Revista Personae

ABRAZA LA VIDA

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La vida es como una montaña rusa, con sus subidas y bajadas, y cada persona experimenta diferentes procesos de duelo, pero también existen momentos de felicidad que transforman la existencia y dejan una sensación gratificante. Para poder sobrellevar cualquier situación adversa, los seres humanos dependen de las herramientas emocionales que poseen y la vida es su gran escuela de aprendizaje. Considerando que cada decisión trae consigo consecuencias. Sin embargo, aunque se encuentren piedras en el camino hay que utilizarlas para hacer un puente de salvación y no sentirlo como el obstáculo que impide avanzar.

 

Cada día es una gran oportunidad de construir un futuro prometedor y vivir el presente que no regresará. Soltar el pasado; abrir las ventanas de par en par y dejar que entre la luz de un nuevo día, con la convicción de que será el mejor de todos. No se puede cambiar el pasado, tampoco rechazar lo que fue, por consiguiente, lo vivido contribuye a valorar lo positivo, es decir, cómo las experiencias se convierten en aprendizaje, las cuales, se pueden transformar en acciones de crecimiento. 

 

En contraste, se pueden conservar los gratos recuerdos que son los que modifican de manera positiva los pensamientos, y descubrir el potencial que se tiene para enfrentar lo que se presente, y si por alguna razón se quiere tirar la toalla, que sea en la playa, y por ninguna razón permitir que los pensamientos negativos hagan gobierno. El control de las emociones juega un papel importante para conservar la tranquilidad necesaria al momento de tomar decisiones.

 

ABRAZA LA VIDA

 

Abrazar la vida es el compromiso que tenemos con nosotros mismos, de aceptarnos, amarnos y respetarnos, porqué así como somos, únicos y especiales, nos debemos de amar incondicionalmente. Cuando nuestro corazón late, nos recuerda que estamos vivos, que podemos ver la naturaleza que nos invita a contagiarnos de sus bondades. El poder respirar el olor a tierra mojada mientras observamos a un grupo de aves que se dirigen al mismo objetivo, y en otro momento podemos tocar la suave arena del mar. Es la conexión tan especial, que nos abraza el alma y regocija todos nuestros sentidos. 

 

En el transitar de la existencia no estamos exentos de padecer diferentes pérdidas emocionales que generan tristeza, y pueden partir el corazón en mil pedazos. Hay que tomar cada uno y reconstruirnos, aceptando que todo lo qué pasa en la vida es temporal. Después de la obscuridad aparece la luz más espectacular que nunca, con ese brillo que nos guía a encontrar el camino correcto. Secar las lágrimas y continuar avanzando aunque los pies estén cansados y la fatiga robe la respiración. Ahora bien, es parte de la vida, sentir dolor después de un proceso de duelo, recordando un pensamiento de Buda: “El dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional”. Lo importante es no quedarse en el sufrimiento para que ese dolor se vuelva crónico, y se transforme en depresión. 

 

Cuando se construyen edificaciones interiores fortalecidas, no hay ciclón que las afecte y cada pensamiento positivo es un bálsamo que protege contra las inclemencias del mundo exterior y de los demonios interiores. Nadie dijo que vivir es fácil, pero si, que se puede salir adelante de las pérdidas y vivir los procesos de duelo con bienestar emocional. Cuando se siente que no se puede, hay que abrazar la vida como si fuera un niño pequeño que requiere mucho amor, cuidados y, decirle: “Vas a estar bien”.

 

Abraza la vida, debería ser una canción que la recordemos en los momentos difíciles y nos cambie el día y nos alegre el alma. Debe ser esa bebida refrescante que te quita la sed y al final sientes satisfacción. Que te pone feliz sin motivo alguno y te motiva hacer cosas increíbles, porque sabes que tienes la capacidad para lograrlo y, te conectas a tus sueños por muy locos que parezcan. 

 

Abraza la vida, cada vez que la tormenta te quiera apagar tu luz interior y te envuelva en una profunda obscuridad, permite que la vida fluya y disfruta cada instante como si fuera el último

 

Psicoterapeuta Raquel Estrada

racheles_03@outlook.com

55-55035476

SALUD

Núm. 293 – Abril 2024