Revista Personae

LOS SEXOS, LAS CREENCIAS Y LA ENERGIA SEXUAL

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Para la evolución de la humanidad ha sido necesaria la separación de los sexos para que, con el tiempo, las personas se den cuenta de que tienen que aprender a pensarse, sentirse, vivirse y accionar ya sea como mujer y como hombre desde la heterosexualidad; sin embargo, es importante incluir en la actualidad a la comunidad LGBTQ+ con sus respectivas variantes, según corresponda, asumiendo las implicaciones sexuales que ello conlleva. Mientras esto no se dé totalmente, se manifestará siempre esa ansiedad sexual de copulación que no lleva a la realización y si, a la obsesión por el sexo.

Para ello hay que comprender primero, que la fuerza que mueve al planeta y que sostiene la creación en todos los niveles de existencia es la “Energía Sexual”, dicha energía se simboliza generalmente por el fuego, el agua y la luz. De ahí que se dice que “toda vida nace de las aguas o fluidos sexuales”.

 

LOS SEXOS, LAS CREENCIAS Y LA ENERGIA SEXUAL

 

Las antiguas civilizaciones lo sabían y por ello se planeaba la concepción de un bebé de acuerdo a los ciclos de la naturaleza, ya que se buscaba que el nuevo ser tuviera las cualidades adecuadas conforme al tiempo que se estaba viviendo. Esta forma de planeación de la concepción mantenía en equilibrio la energía sexual de las personas.

La energía sexual está íntimamente relacionada con la estabilidad psíquica del ser humano así como con el equilibrio de su salud física y el correcto funcionamiento tanto de sus sentidos físicos (oído, vista, olfato, gusto y tacto) como de los sentidos sutiles o internos.

Al estar en conflicto sexual de cualquier tipo, las personas tienen su energía sexual desequilibrada, y en consecuencia, surgen disfunciones sexuales, obsesiones y desconexión con los sentidos sutiles que, a su vez, rompen la comunión con lo divino. Esto se da fundamentalmente por el malgasto de la energía sexual debido a eyaculaciones sin control ni objetivo, a orgasmos de bajas pasiones que despiertan el instinto bestial (no estoy hablando de moralidad ni religión). Esto mantiene a muchísimas personas en la inconsciencia de su sexualidad, en una división de sexos (que no es lo mismo que separación ya que la división implica dominación y sometimiento de un sexo sobre otro) y así, viven su sexualidad en un aletargamiento de patrones de comportamientos sexuales repetitivos que los mantiene “dormidos”, insatisfechos y con una ansiedad constante porque se manifiestan el orgullo, la vergüenza y el miedo.

Por la división y distorsión de los sexos surge el deseo (desear es ansiar), el(a) esclavo(a) del deseo es esclavo(a) del “pecado” y el pecado no es otra cosa que desconocer, errar, por lo tanto, el pecado es sufrimiento. Los seres humanos que viven en la división y distorsión de los sexos, viven en el dominio, el sometimiento, la manipulación y el condicionamiento tanto de su sexo como del de los demás, por lo tanto el deseo en el que viven es un deseo por el “control”, y pretender controlar implica desequilibrio en la energía sexual, este desequilibrio provoca, nuevamente sufrimiento  y así, se forman círculos viciosos de patrones de comportamientos sexuales repetitivos que les dan movimiento a las personas, pero no les proporcionan evolución y se pueden mantener estancadas o incluso entrar en procesos decadentes de involución por mucho tiempo, sin embargo, por tenencia natural, todo acto o comportamiento sexual repetitivo y estancado, tarde o temprano llega a su límite y si no hay evolución, entonces va hacia atrás provocando un mayor sufrimiento.

Cuando las personas comprenden lo que es la separación de los sexos, entonces, saben que una mujer va a responder siempre como mujer, no en un desequilibrio de lo femenino. Va a responder como mujer porque en su totalidad y de forma íntegra, piensa, siente, vive y se realiza como mujer sabiendo que su polo positivo es el pecho y su polo negativo es la zona genital y esto le proporciona su equilibrio en su energía sexual. Por su lado, el hombre va a responder siempre como hombre y no como hipersensible porque su equilibrio en energía sexual está en su polo positivo la zona genital y su polo negativo en el pecho. Lo mismo aplica para la comunidad LGBTQ+. Así en la danza amorosa ambos integrantes se vuelven complementarios y la división de los opuestos se disuelve, como una especie de alquimia sexual, ambos salen mucho más enriquecidos después del acto amoroso.  Cuando esto se entiende y se comprende ambos saben que son complemento uno del otro y la rivalidad y el conflicto se disuelven.  

Para lograr la alquimia sexual en la danza amorosa una de las variables a trascender es el proceso que implica transitar por el sendero de tus propias creencias en lo referente a tu vida sexual y la sexualidad.

 

LOS SEXOS, LAS CREENCIAS Y LA ENERGIA SEXUAL

 

Muchas de las experiencias que actualmente vives en tu sexualidad son el resultado de tus creencias. Las creencias, por lo general, nos son inculcadas desde niños y éstas se van metiendo tan dentro de nuestro subconsciente que las transformamos en verdades absolutas. Las creencias, con el tiempo, se convierten en afirmaciones así, por ejemplo, si utilizas frases como: “ todos los hombres son iguales”, “las mujeres son objetos sexuales de placer”, “no soy lo suficientemente bueno en la cama”, “si me muestro sexualmente como soy van a decir que soy puta”, “solo me estás utilizando”, “las mujeres son mentirosas y les gustan los hombres cabrones”, “el sexo es asqueroso”, etc… y todas aquellas frases que se te puedan ocurrir en este momento, sucede que, literalmente, vas creando tu futuro, es decir, el universo hará que se te cumplan esas afirmaciones y, al constatar que tus afirmaciones, cuyo fundamento son las creencias, se manifiestan por medio de tus experiencias sexuales, irónicamente, reforzarás esa creencia y expresarás nuevamente las afirmaciones correspondientes y se te seguirán materializando en forma de experiencias sexuales frustrantes y así indefinidamente permanecerás en un círculo vicioso.

De este modo y de acuerdo con tus creencias sexuales, vas creando tu sexualidad, esto es muy sencillo, pero es difícil de aceptar, pero cuando lo llegas a aceptar, te das cuenta de que puede crear deliberadamente lo que quieres experimentar en tu sexualidad porque logras ser consciente de lo que no quieres vivir, pero que, de alguna forma, contribuyes a que ello se dé. La mayoría de nosotros pensamos y pensamos todo el tiempo sin poner atención a ello y, en consecuencia, hablamos y expresamos lo que pensamos sin darnos cuenta de la trascendencia de nuestras palabras; si vas por la vida diciendo, por ejemplo, “quiero una relación de pareja en la que me pueda compartir sexualmente con pasión, pero el problema es que todos los hombres y/o mujeres (según sea tu caso) son unos(as) cabrones(as)”, ¿Qué es lo que crees que llegará a tu vida? Y si, además te relacionas con personas que refuercen tu creencia, bueno, el potencial de expansión de tu afirmación-creencia se irradia hacia todos lados, de tal forma, que tus relaciones interpersonales, ya sean de trabajo, familia y/o encuentros casuales, te reflejaran justo aquello que afirmaste.

Es importante que seas consciente de lo que piensas respecto a tu sexualidad y te cuestiones si aquello que piensas realmente te agrada y lo quieres recrear en tu experiencia de vida. ¿Hay que estar atento(a)?, definitivamente sí. Es importante que aprendas a pensar diferente si quieres mejorar tu vida sexual, es aprender a crear nuevos hábitos con sus ganancias y, poco a poco, el beneficio que obtendrás será cada vez mayor, de tal forma, que se transformará en tu forma de vida. Te ocurrirán cosas que no te esperabas, pero que te harán sentir de maravilla y, entonces, cambiarás tus creencias limitantes hacia unas creencias estimulantes y las expresarás en afirmaciones tales como: “Vivo en plenitud y éxtasis sexual”, “cada encuentro sexual para mí es estimulante”, “hombres y mujeres tienen un potencial maravilloso de transformar su vida sexual”, “la sexualidad es una forma de vida que me estimula a crear cosas maravillosas”, “soy sexualmente consciente y ello me da muchas ventajas”, “me se compartir con los demás”, “no necesito ni someter ni condicionar a nadie para que sienta que tengo el control”, etc…

 

F.B: «Sexualidad Sagrada»

SALUD

Núm. 293 – Abril 2024