¿RUSIA, UCRANIA, EXPLOSIONES NUCLEARES Y SISMOS?
- VERSO CONVERSO
- mayo 2022
- Ing. Carlos Miguel Valdes Gonzalez
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Las palabras Hiroshima y Nagasaki son nombres de ciudades de Japón que todos, generalmente conocemos y asociamos con la bomba atómica. Detonadas el 6 y 9 de agosto de 1945, respectivamente, provocaron la muerte de unas 246 mil personas con la consecuente rendición de Japón y la terminación de la Segunda Guerra Mundial.
Si fuera “detonada” una bomba de 16 Kilotones de TNT, similar a la de Hiroshima, sobre la Torre Latinoamericana, ésta provocaría una destrucción total en un radio de 1.6 Km, vamos, llegaría hasta el Eje 1 Oriente, al poniente hasta Av. Reforma, al norte colindando con Tlatelolco y al sur a la mitad de la colonia Doctores. En este círculo, el Atlas Nacional de Riesgos, nos indica que viven 180 mil personas, hay 67 mil viviendas y 258 escuelas. Por la explosión, los cristales, se romperían en edificaciones hasta un radio de 16 Km, literalmente en toda la Ciudad de México.
Hace años visité el Museo Memorial de la Paz en Hiroshima, un lugar en donde se encoje el corazón al escuchar a la gente sollozar al ver las imágenes y objetos de la destrucción provocada por la bomba. Cada año la Ciudad de Hiroshima emite un Acuerdo de Paz, el del 2021 dice: “Together with Nagasaki and likeminded people around the world, we pledge to do everything in our power to abolish nuclear weapons and light the way toward lasting world peace” (“Junto con Nagasaki y personas del mundo con similar pensamiento, prometemos hacer todo lo posible en nuestro poder, para abolir las armas nucleares e iluminar el camino hacia la paz mundial duradera”). El alcalde de Hiroshima, Matsui Kazumi, dijo algo importante sobre la abolición de armas nucleares, “empezar con poco, pero empezar”.
¿Ha hecho algo México sobre la abolición de armas nucleares? Sí claro. En México en 1967, se firmó el Tratado de Tlateloloco (Tratado para la Proscripción de Armas Nucleares en América Latina y el Caribe), que fue impulsado por el diplomático mexicano Alfonso García Robles, quien recibió el premio Nobel de la Paz en 1982, por dichas tareas. Como el nombre lo dice, el Tratado pretende la desnuclearización de América Latina y el Caribe.
Existen una serie de tratados muy importantes, cuyo objetivo era la prohibición de pruebas nucleares en la atmósfera y la prohibición de cualquier tipo de pruebas y de la proliferación de armas nucleares. Finalmente, en 1996 surge el CTBTO (Organización del Tratado de Prohibición Completa de Ensayos Nucleares), que pretende prohibir la explosión de cualquier arma nuclear, por cualquier persona o país; mismo que lo tienen que firmar los 44 países con armamento o reactores nucleares (faltan: Cora, Congo, India, Pakistán, China, Egipto, Irán, Israel y EU), y tiene la tarea de establecer un Sistema de Vigilancia Internacional (SVI).
¿Cuántas pruebas nucleares se han realizado? Antes del Tratado, 2047 (1,032 EU, 715 USSR, Francia 210, UK 45 y China 45), después de la firma del Tratado en el año 1996, se han probado 10 (India 2, Pakistán 2, y la Rep. Democrática Popular de Corea 6, la última en el año 2017).
¿Cuál ha sido la bomba más grande? La bomba rusa Tsar, también conocida como Gran Iván, de 50 megatones, esto es 3,300 veces más poderosa que la de 15 kilotones de Hiroshima, ésta última equivale a un sismo de magnitud 5.
¿Qué tipo de armas nucleares hay ahora? La RRW (Relaible Replacement Warhead, Confiable y Reemplazable Cabeza Nuclear), propuesta en 2006, es una cabeza nuclear de 30 cm de ancho por 1 m de alto, un peso de 147 kg y una capacidad equivalente a 200 kilotones de TNT (13 veces mas poderosa que la de Hiroshima). Esta bomba RRW, fue diseñada, pero no probada, por eso el nombre “confiable”. Un misil puede llevar varias de estas costosas y destructivas armas. EU y Rusia, cada nación tienen más de 5,000 armas nucleares.
¿Es posible detectar una explosión nuclear? Sí. Con la cantidad de energía liberada por estos terribles dispositivos, es posible. Por eso existe un Sistema de Vigilancia Internacional, en el que participan 89 países, incluyendo a México, y que mantienen 321 estaciones. Un gran sismólogo mexicano, el Dr. Gerardo Suárez Reynoso, actual investigador del Instituto de Geofísica de la UNAM, fue director de dicho Sistema. Las explosiones nucleares subterráneas, permiten mejor acoplamiento de su energía con el terreno y son detectadas por redes sísmicas; por su lado las aéreas y las acuáticas, aunque con menor acoplamiento también producen ondas que viajan por el mar y por aire y pueden ser detectadas por sismómetro y por sensores infra-acústicos. La firma sísmica de las explosiones es diferente a la que producen los sismos, y mediante ciertos análisis se pueden identificar y cuantificar, lo cual fue aprovechado en la Guerra Fría, para mostrar la capacidad nuclear de los países con dicho armamento. Esta circunstancia, también impulsó el desarrollo de sismógrafos y de técnicas de análisis sísmico, que han contribuido al conocimiento del peligro sísmico.
En México hay 3 estaciones sísmicas auxiliares que además de registrar sismos, contribuyen al SVI. Una se encuentra en Tepich, QR; otra en Matías Romero, Oax., y la tercera en La Paz, BC. Hay una estación hidroacústica en la Isla Socorro, a 600 km de Colima, y una estación de detección de Radionúclidos y Gas Noble en Guerrero Negro, BC. La hidroacústica, puede detectar explosiones clandestinas en el mar y la de Radionúcleidos detecta elementos radioactivos en la atmósfera, esta estación se saturó cuando la planta nuclear de Fukushima en Japón explotó, debido al gran tsunami de 2011. México contribuye con estaciones que evalúan por tierra, mar y aire, una posible explosión nuclear.
Cuando se sospecha de una posible detonación nuclear, los instrumentos del SVI, aportan información, ayudan a identificar dicho evento y hay también un equipo de especialistas (principalmente geofícas/geofísicos), que realizarán una inspección de sitio en la zona en donde probablemente se produjo dicha explosión. Curiosamente no podrá haber más de 40 inspectoras/inspectores en un sitio probable, al mismo tiempo. La inspección puede ocurrir a petición de algún país y hasta que el Tratado entre en vigor, al ser firmado por todos los países miembros. La Dra. Claudia Arango Galván, destacada investigadora del Instituto de Geofísica de la UNAM, pertenece a dicho equipo.
Aunque todo está listo para evaluar, verificar e inspeccionar una posible explosión nuclear, esperemos que esto no sea necesario nunca. La situación actual que vivimos del conflicto Ruso-Ucraniano, indudablemente ambos paises tiene la capacidad para detonar una bomba nuclear. Ojalá que el recuerdo del impacto que los artefactos nucleares provocaron en Hiroshima y Nagasaki, sea más importante que el deseo de destrucción.
PREVENIR PARA VIVIR
Lugares en donde se han realizado pruebas nucleares.
Estaciones de monitoreo para detección de pruebas nucleares.
País | Cabezas Nucleares | % del Total |
🇷🇺 Rusia | 6,257 | 47.70% |
🇺🇸 U.S. | 5,550 | 42.30% |
🇨🇳 China | 350 | 2.67% |
🇫🇷 Francia | 290 | 2.21% |
🇬🇧 UK | 225 | 1.71% |
🇵🇰 Pakistan | 165 | 1.26% |
🇮🇳 India | 160 | 1.22% |
🇮🇱 Israel | 90 | 0.69% |
🇰🇵 Corea del Norte | 45 | 0.34% |
Cabezas Nucleares en el mundo. Fuente Politics (30 de septiembre, 2021)