EL TIEMPO
- VERSO CONVERSO
- abril 2024
- Ing. Carlos Miguel Valdes Gonzalez
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Pocas cosas hay tan valiosas en la vida y “cuestan tan poco” como el tiempo. Todo o casi todo lo medimos en función del tiempo. Por ejemplo, la edad de la Tierra, unos 4,500 millones de años, parece ser y es un tiempo inmenso comparado con la duración de la vida de un ser humano, es importante conocer el dato y mejor aún sería saber cuánto tiempo más existirá nuestro planeta y la vida en él. Nos regimos en todo momento por el tiempo, hora de despertar, de comer, trabajar, disfrutar, dormir etc., lo cuantificamos y lo regulamos. No nos damos cuenta, pero lo podemos medir con un reloj de pulsera, de pared, o ahora, con el celular.
Hace unos 300 años, las cosas no funcionaban así, un reloj era un instrumento delicado y muy caro, no los había personales, a menos que tuviéramos mucho dinero para pagar por uno. En ese tiempo, la navegación en barco requería del conocimiento exacto del tiempo para establecer la latitud a la que se encontraban, y esto se lograba comparando la navegación con un tiempo llevado en un reloj desde que salían de puerto. Es fácil pensar, que, por el movimiento de la embarcación, un reloj de péndulo no funcionaría. Era el reto tecnológico de aquella época y lo logró el Sr. John Harrison, un carpintero inglés que diseñó un cronómetro capaz de mantener la precisión adecuada para viajar.
Es común medir distancias por tiempo, por ejemplo, en la CdMX al preguntar qué tan lejos esta un sitio al que vamos nos responde “como una hora”. Las distancias espaciales, son otra cosa aparte y también se utiliza el tiempo para medirla. La unidad es un año luz, esto quiere decir, que es la distancia que recorre la luz en un año, y hay que recordar que la velocidad de la luz es 300,000 Km por segundo. Por ejemplo, viajar a Marte en una nave espacial convencional, requiere de cerca de 6 meses de viaje, y en cambio sí pudiéramos viajar a la velocidad de la luz, llegaríamos a Marte en 3 minutos. A esa velocidad de la luz, llegaríamos a nuestro Sol en 8.3 minutos. La siguiente estrella más cercana a la Tierra, es Próxima Centauri y se encuentra a 4.2 años luz de distancia. Si quisiéramos recorrer esa distancia en un coche a 100 km por hora, tardaríamos 45.36 millones de años. Otra forma de ver la distancia sería, si la Tierra tuviera el tamaño de medio milímetro, el Sol sería como una pelota de tenis ubicada a 6 metros de distancia y Próxima Centauri estaría a 1,424 kilómetros, y eso que es el vecino más cercano, casi a la vuelta de la esquina.
Pero regresando a tiempos más terrestres, el tiempo que nos ejercitamos por día, nos sugiere que tratamos de mantenernos saludables, también el tiempo mínimo que dormimos, pero no el tiempo que pasamos frente a la televisión, a la computadora o con el celular, éste último hasta nos indica cuantas horas hemos estado mirando dicho objeto. Hay tiempos de calor, de frio, de lluvia y hasta electorales. En todos estos tiempos hay diferentes tipos de preparativos que podemos implementar, si es que queremos evitar problemas o desastres.
Actualmente vivimos tiempos de intenso calor y de escases de agua, por lo que es necesario actuar y prevenir situaciones complicadas, como son, la deshidratación o golpes de calor, condiciones que ocurren en ocasiones sin darnos cuenta, por lo que hay que llevar un control de la cantidad de agua que debemos tomar al día y cómo mantenernos lo más fresco posible. Ya anteriormente hablamos de la importancia de ahorrar agua, con que cada uno ahorre un litro diario ayudará y si nos esforzamos y ahorramos 10 litros diarios en nuestro consumo, ayudara mucho. Tiempo de sismos y de microsismos, hay todo el año, no es de temporada, «Aquí nos tocó vivir», diría Cristina Pacheco. El tiempo de llevar a cabo medidas preventivas, puede ser efectivo, si lo hacemos ya. Revisar nuestras viviendas, identificar fisuras, o agrietamientos en las paredes, conocer el año de construcción de nuestra casa, si es después de 1986, fue edificada con un reglamento de construcción estricto. Si no es el caso y se construyó antes de ese año, es tiempo de consultar con un ingeniero o arquitecto. Es también tiempo de saber en qué zona sísmica vivimos, lo cual se puede consultar en el Atlas Nacional de Riesgos (www.atlasnacionalderiesgos.gob.mx), en la sección de fenómenos geológicos y luego en sismos. Tiempo de realizar un simulacro con la familia y asignar tareas. Si no tenemos contratado un seguro contra terremoto para nuestra vivienda, es tiempo de averiguarlo, y de paso, si tenemos alguna propiedad cerca del mar, un seguro contra fenómenos hidrometeorológicos, como huracanes e inundaciones. Estos últimos si tienen una temporada que va de mayo a noviembre, con la época más fuerte en septiembre. Después de lo que ocurrió con Otis en Acapulco, es importante considerar a este fenómeno y reforzar o tener listos sistemas para proteger las viviendas y edificios cerca del mar, y de nuevo asegurarlos. Los deslizamientos de laderas también conocidos como remoción de masa, son frecuentes en nuestro país y ocurren asociados a la época de lluvias, ya que se reblandece la superficie del terreno en pendiente, que ha sido talada o modificada, dejando más expuesta la superficie a la infiltración de agua, que provoca los deslizamientos, por ejemplo, recordemos La Pintada en Guerrero, con el paso de la Tormenta tropical Manuel el 16 de septiembre de 2013, o el deslizamiento en el cerro del Chiquihuite él 10 de septiembre de 2021. Necesitamos que lleguen fenómenos hidrometeorológicos a México, pues nos urge el agua, pero no queremos que se repitan desastres similares a los de la tormenta Manuel o el huracán Otis por lo que es importante prevenir para mitigar los potenciales efectos destructivos de estos sistemas. Es tiempo de tomar conciencia, pues el tiempo es muy valioso.
Prevenir, para evitar y anticipar problemas.