SENTIDO SEXUAL DE PERTENENCIA MASCULINO
- MISCELÁNEO
- octubre 2024
- Jaquelin Machado G.
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¿Qué es el Sentido Sexual de Pertenencia? Bien, comenzaré por comentar que este sentido de pertenencia sexual no es exclusivo de los hombres; es identificado con mayor claridad que el de las mujeres, pero en nosotras también se da, de formas más veladas y sutiles, pero ello será tema para otra ocasión.
Este artículo está dedicado al sentido de pertenencia sexual masculino. Aclarado lo anterior explicaré lo que significa; a simple vista pareciera que Sentido de Pertenencia Sexual es sinónimo de propiedad perteneciente a…; sin embargo, el real significado de ello es: “FORMAR PARTE DE…” Con este significado es obvio notar que el sentido de pertenencia sexual del hombre ha sido malinterpretado y, por consiguiente, les ha generado una serie de confusiones y conflictos que son difíciles de identificar claramente.
¿Cómo surge? ¿qué es? Se empieza a fomentar en la niñez, desde que al niño se le empieza a decir que tiene que ser hombrecito; si, hombrecito cuando, por ejemplo, al jugar arrebata los juguetes, se los gana a otros niños y luego, los niños que pierden se vuelven como seguidores o se someten al líder y cosas del estilo. Va creciendo y ha introducido en su concepción “natural de hombre” que la mujer es “su mujer” él la conquistó, él se la ganó a otros. El Sentido de Pertenencia Sexual del Hombre va muy, muy de la mano de su naturaleza de cazador, de hecho, esta naturaleza se encuentra incluida en dicho sentido. La naturaleza de cazador del hombre esta inmersa en el instinto animal.
Conforme el niño va creciendo y se transforma en adolescente y su respuesta sexual se activa como es natural, empieza a soñar y fantasear con la niña, la adolescente que lo inquieta, si dicha niña o adolescente le dice que “sí”, en automático en él se activa el sentido de pertenencia sexual hacia ella. Se va dando una posesión mal sana ya que la mujer es tomada como propiedad-objeto. Esto se da en forma muy común, ya que dicho sentido es fomentado por las madres en menor o mayor escala, en formas muy claras o más sutiles dependiendo del nivel sociocultural; pero de igual modo se podría traducir en comentarios generales tales como: “Mijito usted no se deje de ninguna mujer, usted es hombrecito y marca el paso, haga lo que quiera hasta que llegue la buena”. Comentarios de las madres, en general hacia las hijas se podrían traducir en: “Mijita calladita se ve mas bonita, haga lo que le dice su hombre si lo quiere mantener a su lado, si usted se da a respetar usted vale”.
Son comentarios muy generalizados que marcan definitivamente una división entre hombres y mujeres. Lo triste es que mujeres en el rol de hermanas fomentan el ligue peyorativo en sus hermanos hacia otras mujeres, en muchos casos, sirviéndoles de asesoras expertas en mujeres y así, cuando los hombres comprueban los efectos de su virilidad se incrementa el sentido de pertenencia sexual malsano ¿porqué? Pues porque al obtener lo que quieren de las mujeres, las botan, pero no las dejan, es decir, no las sueltan porque ya está tan inmerso este sentido de pertenencia que la mujer-objeto es “suya” aunque no este con ella. ¿Qué ha sucedido? El hombre ha aprendido a ser cazador más que hombre, el instinto animal lo ha rebasado ¿cómo? Bien, el hombre, al tomar a la mujer como de su propiedad (mujer-objeto) la cerca, aprieta, suelta (esto se puede traducir o aclarar, como te sea mas fácil en las famosas frases “A las mujeres ni todo el amor ni todo el dinero” o “A las mujeres fáciles trátalas como damas y a las damas como mujeres fáciles”.
El hombre-cazador aprendió a crearle una necesidad de él a la mujer, es decir, la mujer aprendió paralelamente a depender de él, pero en un sentido en el que difícilmente hay crecimiento, desarrollo y evolución de pareja.
¿Porqué tanta insistencia en que el hombre recupere o reconozca lo que realmente significa el sentido sexual de pertenencia? Porque a medida que “sin darse cuenta” éste es más bien un cazador de presas que un hombre que se conoce, se explora, se redescubre sexualmente conforme pasan los años; su virilidad se va disminuyendo, es decir, su potencia sexual lo agota, no lo revitaliza en cada encuentro sexual, se siente vacío y huye de si mismo, pero como el sentido de pertenencia sexual está tan injertado en su ser busca demostrarse a sí mismo que aún puede y, desafortunadamente, en la mayoría de los casos empiezan a buscar mujeres mucho mas jóvenes, otros, buscan mujeres de un nivel muy inferior al que ellos manejan para relacionarse (aclaro que este comentario no tiene la intención de agredir a nadie) soñando en silencio con aquella mujer que “no pudieron domar, dominar, controlar o someter”.
Como en alguna parte de sí mismos saben que se han estado engañando, se dan cuenta que se va perdiendo su virilidad, su excitación, su potencia y, paradójicamente, su “sentido de pertenencia sexual”. Ello, claro está, no les gusta y entonces viene como contraparte el acoso, el control, la posesión hacia la mujer que ellos se toman literalmente como suya con la finalidad de reconfirmar dicho sentido de pertenencia; esto se da en situaciones de encuentro coital en el que éstos suelen hacer preguntas a “su mujer”, como por ejemplo: ¿de quién eres? ¿verdad que eres solo mía? ¿verdad que con ningún otro has sentido lo que sientes conmigo? ¿yo te hice mujer verdad que sí? tu no me engañarías, y así muchos comentarios con la misma tonalidad.
Lo que sucede es que muchos hombres se adjudican una especie de derecho sobre las mujeres en la medida que le hayan “invertido a ellas”, por ejemplo, la invitación de un café, una comida, un viaje y así indefinidamente hasta el mantenerlas económicamente. Su sentido de pertenencia les dice: “Si, es tuya, tienes todo el derecho de poseerla porque una vez te dijo SÍ”.
Dependiendo del grado en que los hombres “viven convencidos de esta pertenencia” pueden llegar a conductas de tomar por la fuerza a “su mujer” puesto que como ya le dieron cosas (ya invirtieron) entonces tienen derecho a exigir.
La consecuencia actual de esta confundida interpretación del Sentido de Pertenencia Sexual del Hombre es la lógica devaluación de ellos. Si tú eres un hombre que se encuentra en esta postura de poseer a una mujer; la Naturaleza, por equilibrio, empieza a disminuir tu potencia sexual ya que, posiblemente, tu comportamiento hacia ella es así: no eres ni claro ni directo en lo que pretendes y le pones un cerco para que conducirla a donde quieres y justificas que está bien. Lo que casi ningún hombre sabe o toma en cuenta es que en este mundo todo busca un equilibrio, un balance y, en estos casos la manifestación mas clara de ese balance es la disminución de la virilidad. Puedes pretender engañarte manejando y usando una serie de sustitutos (pastillas, alcohol, drogas, aparatos, etc…), pero sabes que todo ello no te quita el vacío y soledad que sientes y ejemplos muy claros de ello que se empiezan a manifestar en el cuerpo físico son el cáncer de próstata, cáncer de testículos y metástasis en pulmones.
Los tipos más comunes del Sentido de Pertenencia Sexual del Hombre son:
Intelectual.- el hombre posee a la mujer en el sentido de darle la razón en lo que piensa, dice y analiza, pero él termina imponiendo su voluntad, en el coito a él le excita que su mujer alabe su inteligencia. Si a su mujer se lo ocurre devaluarlo intelectualmente, éste se vuelve muy destructivo y le repercute en su líbido sexual y, generalmente de tener una mujer inteligente, busca una mujer que no piense mucho y hable poco.
Físico.- éste tipo de hombre trata siempre de mantener un muy buen cuerpo y le exigirá a su mujer que ella tiene que estar igual de bien, pero si por alguna razón su mujer pierde la figura que él requiere utilizará estrategias de chantaje hacia ella presionándola y como ella no cumple sus estándares él se ve afectado en su erección.
Don Juan.- este tipo de hombre está aparentemente hipersexualizado y puede con todas, exige que su mujer le cumpla o si no ya sabe que hay otra en puerta generándole a ésta una constante ansiedad.
Estos son los tres tipos más comunes y comparten las mismas características en tanto que buscan siempre el dominio, el control, el acecho, el sometimiento y la dependencia malsana de la mujer pues genera en ellas una inseguridad constante y un malestar general, nunca les propondrán algo que las impulse, las haga sentirse felices y plenas. Lo que ejercen es que al depender de ellos, ellas son felices porque ellos les dan cosas y, por lo tanto, ellos tienen derecho de desecharlas.
Recuerda que todo ello se fue gestando desde tu infancia aunadas también todas las cosas que, desafortunadamente, las mismas mujeres de tu familia como tu madre, hermanas, tías y después amigas fomentaron en ti cuando a ellas otras mujeres les caían mal reforzando tu sentido de pertenencia sexual que se fue integrando a ti provocándote excitación al acumular una más en tu lista de conquistas. Si, te fuiste convirtiendo poco a poco en un hombre-cazador y descuidaste tu verdadera hombría y virilidad al grado que cuando te topas con una gran mujer en todo el sentido de la palabra; si, una mujer que se mantuvo en su autenticidad y no se dejó doblegar (no se confunda esto con soberbia), simplemente no sabes qué hacer y se te convierte en tu mejor imposible.
Puedes descubrir en ti mismo que es posible para ti vivir sexualmente en libertad y plenitud, pero esto será imposible en tanto te mantengas en este sentido de pertenencia sexual que, si eres honesto contigo mismo, nada te ha dejado ni te dejará mas que un vacio, soledad, depresión y el deterioro total de tu potencia sexual que, aunque no lo creas, nada tiene que ver con la andropausia.
Y si al leer este artículo te preguntas ¿qué pasa con las mujeres? Te respondo que también tenemos un Sentido de Pertenencia Sexual Femenino del cual hablaré en otro tema para no generar confusión.
El tema es que manejando así el sentido de pertenencia sexual sea masculino o femenino todos, absolutamente todos, vivimos una sexualidad muy limitada y nos perdemos todo ese mar inmenso, inconmensurable de placer, plenitud, éxtasis y felicidad que impulsa, revitaliza y nos transforma en verdaderos seres creativos que es lo que realmente nos brinda la SEXUALIDAD.
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“Amarse a uno mismo es el comienzo de una historia de amor eterna”.