Revista Personae

CAMINO DE CRECIMIENTO 

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Cuando los seres humanos nacen comienza el gran desafío llamado vida. De niños son tomados de la mano por sus guías, sus progenitores o cuidadores, que a través de sus enseñanzas les ayudan a descubrir el mundo y tomar decisiones. Por su parte, la forma como los padres educan a sus hijos depende de su historia personal, de sus creencias, valores, conflictos, entre otros. Por lo general, influye de manera positiva o negativa en el comportamiento del menor y su estado emocional. 

 

Sin embargo, hay que entender a cada persona como una unidad bio-psico-social, que conforme pasa el tiempo se construye su personalidad por medio de sus vivencias. No obstante, el vínculo que establecieron con sus padres desde temprana edad determina parte de su conducta. Influye también la herencia genética en su comportamiento. Por lo tanto, es importante fortalecer los pensamientos y controlar las emociones y sentimientos con las aportaciones de la inteligencia emocional, para no dejarse dominar por los impulsos y que puedan resolver los problemas que se les presenten mediante estrategias eficaces de soluciones. Resaltando, la actitud que muestren ante las dificultades marcará la diferencia. 

 

En otras palabras, para poder germinar una semilla emocional, tiene que ver con el camino que la persona elija. Si la semilla trata de crecer en medio de un pantano o tierra estéril dañará su conducta y se puede presentar alteración en el comportamiento, como son los trastornos emocionales o en algunos casos si tiene predisposición a enfermedades mentales, la persona vivirá en un laberinto emocional, pero si se riega con amor desde los primeros años del infante, se podrá fortalecer su autoestima, así mismo, si se le proporcionan las herramientas que necesita para un sano crecimiento, podrá elegir el camino adecuado para transitar en cada etapa de su vida de forma satisfactoria. 

 

CAMINO DE CRECIMIENTO

 

La existencia humana pasa por diferentes etapas y cada una deja grandes enseñanzas mediante las experiencias; algunas gratas y otras que no fueron lo que se esperaba, lo importante es seguir caminando en ese presente maravilloso y como dice la letra de la canción de Antonio Machado:

 

 “Caminante, son tus huellas

el camino y nada más;

caminante, no hay camino,

se hace camino al andar.

Al andar se hace camino

y al volver la vista atrás

se ve la senda que nunca

se ha de volver a pisar.

Caminante no hay camino

sino estelas en la mar…”.

 

Bella letra que se centra en el presente que fluye sin nada que lo detenga, evocando el pasado que no regresará, pero que debe seguir caminando con paso firme hacia el futuro. 

 

Para llegar a un camino de crecimiento interior hay que aprender a vivir desde el amor. El perdón que sana, es despedirse de lo que ya no es necesario, es soltar los apegos, es vivir el dolor sin que se transforme en sufrimiento mediante el manejo adecuado de los duelos y disfrutar el presente como si fuera el último día. Trabajar incansablemente en cada área de oportunidad y apreciar todo lo que habita en el planeta, desde una puesta de sol o una tarde de lluvia. Ver el lado positivo de las cosas y evitar los pensamientos negativos que son mensajes debilitantes que influyen en la salud mental.

 

El camino de crecimiento, tiene que ver con el desarrollo personal y no se forma de la noche a la mañana, lleva tiempo construirlo. Es como una gran aventura que representa desafíos, metas, sueños, libertad de elección. Pero también, es tener la capacidad de afrontar los problemas con la mejor actitud y en cada caída, levantarse y continuar caminando sin voltear atrás para no quedarse en el pasado y construir un modelo de vida basado en el éxito y la superación personal.

 

“No importa lo lento que vayas, siempre y cuando nunca te detengas.”
Confucio.

 

Psicoterapeuta Raquel Estrada

racheles_03@outlook.com

55-55035476

SALUD

Núm. 293 – Abril 2024