Revista Personae

PROFUNDIDAD EN TU SEXUALIDAD
Disolución del ego

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Consiste básicamente en vivir tu vida sexual tan intensa, íntima y profunda, que “unes lo que ha estado dividido y en dualidad: La Sexualidad y El Amor”, para ello es importante que logres un estado de evaluación que te permita detectar en dónde están las trampas de tu vida que durante mucho tiempo te han mantenido(a) dividido(a). Aspectos como la división, la competencia, la rivalidad, el egoísmo por tus propios deseos sobre los demás, el sometimiento y el control hacia tu pareja, el sexo obsesivo y compulsivo que solo va a lo genital y al desfogue de una calentura física te mantienen en estados de ansiedad y vacíos de insatisfacción porque muchos de tus encuentros sexuales se han vuelto mecánicos. Todo ello y mucho más tiene que ver con el EGO.

Al profundizar más allá de esto, encuentras el poder que tienes de que en cada elección de tu vida sexual puedes balancear las dos polaridades de tu decisión y obtener una mejor respuesta. Sin embargo, debes tener cuidado con tu intimidad sexual, porque “casi todo muere cuando tenía que nacer en la sexualidad”, es decir, el amor y la sexualidad se tienen que encontrar.

Vivir profundamente la sexualidad exige que, nuestra máxima energía, que es la sexual, sea usada en confluencia con el amor. Aclara primero, el caos mental respecto a la unión de la sexualidad y el amor para tu vida enfocando tu atención en lo que piensas al respecto, lo que quieres decir y lo que realmente dices y lograr alinearte a tus sentimientos y emociones para, entonces, llevar a cabo las acciones necesarias en tu vida sexual. Cuando hablo de alinear pensamientos, emociones y acciones a tu vida sexual, me refiero a que cuando logras que estos tres factores estén en armonía y equilibrio, la manifestación externa de tu sexualidad será el reflejo de la armonía y equilibrio internos y se plasmará en todo lo que mires, toques, hables y sientas.

A medida en que nos identificamos con nuestros pensamientos, sin darnos cuenta, estamos continuamente produciendo cambios a niveles de nuestro ser esencial que se manifiestan inevitablemente en el exterior reflejándonos la desalineada relación que hay entre nuestros pensamientos, emociones y acciones. Es hasta que logras concientizar los eventos que te suceden en forma continua en tu vida sexual, como das el primer paso a tu alineación mente-emoción-acción.

Este es un camino solo para suicidas puesto que vivir consciente del coraje que se requiere para una sexualidad que atraviesa los límites del EGO es un riesgo que vale la pena. Si logras comprender que sexo y amor son un estado natural del ser, entonces, el miedo desaparece y el coraje de seguir creciendo, desarrollando y evolucionando en tu sexualidad surge como respuesta a tu determinación. Hablo de coraje no en un sentido negativo de resentimiento, rabieta o ira; es más bien cuestión de carácter, determinación y libertad.

Sexo y amor eres tú mismo(a) pero, si no lo concientizas y lo vives, el resultado es la experiencia del miedo, la angustia, los conflictos y complejos sexuales, mismos que te llevan a comportamientos de condicionamiento, dominación y competencia hacia ti mismo(a) y hacia los demás.

Si vives una sexualidad profunda te armonizas a la naturaleza, al universo y al cosmos y es por eso que el miedo desaparece. Encontrar personas que se conocen sexualmente de verdad es muy raro, sin embargo, si existen. Son personas centradas y si las quieres conocer tienes que atravesar una revolución, porque si quieres conocer a una persona centrada, tendrás que permitir que alance tu centro, tendrás que volverte vulnerable, absolutamente vulnerable y abierto(a).

Es arriesgado porque se requiere de coraje el permitir a una persona conocer tu centro sexual, es peligroso porque nunca sabes qué va a hacer esa persona porque puede suceder que cuando haya develado todos tus secretos, que haya encontrado todos tus escondites y te encuentres expuesto(a) completamente sin saber qué hará esa persona, sientes miedo y por eso, no te abres nunca, creas un vínculo, pero esto no es amor, no es sexo consciente porque te manejas en la periferia de ti mismo(a) y ésta es limitada porque solo tiene que ver con tu ego, con tu personalidad. La periferia es el límite donde terminas tú y empieza el mundo. La periferia no eres tú. ¿Eres de los suicidas dispuestos a disolver el ego? Si esto es así y te atreves a dar un salto al vacío requerirás evaluar que tan determinado/a eres en tu vida sexual.

Sexualmente determinado/a ya sea como mujer o como hombre, implica que asumes tu naturaleza esencial de ser humano íntegra y totalmente. Sin embargo, al hablar de integridad, no estoy haciendo alusión para nada a la religión y a la moralidad porque eso es otra cosa.

Cuando vives sexualmente integrado/a, entonces, tienes real y verdadera la capacidad de “compartir”, de compartirte con otra persona porque tienes muy claro quién eres sexualmente y te vives de esa manera en una forma y formación de vida, pues te sigues explorando, evolucionando mediante el placer, la creatividad, el éxtasis, la plenitud y el poder de lo impredecible y del ahora presente en cada encuentro sexual. Esto, es totalmente diferente del creer que vives y del pensar que eres de cierta naturaleza sexual.

En el vivir sexualmente integrado/a no cabe el miedo, la desolación, la obsesión, la desesperación, ni cualquier situación de conflicto ya que te mantienes alerta, que no es lo mismo que obsesionado/a, por mantener el equilibrio y la armonía entre tu cuerpo físico, sexual, emocional, mental y espiritual, y vives la totalidad de lo que eres sexualmente a cada instante, te gustas, te admiras, eres una persona intensa para vivir, amas la vida en todas sus manifestaciones. Vives peligrosamente en el sentido de que tienes el valor de arriesgarte más allá de tus propios límites. Esto no tiene nada que ver con el libertinaje, la perversión o cualquier aspecto parecido ya que las personas que viven sexualmente integradas son personas libres, auténticas, impredecibles, apasionadas, diferentes en su pensar, en su sentir, en su hablar, en su mirar, en su en su andar, en general, en su vivir porque han aprendido a compartir, a colaborar, a individualizarse, es decir, a desmasificarse del resto de la humanidad pues sobresalen del “rebaño”.

En resumen, han saltado al vacío de un camino muy poco transitado en la sexualidad puesto que éste implica desnudar el alma, sangrar por las viejas heridas del pasado y por las creencias sexuales que creyeron durante algún tiempo que eran suyas realmente asimismo, se han arriesgado a seguirse entregando y compartiendo a la vida en presente, todo lo cual y mucho más, les ha otorgado el privilegio de la libertad sexual, el amor incondicional y la creatividad de una mente libre de ataduras.

Vivir sexualmente integrado/a en la totalidad de tu ser implica tu auto aceptación, ya sea sensual, erótica, exótica, de sangre caliente, cachonda, libidinosa, etc… Así, te vives totalmente como mujer con tu gracilidad siempre fresca… Te vives totalmente como hombre con tu virilidad también siempre fresca porque, tanto una como el otro, saben que el inmenso mar de la sexualidad no tiene límites al ofrecer siempre nuevas, profundas y mejores experiencias de vida que desencadenan siempre en una mayor, mejor y clara integración sexual en plenitud, éxtasis y felicidad cuya coherencia es tal, que vives verdaderamente conectado/a a la Naturaleza, al Planeta Tierra, al Sistema Solar, al Universo, al Cosmos, entonces, te vives bajo la Leyes Universales que, entre otras cosas, te enseñan que la energía de vida, la energía creadora, la energía que mueve desde la vida del organillo más imperceptible, tu vida y hasta el mismo Universo del cual formamos parte, es la Energía Sexual.

Vivir sexualmente integrado/a, por lo tanto, implica correr el riesgo de abrir las puertas a la intimidad, pero no la intimidad de quitarte la ropa y experimentar un encuentro sexual de genitalidad, no. Abrir la puerta de tu intimidad es arriesgarte a vivir peligrosamente, intuitivamente y perceptiblemente porque la verdadera intimidad sexual es total, es pensar, sentir, hablar y accionar desde el corazón. Las personas que viven ya de esta forma saben que la intimidad sexual es primero, hacia ellas mismas con absoluto amor incondicional, verdadera libertad y autenticidad e intenso placer de sentirse vivas.

 

Psic. Jaquelin Machado Garduño
Tel: (222) 6171475
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FB: “Sexualidad Mágica, Perfil Indigo y desarrollo de consciencia”

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Núm. 300 – Noviembre 2024