención de adquirir precisamente la vacuna de la producción rusa. Hablando de América Latina, Argentina y Venezuela son los primeros en la lista, pero también continúan negociaciones con el gobierno de México que ha manifestado la disposición para llevar a cabo la fase 3 de los ensayos clínicos de Sputnik V”.

 

Se sabe que ha habido tenciones recientes entre las superpotencias, por lo que surge la pregunta ¿Se puede hablar de una nueva guerra fría?, el embajador aclara:

“Pienso que actualmente no sería oportuno hablar de una nueva guerra fría entre Moscú y Washington. Por una parte, hay que tener en cuenta que este término se usaba para describir un conflicto global de dos sistemas políticos y económicos muy distintos, el capitalismo y el comunismo. Hoy día Rusia es un país democrático cuya economía se basa en los valores del libre mercado, por lo cual, obviamente, no se trata de una contienda de sistemas. Por otra parte, aún con todas las complicaciones que está experimentando la relación bilateral, hoy, afortunadamente, estamos lejos de la amenaza de destrucción mutua y del mundo entero que existía a lo largo de la guerra fría”.

No obstante, reconoce: “No sería exagerado decir que las relaciones ruso-estadounidenses están atravesando uno de los períodos más complicados de su historia. Washington sigue haciendo pasos destructivos, como por ejemplo las sanciones contra Rusia, los intentos de bloquear la realización del proyecto Nord Stream 2, la incertidumbre en torno al futuro del régimen de control de armamentos. Sin embargo, los últimos años también fueron testigos de unos momentos positivos en la relación bilateral, se mantenía el diálogo político al más alto nivel, incluido el dedicado a la estabilidad estratégica; se realizaba la coordinación para el arreglo de las crisis regionales, incluyendo la de Siria; continuaban los contactos comerciales, la cooperación entre las instituciones sociales, las entidades científicas y educativas”.

Nos concedió la entrevista días después de las elecciones estadounidenses y, aunque muchos medios ya daban como triunfador a Biden, el diplomático es cauto: “Nos gustaría esperar que, al calmarse las pasiones electorales en Estados Unidos, nuestros socios norteamericanos se muestren dispuestos en entablar un diálogo y cooperar con Rusia con base en la paridad y respeto de los intereses nacionales de ambos países. Por nuestra parte, estamos abiertos a trabajar de manera conjunta con cualquier ganador de la carrera presidencial en los Estados Unidos”.

 

En temas más afables, pasamos a las relaciones bilaterales entre nuestras naciones que el 11 de diciembre cumplen 130 años:

Históricamente hemos tenido relaciones de amistad desde el momento de su establecimiento oficial en 1890. Son multifacéticas, es decir tenemos un diálogo político que está apoyado por una dinámica económica positiva, y un sólido fundamento cultural y humanitario. Estos lazos no dependen de quién esté en el poder, nuestras posturas respecto a los problemas más relevantes de la agenda global, regional y bilateral suelen coincidir o son similares. Cooperamos estrechamente en los principales foros internacionales como la ONU, el G20 y APEC. Hay una intensa interacción interparlamentaria. Tienen las invitaciones pendientes para visitar Rusia al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y al Canciller Marcelo Ebrard”.

“Estamos trabajando para perfeccionar la base legal de las relaciones ruso-mexicanas. Rusia está interesada en la firma de un acuerdo sobre la supresión de visas para los viajes mutuos de ciudadanos de ambos países, lo cual sería un compromiso emblemático ante los crecientes intercambios turísticos y empresariales. En el ámbito multilateral nuestra cooperación tendrá un carácter aún más estrecho, dada la membresía no permanente de México en el Consejo de Seguridad de la ONU en 2021-2022, además de tales organismos importantes como el Consejo Económico y Social y el Consejo de Derechos Humanos de la ONU”, complementa.

 

Nos informa que México es el segundo socio más importante para Rusia en América Latina:

“En los últimos años, el comercio bilateral ha crecido a un ritmo sostenido. En 2019 el intercambio comercial bilateral alcanzó los 2.6 mil millones de dólares. Las principales exportaciones rusas incluyen metales y derivados de ellos, así como productos químicos. Los principales ítems de importación mexicana a Rusia están representados por maquinaria, equipos y vehículos, metales y sus derivados, así como alimentos y materias primas agrícolas”.

Esto incluye también inversiones directas: “En México operan varias grandes empresas rusas. Una de las compañías más importantes del sector energético ruso, “Lukoil”, en consorcio con la italiana ENI, está explorando yacimientos petrolíferos en una plataforma frente a las costas de estados de Tabasco y Veracruz. El “Grupo Rostec” opera con productos de carácter militar y civil, siguen los suministros de vehículos todoterrenos rusos “UAZ”. En nuestro país con éxito desarrollan sus actividades tales empresas mexicanas como GRUMA, NEMAK, OMNILIFE y MABE”.

“Consideramos como tareas principales la diversificación del comercio bilateral, el fomento a las inversiones y contactos directos entre los círculos de negocios de ambos países. Bajo el auspicio de la Cámara de Comercio e Industria de Rusia funciona el Comité de Empresarios “Rusia–México”, encabezado por el presidente de la empresa United Aircraft Corporation, Yuri Slyusar. Se mantiene en la agenda, la organización de varias misiones de negocios de las empresas rusas y mexicanas líderes en los ámbitos de maquinaria, tecnologías de información y comunicaciones, energía y medicina”, concluye.

POLÍTICA

Núm. 293 – Abril 2024