TEATRIKANDO

ESCENARIOS
junio 2022
Benjamín Bernal

<Leonardo> de y con Rodrigo Murray

Excelente trabajo que se puede ver el Teatro Xola. Notable desde el punto de vista de contar una historia, ilustrarla, y acercarnos a Leonardo Da Vinci. Actuación sincera y entregada, con humor de todos los colores, la escenografía es un monumento a la creatividad de Sebastián, y la música adecuada al objetivo atemporal. Para ir por partes, es un juego en el que vemos a un actor que –como muchos–, echa crema a sus tacos y en una llamada toma un nuevo proyecto que resultará ser vital, porque aprenderá mucho de sus conocimientos sobre Leonardo (robando un libro en la tienda de los buhitos).

Entrevisté a Sebastián, autor de la escenografía y me contó que el texto nace de una charla informal, en la que se percata que Rodrigo Murray, “sí conoce el actor y además valora al Pintor-escultor-inventor-anatomista-arquitecto, paleontólogo, científico italiano”, en una era en que todavía no se inventaban estas disciplinas, saca una enseñanza extraordinaria: “se trata de un hombre que fracasó muchas veces, pero nunca se frustró, enamorado como estaba de cada una de sus obras, buscó perfeccionarlas hasta rebasarse a sí mismo. Varios de sus descubrimientos nunca funcionaron, pero eso no le quitó un ápice de entusiasmo. Primer varón que fue “un hombre renacentista” o sea que el conocimiento es uno y lo dividimos en materias pequeñas”.

En la trama Rodrigo Murray persevera hasta llegar a la fecha del estreno, nos deslumbra con un aparato escenográfico monumental, se parece al juguete de Rubik, crea una historia como muchas que vemos a diario en el mundo de la farándula, para obtener conclusiones importantes y útiles para cualquier persona que haya intentado un proyecto de vida. <<Acabará esta escultura, algún día, en una glorieta de Reforma>>. En una palabra: ¡Véala!

Gabriela Rosero es «La Exhibicionista»

En el Foro Shakespeare. Lunes y miércoles.

Ya la había visto años antes de la pandemia, me pareció bien estructurada, ahora es con otra actriz. Usa multimedia para involucrarnos en la vida de esa chica que es actriz porno, María de los Ángeles tendrá una serie de cambios en su vida a partir de una fractura. De Salvador Garcini es esta reflexión sobre el amor-odio a sus padres que la lleva a ser una aficionada a la actuación que llega con un director que la hace sentir mal al decirle que no sirve para teatro. Es interesante el juego de argumentos que da ese mandón a sus preguntas, que son las típicas dudas de una aspirante: <<La sinceridad o la ficción actoral en escena y sus formas de percibir al público>>.

Muy sabrosa la manera en que introduce a The Doors en la escena inicial y final, hace que los de mi generación nos estremezcamos, ¿qué música sería la ideal para motivar a los más jóvenes? No creo el reggaeton.

Varios vuelcos de acción en la trama, hasta que encuentra su camino, hay una psiquiatra muy bien lograda, en general, Gabriela Rosero lleva con acierto el monólogo, hace un trabajo eficiente, repite las caminatas laterales que es frecuente ver en los unipersonales. Ni modo. Excelente montaje. Hay un desnudo integral por si usted sentía que le hacía falta. Pero, no es lo central. Hasta junio de 2022.

Bodas de sangre en el Teatro Helénico

Es en el patio posterior del Teatro, así que en días de lluvia corre usted el peligro de ver suspendida la función o quizá sólo por un rato.

La Dirección es de Noé Alvarado, con guitarras de época en vivo y algo de cante hondo. Vestuario el adecuado a esta narración con una escenografía que representa un redondel taurino lleno de imaginación para dar ritmo a las actuaciones. Elenco: Laura Jaimes, Ricardo Valdivia, David Villarreal, Angélica Lara, Gabriela Palafox, Aldo Estuardo, Lorena Rodríguez, Dann Sotelo, Ricardo Pérez, Karla Reyes, Valeria Russek, Terri Serafio, Ana Silvia Sánchez, Abril Ortiz, Alejandro Aguilar, Francisco Alexie. Brillan especialmente las mujeres del elenco.

Un clásico de García Lorca que se sigue representando bajo los parámetros del Estilo Hispano: ademán amplio, voz poderosa, bien marcados los movimientos de cada uno para cumplir con la poesía de García Lorca. Si le gusta el verso y la grandilocuencia: véala. ¡Olé!