LA VÍA HACIA EL EXTASIS DE MI SILENCIO SEXUAL
- MISCELÁNEO
- enero 2023
- Jaquelin Machado G.
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Reconocer tus cualidades sexuales implica el equilibrio interno-externo, el balance entre naturaleza y ciencia, armonía entre tu sexualidad y tu genitalidad, equilibrio entre tu energía sexual femenina y masculina, complementación entre mujer y hombre, entre hemisferio izquierdo y hemisferio derecho, balance entre tu intelecto y tu mente y entre tus emociones y tu espiritualidad. ¿Ves? ¡Es unión! Es unir lo que hasta ahora, posiblemente te ha mantenido separado(a) en la ilusión de la conquista que te parece muy real y que te ha mantenido prisionero(a) en un cuerpo físico que es un misterio de vida que contiene dentro, alrededor, a través y en sí mismo la Fuerza Vital que es Energía de Vida, es decir, Energía Sexual.
¿Ahora te das cuenta? No tienes nada que conquistar pues ya posees en ti esa Energía Sexual, lo que es recomendable que hagas es que formules preguntas diferentes porque si ya posees dicha energía, entonces lo que correspondería sería el “reconocimiento de tus cualidades sexuales”, preguntas como: ¿De dónde he sacado que tengo que conquistar mis potencialidades sexuales? Cuando expreso una opinión o un juicio sobre mi sexualidad o la de los demás, ¿quién habla realmente a través de mí? ¿Soy capaz de tener mis propias opiniones o éstas varían dependiendo del lugar, las circunstancias, las personas y la edad, por ejemplo? ¿Cómo podría conquistar la naturaleza y la sexualidad si soy parte de ella?
Si tú, como ser humano, niegas tu esencia sexual, tu esencia de vida, niegas, de alguna forma tu Fuerza Vital, es decir, tu Energía Sexual y, entonces, crees que tienes que conquistar tus potencialidades sexuales y vas con ello a la lucha y la consecuente división. Mira, básicamente, es como pedirle a tu mano que conquiste a tu cuerpo cuando ésta obviamente forma parte de él.
Tenemos que reconocer la alquimia sexual recordando lo que el ser humano es en su interior y, para ello, es importante dar lugar al corazón que es el que realmente te guía hacia tus verdaderos valores sexuales y te otorga con ello autenticidad y libertad. El corazón no puede decidirse por la guerra de los sexos porque éste va por la unión, la sincronía, la sintonía y la consonancia el latir Universal, cuando la mente logre alinearse al corazón, todas las cualidades de ésta se potencializan en beneficio del ser humano pues se logrará la unión del amor y la sexualidad porque la cabeza tiene un gran potencial para decidir, pero requiere de estar al servicio del corazón o, de lo contrario, la cabeza se volverá loca ya que no existen valores, nada tiene sentido y no conoce ni el amor ni la belleza ni la gracia, solamente el razonamiento.
Si se sigue tratando a las mujeres como seres humanos de segunda clase, inevitablemente la alegría, el sentido del humor y el regocijo serán efímeros y pasajeros, ya que los encuentros sexuales entre hombres y mujeres seguirán teñidos de ese sentimiento de control y manipulación.
Cuando te reconoces como el ser humano cuyas cualidades sexuales enriquecen tu vida, entonces eres alegre, con sentido del humor, la risa y el amor forman parte de tu vida y no te dañas ni permites que te dañen. Te compartes a los demás en una danza sensual porque tú eres tú con la gente, sin la gente y a pesar de la gente. Sabes que tus cualidades sexuales forman parte de tu vida y te sientes pleno(a), creativo(a) y tu prioridad de vida se transforma en procurar el mantenimiento y evolución de éstas, tus cualidades porque siempre aportan frescura y ligereza.
Amor, compasión, condolencia y amabilidad forman parte integral de ti mismo(a) y no necesitas ni romper ni segregar tu sexualidad. ¿Qué sería romper y segregar? Cuando te estereotipas y clasificas sexualmente de acuerdo a tu sexo, edad, estado civil, lugar de origen, lugar de residencia, cultura, religión, nivel económico, salud, educación, etc…Todas estas variables te mantienen “a salvo” y evitan que te arriesgues a vivir por ti mismo(a) dependiendo siempre de lo que lo de afuera espera que seas y provocando en ti comportamientos ya sea de rebeldía o de represión que te fueron heredados y que, de alguna forma, heredas a tus hijos formándose así una larga cadena de insatisfacción sexual.
No estoy en contra de ninguna de las variables de segregación sexual que acabo de mencionar, el punto focal está en que, cuando dichas variables limitan tu ser esencial, estamos hablando del surgimiento de conflictos sexuales internos que, invariablemente tendrán y tienen su manifestación externa y, ejemplos de esto pueden ser el expresar frases “inocentes” como: “Tengo mala suerte con los hombres”, “Ahora yo me cojo a los hombres y qué”, “Las divorciadas son carne de cañón”, “Con mi dinero compro cualquier vieja y/o cabrón”, “A nuestra edad si no agarramos macho ya no agarramos nada”, “Después de los 40 ya no se te para tan fácil”, “Los latinos son calientes y los europeos fríos”, etc… Notas cómo “inocentemente” decretas frases que se convierten en tu realidad y te vas clasificando y estereotipando limitando tú sexualidad tanto interna como externamente. Mientras, de alguna forma, sigas viviendo masificado(a), es decir, viviendo sexualmente como se espera que vivas, seguirás en la conquista sexual y tus comportamientos seguirán siendo opresores, explotadores y represores que producen violencia física y psicológica en la que seguirás siendo esclavo(a) del sistema.
Cuando te permites reconocer en ti tus cualidades sexuales, estás listo, si así lo deseas, para acceder a la experiencia sublime del silencio en la danza de los amantes.
Para llegar a este nivel de silencio en tu sexualidad has de haber pasado ya por muchas experiencias sexuales tanto satisfactorias como dolorosas. El silencio en tu sexualidad requiere la unión de tu luz y sombra. ¿A qué me refiero con esto? Bien, respecto a la parte de la sombra me refiero a que en tu desarrollo sexual, lo más seguro es que has crecido en ambientes restrictivos y represores en cuanto a comportamientos sexuales se refiere como la mayoría de los seres humanos y ello ha contribuido a que, para ti, muchos aspectos de la sexualidad te causen culpa o formen parte de tu tabú sexual, por ejemplo la masturbación, las relaciones sexuales prematrimoniales, el mostrar excitación y pasión como realmente sientes y muchos más; ello te pudo haber orillado a manifestarte sexualmente, con el tiempo, de una forma que no eres tú realmente y, ejemplos de ello pueden ser: Ceder a relaciones sexuales cuando no quieres, demostrar tu hombría para no quedar mal, fingir que el sexo no te afecta y que eres capaz de experimentar lo que sea, abusar de sustancias para tener “mejor sexo”, manipular, dominar y someter al(a) otro(a), condicionar un encuentro sexual, decir SI cuando querías decir NO y viceversa, fingir orgasmos que no sientes, exagerar tú excitación con jadeos y movimientos grotescos, etc… Todo esto, en el fondo, produce interferencia y ruido entre tu ego personal y tu YO esencial. Para llegar hasta tu YO esencial, que es el que te brindará la experiencia de vivir la plenitud del silencio en tu sexualidad, es importante romper todas esas barreras que se han forjado alrededor de tu ego personal y que te forma una identidad y te hace creer que eres tú y que no te puedes comportar y vivir diferente.
En cuanto a la parte de luz, me refiero a todas aquellas experiencias sexuales en las que pudiste sentir placer sin culpa y que fueron tan plenas que quisiste repetir esas experiencias todo el tiempo y que, al buscar volver a experimentar “lo mismo” caíste en comportamientos obsesivos que te llevaron a la frustración de no poder vivirlo de nuevo. Es la parte de luz porque ya te comprobaste que se puede disfrutar sin culpa ni represión y tampoco rebeldía. Cuando analizas y profundizas en ti mismo(a), estás listo(a) para unir ambas polaridades (luz y sombra sexuales) e iniciarte en el camino que te conduce a experiencias de silencio sexual en las que empiezas a “escuchar” los misterios del sexo y el enigma de tu cuerpo. ¿Eres capaz de imaginar el silencio en tu vida sexual?….
Cierra un momento tus ojos y empieza a explorar tu cuerpo, con el poder de tu imaginación recórrelo cada centímetro, respira, suspira, escúchate respirar, siente ese espacio interior, si de verdad sientes que eres merecedor(a) del placer, sabes que siempre hay tiempo para ti. Llegar a Tu Silencio Sexual implica intimidad contigo e intimidad contigo significa paciencia y aceptación total. El cerrar los ojos facilita esta intimidad ¿No sueñas con placeres exquisitos? ¿Acaso no tienes deliciosas fantasías? ¿Sueñas con no sentirte juzgado(a) en la intimidad? Sabes que en una u otra forma el miedo y la ansiedad se manifiestan en algún punto de tu vida sexual, también sabes que aunque no lo expreses y no lo reconozcas, te gustaría no sentirlo. Hay una infinidad de máscaras que te impiden llegar a tu propio Silencio Sexual, algunas de ellas están tan intrínsecamente integradas a tu personalidad que crees que forman parte de ti, que te describen y no es así, no eres tú.
Por otro lado, si pretendes pensar positivo y, en base a ello, actuar en tu sexualidad, notarás que no siempre te funciona. La mente no puede sanar por sí sola al cuerpo. Es importante accionar. Primero tienes que accionar contigo, abrir brecha hacia ti mismo(a). Hablo de sanar al cuerpo porque nuestro cuerpo, desde muy temprana edad empieza a ser censurado en el “sentir”. Se le condiciona tanto y de tantas maneras (con códigos de familia, sociales, religiosos, culturales y educativos) que mas que portar tu cuerpo con orgullo y agradecimiento, te manifiestas como portando una armadura que te impide acercarte realmente a los demás y viceversa, con una sutil, pero constante insatisfacción, con un anhelo de sentir plenitud y éxtasis, pero sobretodo, con demasiado ruido en tu interior.
Ahora, tal vez, el que te hable del Silencio Sexual ya no te suene tan disparatado y cursi. Para poder llegar a este Silencio es necesario que acciones a tu ritmo y empieces por identificar cuáles son tus miedos al “sentir”, sentir placer asusta por paradójico que suene. Anhelas libertad sexual, no libertinaje; anhelas libertad sexual, no control, manipulación y condicionamiento; anhelas libertad sexual, no sometimiento. Y aunque estas condiciones se manifiestan en forma diferente en mujeres y hombres no son excluyentes en ninguno de los dos casos. Dicho anhelo de libertad se complementa con un anhelo de paz sexual, si, paz sexual y ésta no es sinónimo de abstinencia ni nada por el estilo, tampoco implica la represión de la pasión. El Silencio Sexual te conduce hacia tu libertad y paz sexuales. Menciono “tú” libertad y paz porque eres único(a), te permite empujar tus propios límites hacia afuera de ti mismo(a) y con ello vivir una experiencia sin intimidación. Es importante que tomes en cuenta que: el cuerpo físico exige; el cuerpo emocional, grita; el cuerpo mental, habla y el cuerpo espiritual, susurra y el alma, en silencio al Éxtasis.
F.B: Sexualidad Sagrada
Psic. Jaquelin Machado Garduño
SALUD
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