Revista Personae

EL SENDERO DE LA SEXUALIDAD EN LA CRISIS DE PAREJA

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¿Hacia dónde nos está empujando la vida? hacia las CRISIS tanto individuales como de pareja, familiares, sociales, culturales, religiosas, económicas, políticas y científicas; es una de las variables principales que hemos de tomar en cuenta para poder amar tanto a nuestro cuerpo como a nuestra pareja (ya sea casual o de tiempo). Resulta que en nuestro cuerpo yacen, enquistados todos los conflictos, traumas, bloqueos, engramas, miedos, agresiones, obsesiones, etc., que nos impiden, que nos limitan vivir una continua expansión de nuestra Sexualidad, pues nuestra energía sexual se encuentra bloqueada u obstruida y con ello, tarde o temprano, caemos en algún tipo de crisis.

La Sexualidad es un amplio mar de energía misteriosa, sagrada y perfecta. Puede ser que después de experimentar una gran confusión con respecto a la sexualidad, después de una etapa en que pruebas diferentes caminos, incluso después de una etapa en que te vuelves promiscuo/a o célibe, o después de haber despertado con el hombre equivocado o con la mujer equivocada y aún después de una noche en que los afrodisiacos, las sustancias y/o alcohol te dieron una “elevación” de tu química fisiológica, etc., al sentir que no encuentras un camino sexual en el que la sexualidad te deje sentir algo más profundo, más inspirador, más plasmado de éxtasis, de pronto, te haces preguntas diferentes al respecto de la Sexualidad, buscas así, un vínculo sexual diferente para que la energía sexual que nace en el sacro y estimule la creatividad en tu vida, suba hacia la coronilla. Para ello, es necesario que el hombre sea maestro de su energía sexual para que éste pueda encender el vientre de su mujer durante algún tiempo y, posteriormente, la mujer encienda el pecho de su hombre y así, después de un tiempo de viajar entre cumbres y valles, ambos suban las energías y vivan el éxtasis, la expansión, el amor y la libertad que se produce.

 

Crisis de Pareja

 

Sin embargo, el primer paso para llegar al sexo mágico es Confiar en tu Cuerpo, y confiar en tu cuerpo es una afirmación mucho más profunda de lo que se lee.

Otra variable que sería conveniente que consideraras para amar a tu cuerpo es el placer, lo primero que debes hacer es aprender otra vez a sentir tus manos. Los beneficios que vas obteniendo son verdaderamente geniales. Lo primero es, si te das la oportunidad de sensibilizarte poco a poco, notarás que esa especie de “capa” que cubría enteramente toda tu piel se desvanece lentamente aumentando tu sensibilidad y, en consecuencia, surge un deseo fuerte de querer sentir más placer. ¿Qué te está sucediendo? Que le das a tu cuerpo el sentido de esperanza que había perdido y, por otro lado, le demuestras a tu mente que físicamente es posible sentir más rico y con ello tu mente se va tranquilizando, ya que ésta siempre “necesita comprobar a través de eventos materializados (en este caso a través de las caricias corporales), cuando tu mente se tranquiliza, entonces tu espíritu que es, digamos, el cuerpo que te permite expresar lo que hablas, le proporciona claridad a tu mente y con esa claridad resulta que tu alma, es la que te da tu sentido de vida, te inyecta, por decirlo de algún modo, esas ganas de vivir, de soñar que puedes lograr armonizarte e integrarte con amor a la vida porque además, lo empiezas a sentir en la totalidad de tu ser, entonces tus barreras emocionales ya no tienen razón de ser, se desvanecen y tú pierdes el miedo y te vuelves a entregar al otro(a) en un gozo real, lleno de placer, y con el renovado sentido de esperanza de saber que siempre se puede sentir más rico y diferente. Generándose así una espiral evolutiva ascendente EN LA QUE CUERPO, SEXO Y PLACER forman una sola energía amalgamada.

Sin embargo, no debemos perder de vista la importancia que tiene la energía sexual. La energía más intensa y poderosa del ser humano es la energía sexual, en esta Nueva Era Dorada que inició a partir del 22 de diciembre del año 2012, cada vez más, el plasma, chi, prana, energía kundalini, etc., está teniendo y va a tener su manifestación física más rápida en tu realidad inmediata, sepas o no encauzarla. Tu vida sexual se verá afectada cada vez en forma más inmediata en cuanto a tus vivencias, creencias, pensamientos, emociones, sensaciones, sean éstas conscientes o inconscientes, lo que tienes que lograr es la congruencia entre tu adentro y tu afuera.

 Así, cuando las crisis se presentan en tu relación de pareja tienes la libertad de elegir de qué forma la afrontas porque sabes que de esa forma puedes salir con mayor consciencia y claridad o, por el contrario, si eliges evadirla, huir y contraerte, no impedirá que tu energía sexual se manifieste en formas caóticas.

Vivir consciente del coraje que se requiere para un sexo que atraviesa los límites del ego es un riesgo que vale la pena. Si logras comprender que sexo y amor son un estado natural del ser, entonces, el miedo desaparece, y el coraje de seguir creciendo, desarrollando y evolucionando en tu sexualidad surge como respuesta a tu determinación. Hablo de coraje no en un sentido negativo de resentimiento, rabieta o ira, es más una cuestión de carácter, determinación y libertad.

Si no eres consciente de que sexo y amor eres tú mismo(a) no puedes serlo y, mucho menos, vivirlo y el resultado es la experiencia del miedo, la angustia, los conflictos y complejos sexuales, mismos que te llevan a comportamientos de condicionamiento, dominación y competencia hacia ti mismo(a) y hacia los demás.

Cuando vives con una sexualidad consciente y con amor te expandes, te abres, confías y te desvaneces más allá de tu personalidad; pero, si vives con miedo, tu sexualidad se mantiene dividida y tú te contraes, te cierras, dudas y te sientes solo(a).

Si eres consciente de que eres sexo y amor, te integras a la vida misma, a la naturaleza, al universo, al cosmos: por ello el miedo desaparece. Cuando llegaste al mundo, en tu primera infancia no tenías miedo porque en forma innata sabías que eres un ser sexuado y amoroso; pero al crecer, con la influencia familiar, religiosa, social, científica y cultural fuiste, adoptando creencias muertas respecto al sexo y al amor en vez de despertar tu sentido de la curiosidad, de la búsqueda y de la aventura. Si te has convertido en un(a) erudito(a) con respecto a tu sexualidad y la de los demás, entonces tiendes a etiquetar cosas, situaciones y personas clasificándolas según tus creencias y experiencia personal e inevitablemente, caes en el juicio y la crítica tanto hacia tu sexo como al de los otros, dejando de lado el erotismo, la sensualidad, el exotismo, la belleza y la naturaleza.

 

El Sendero de la Sexualidad en la Crisis de Pareja

 

Encontrar personas que se conocen sexualmente de verdad es muy raro, sin embargo, sí existen. Son personas centradas y si las quieres conocer tienes que atravesar una revolución, porque si quieres conocer a una persona centrada, tendrás que permitir que alance tu centro, tendrás que volverte vulnerable, absolutamente vulnerable y abierto(a). Es arriesgado porque se requiere de coraje el permitir a una persona conocer tu centro sexual, es peligroso porque nunca sabes qué va a hacer esa persona porque puede suceder que cuando haya develado todos tus secretos, que haya encontrado todos tus escondites y te encuentres expuesto(a) completamente sin saber qué hará esa persona, sientes miedo y por eso, no te abres nunca, creas un vínculo, pero esto no es amor, no es sexo consciente porque te manejas en la periferia de ti mismo(a) y ésta, es limitada porque solo tiene que ver con tu ego, con tu personalidad. La periferia es el límite donde terminas tú y empieza el mundo. La periferia no eres tú.

Es muy importante que comprendas que no se puede confundir el sexo consciente y el amor con un vínculo porque puedes hacer el amor, puedes tener relaciones sexuales, pero tu sexo es puramente periférico. Y a menos que se encuentren los centros, el sexo no será más que el encuentro de dos cuerpos en el que dicho encuentro no es suyo ya que el sexo sigue siendo un vínculo físico, corporal que limita grandemente tu sexualidad. Sólo puedes permitir que alguien llegue hasta tu centro sexual cuando no tienes miedo, cuando no estás asustado(a).

Puedes vivir orientado(a) hacia el miedo o hacia el sexo consciente y al amor. Si tu orientación es hacia el miedo, tu sexo está dividido, no te puedes relacionar a profundidad con nadie porque no permites que nadie llegue a tu centro y solo permites que lleguen hasta cierto punto, a partir del cual, se topan con pared, vives asustado(a) y acomplejado(a) y te escondes bajo muchas caretas.

Si tu orientación es hacia un sexo consciente y al amor, entonces, no tienes miedo de los resultados y las consecuencias de tus acciones en sexualidad, no te preocupas por el futuro, vives el aquí y el ahora con responsabilidad. No calculas ni planeas ni compones y/o salvaguardas porque sabes que es malgastar tu vida. Pero, para ello, se requiere de coraje y determinación de tu parte. Sin embargo es un riesgo que vale la pena y sólo las personas que viven de este modo los saben, el resto viven en la fantasía, el deseo y la necesidad.    

 

Contacto:

Psic. Jaquelin Machado Garduño

Whatsapp: (222) 6171475        

 

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Núm. 300 – Noviembre 2024