Revista Personae

CONQUISTAS O RECONOCES TU VIDA SEXUAL

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Cuando te manejas en la conquista ya sea de tus potencialidades sexuales, de conquistar al otro(a) o de lograr ser lo que se espera que seas sexualmente en el área familiar, social, política, económica, científica y/o religiosa, estarás siempre en lucha y división, la conquista implica una lucha. Así, el tener que conquistar tu sexualidad te conduce al conflicto interno y externo y, por lo tanto, a la agresión. Tal vez te suene heroico y hasta romántico el conquistar, pero pregúntate a dónde te ha conducido esta conquista, te sientes acaso pleno(a), integrado(a) y libre, o te vives dividido(a), conflictuado((a) entre lo que debes y no debes ser sexualmente, es decir, que sigues en el juicio y la provocación cantándole al mundo tu “libertad y autonomía sexual” y añorando y deseando ser como quieres realmente ser. Si buscas conquistas sexuales, ya sea individuales o hacia los demás, vives generalmente en el conflicto, porque te desenvuelves en una actitud de dominio y sometimiento en la que solo existe la discordia, la lucha, la guerra y la división de ti mismo(a). ¿No estás cansado(a) de luchar por conquistarte? ¿Realmente crees aún que te debes conquistar? ¿No será que lo que en realidad necesitas es el reconocimiento de tus cualidades sexuales?

 

Reconocer tus cualidades sexuales implica el equilibrio interno-externo, el balance entre naturaleza y ciencia, armonía entre tu sexualidad y tu genitalidad, equilibrio entre tu energía sexual femenina y masculina, complementación entre mujer y hombre, entre hemisferio izquierdo y hemisferio derecho, balance entre tu intelecto y tu mente, y entre tus emociones y tu espiritualidad. ¿Ves? Es unión, es unir lo que hasta ahora, posiblemente te ha mantenido separado(a) en la ilusión de la conquista que te parece muy real y que te ha mantenido prisionero(a) en un cuerpo físico que es un misterio de vida que contiene dentro, alrededor, a través y en sí mismo la Fuerza Vital que es Energía de Vida, es decir, Energía Sexual.

¿Ahora te das cuenta? No tienes nada que conquistar pues ya posees en ti esa Energía Sexual, lo que es recomendable que hagas, es que te formules preguntas diferentes, porque si ya posees dicha energía, entonces lo que correspondería sería el “reconocimiento de tus cualidades sexuales” así, cuestionamientos como: ¿De dónde he sacado que tengo que conquistar mis potencialidades sexuales? Cuando expreso una opinión o un juicio sobre mi sexualidad o la de los demás, ¿quién habla realmente a través de mí? ¿Soy capaz de tener mis propias opiniones o éstas varían dependiendo del lugar, las circunstancias, las personas y la edad, por ejemplo? ¿Cómo podría conquistar la naturaleza y la sexualidad si soy parte de ella?

 

Conquistas o reconoces tu vida sexual

 

La sociedad actual trata de conquistar todo a como dé lugar y por ello, una inmensa mayoría de mujeres y hombres tienen una mente agresiva que siempre está a la defensiva y es por eso, que casi siempre, las respuestas que damos son reactivas y no asertivas. Con este tipo de mentalidad agresiva, puedes hablar de paz cuando en realidad te preparas para la guerra, porque te dices a ti mismo(a) cosas como “tengo que protegerme de…el otro(a)”, “Si me muestro sexualmente como soy, me van a lastimar, a juzgar, a aislar, etc.…”. Qué irónico, para lograr la plenitud, el éxtasis, la libertad y la autenticidad sexual, “tenemos que conquistar, luchar, conseguir, dominar, reprimir, someter, sublimar lo que somos”. ¿Absurdo? Sí, pero real. Así ha actuado la humanidad a lo largo de los tiempos y la verdad es que la mayor parte de la población mundial, salvo algunas excepciones, vive aún en la división, el sometimiento y el dominio sexual de unos sobre otros experimentando emociones de ansiedad, angustia, miedo, ira contenida, tristeza y depresión crónica por mencionar solo algunos.

 

Si tú, como ser humano, niegas tu esencia sexual, tu esencia de vida, niegas, de alguna forma tu Fuerza Vital, es decir, tu Energía Sexual y, entonces, crees que tienes que conquistar tus potencialidades sexuales y vas con ello a la lucha y la consecuente división. Mira, básicamente, es como pedirle a tu mano que conquiste a tu cuerpo cuando ésta obviamente forma parte de él.

 

Tenemos que reconocer la alquimia sexual recordando lo que el ser humano es en su interior y, para ello, es importante dar lugar al corazón que es el que realmente te guía hacia tus verdaderos valores sexuales y te otorga con ello autenticidad y libertad. El corazón no puede decidirse por la guerra de los sexos porque éste va por la unión, la sincronía, la sintonía y la consonancia del latir Universal. Cuando la mente logre alinearse al corazón, todas las cualidades de ésta se potencializan en beneficio del ser humano pues se logrará la unión del amor y la sexualidad, porque la cabeza tiene un gran potencial para decidir, pero requiere de estar al servicio del corazón o, de lo contrario, la cabeza se volverá loca, ya que no existen valores, nada tiene sentido y no conoce ni el amor ni la belleza ni la gracia solamente el razonamiento.

 

Todas las religiones proclaman al cuerpo como pecador e indigno de una u otra forma, han sido formadas por hombres y han rechazado a las mujeres, por ejemplo, el jainismo de la India, dice que con un cuerpo de mujer nadie puede liberarse hacia la consciencia elevada de la sexualidad, lo paradójico es que también enseñan que cuerpo y alma están separados, que el alma no es ni masculina ni femenina, que el crecimiento y evolución del ser humano se da en el alma y no en el cuerpo. ¿Contradictorio verdad?  Lo que sucede es que el objetivo principal se enfoca en la división y el conflicto. Se trata, por tanto, de rechazar a las mujeres porque, en realidad, se rechaza la vida y anteriormente mencioné que la Fuerza Vital es en realidad Energía Sexual y, en consecuencia, es Fuerza de Vida en constante evolución, co-creación y reconocimiento de las cualidades sexuales. Así, si se rechaza a las mujeres, se rechaza la vida, la creatividad y la plenitud, por tanto, la forma más elemental de destruir la vida es separar a los hombres de las mujeres y transformar todo lo natural de la sexualidad en una conquista que, entre otros aspectos, evita a toda costa, cualquier disfrute, amor o cosa jugosa porque el sexo actualmente va teñido de culpa, miedo, represión y sabor a pecado.

 

Si se sigue tratando a las mujeres como seres humanos de segunda clase, inevitablemente la alegría, el sentido del humor y el regocijo serán efímeros y pasajeros ya que los encuentros sexuales entre hombres y mujeres seguirán teñidos de ese sentimiento de control y manipulación.

 

Cuando te reconoces como el ser humano cuyas cualidades sexuales enriquecen tu vida, entonces eres alegre, con sentido del humor, la risa y el amor forman parte de tu vida y no te dañas ni permites que te dañen. Te compartes a los demás en una danza sensual porque tú eres tú con la gente, sin la gente y a pesar de la gente. Sabes que tus cualidades sexuales forman parte de tu vida y te sientes pleno(a), creativo(a) y tu prioridad de vida se transforma en procurar el mantenimiento y evolución de éstas, tus cualidades porque siempre aportan frescura y ligereza.

 

Conquistas o reconoces tu vida sexual

 

Amor, compasión, condolencia y amabilidad forman parte integral de ti mismo(a) y no necesitas ni romper ni segregar tu sexualidad. ¿Qué sería romper y segregar? Cuando te estereotipas y clasificas sexualmente de acuerdo a tu sexo, edad, estado civil, lugar de origen, lugar de residencia, cultura, religión, nivel económico, salud, educación, etc… Todas estas variables te mantienen “a salvo” y evitan que te arriesgues a vivir por ti mismo(a) dependiendo siempre de lo que lo de afuera espera que seas y provocando en ti comportamientos ya sea de rebeldía o de represión que te fueron heredados y que, de alguna forma, heredas a tus hijos formándose así una larga cadena de insatisfacción sexual.

 

No estoy en contra de ninguna de las variables de segregación sexual que acabo de mencionar, el punto focal está en que, cuando dichas variables limitan tu ser esencial, estamos hablando del surgimiento de conflictos sexuales internos que, invariablemente, tendrán y tienen su manifestación externa y, ejemplos de esto pueden ser el expresar frases “inocentes” como: “Tengo mala suerte con los hombres”, “Ahora yo me cojo a los hombres y qué”, “Las divorciadas son carne de cañón”, “Con mi dinero compro cualquier vieja y/o cabrón”, “A nuestra edad si no agarramos macho ya no agarramos nada”, “Después de los 40 ya no se te para tan fácil”, “Los latinos son calientes y los europeos fríos”, etc… ¿Notas cómo “inocentemente”  decretas frases que se convierten en tu realidad y te vas clasificando y estereotipando limitando tu sexualidad tanto interna como externamente? Mientras, de alguna forma, sigas viviendo masificado(a), es decir, viviendo sexualmente como se espera que vivas, seguirás en la conquista sexual  y tus comportamientos seguirán siendo opresores, explotadores y represores que producen violencia física y psicológica en la que seguirás siendo esclavo(a) del sistema ya sea económico, político, científico y/o religioso.

 

Cuando te permitas reconocer en ti tus cualidades sexuales, la fragilidad (que no es sinónimo de debilidad) y la armonía, rodearán tu vida y te sentirás tan libre sexualmente que, ocurra lo que ocurra, permanecerás enfocado(a) en ella y no perderás ese deseo der libre sexualmente ya que ese deseo te conduce al deseo de ser divino(a). Por tanto, la libertad sexual continuará siendo tu objetivo a mantener, suceda lo que suceda, y adquieres astucia y diplomacia porque no luchas.

 

Al reconocer tus cualidades sexuales, reconoces tu cuerpo físico como un templo sagrado que se convierte en tu libro sagrado viviente, toda la existencia se convierte en un libro sagrado, léela, escúchala para que, poco a poco, te des cuenta de que estás y formas parte de la Energía Vital, Energía Sexual de la que hasta ahora has sido inconsciente. Con ello puedes lograr transformar tu vida en una “reverencia a la sexualidad, por tanto, a la vida”, y te compartes a los demás ofreciendo tu alegría, tu amor, tu paz, tu dicha y tu plenitud y creatividad sexual, ya que dicha reverencia es ahora tú forma de vida.

 

Psicóloga Jaquelin Machado Garduño 

e-mail. c-ha-p@hotmail.com
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Núm. 300 – Noviembre 2024