LO FEMENINO, SIGNO DE LOS TIEMPOS:
El Premio Nobel de Literatura y el Planeta
- EXLIBRIS
- noviembre 2024
- Bernardo González
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En principio, esta colaboración estaba destinada para comentar el libro del internacionalista argentino Marcelo Gullo Omodeo (tal es su nombre), Nada por lo que pedir perdón, título que a muchos mexicanos provoca salpullido —estúpido legado del sembrador de odios y destructor de instituciones que recién terminó su régimen presidencial—, por las secuelas políticas que originó su capricho de que el actual rey de España pidiera perdón por los pecados cometidos durante la conquista de América. El autor analiza que la vieja metrópoli ha sido juzgada por el Tribunal de la Historia y que la exigencia del ex mandatario de marras no es sino una mala copia de otros políticos e historiadores —propios y extraños— que no reconocieron que esa gesta fue una excepción en la historia de la humanidad. ¿Qué hubo excesos? Claro que los hubo. Sería una idiotez negar lo evidente. Pero, la historia, aunque a muchos no les complazca, no se reduce a todo malo o todo bueno. Al hacer el balance de la Conquista —la suma y resta de los hechos—, el mundo cuenta con la existencia de una treintena de países que se comunican en idioma español y una cultura que nos identifica como naciones modernas en el concierto internacional. Nada más, nada menos. Ese era el propósito, pero…
Antes de empezar a escribir la EX LIBRIS correspondiente al libro de Gullo Omodeo, Nada por lo que pedir perdón, dos sucesos cambiaron mi intención. El jueves 10 de octubre el comité encargado de discernir el Premio Nobel de Literatura 2024 eligió a la primera escritora surcoreana de la historia para recibir el galardón: Han Kang de 53 años; primera ocasión en 123 años de historia del codiciado premio. Sorprendente, sí, al fin y al cabo, únicamente 18 escritoras han recibido esta distinción. El Nobel de Literatura tiene la mágica virtud de convertir a sus recipiendarios en escritores inmortales, o casi. A uno que otro la fama les ha durado menos de lo que dura un suspiro, pero, en el caso de la surcoreana parece que correrá otra suerte, pues en el curso de siete días se han vendido solo en las librerías de su país más de un millón de ejemplares de sus libros. Los sitios de las librerías y las editoriales colapsaron debido a los miles de lectores que intentaron adquirir sus novelas, ensayos y poesías. Al menos 1.06 millones de volúmenes salieron prácticamente volando de los estantes libreros. Los datos fueron proporcionados a la agencia France Press por importantes librerías y minoristas: Kyobo, Aladin y YES24. Fue tal la demanda, que las principales editoriales del país celebraron “reuniones de emergencia” para poder surtir los pedidos.
Y no es para menos, pues el galardón conlleva una recompensa de 10 millones de coronas suecas lo que equivale más o menos a un millón de dólares, que dicho sea la verdad no he ganado en la vida. Y, anexo, la ganadora se llevará una moneda de 18 kilates con la efigie de Alfred Nobel. Así hasta dan ganas de recibir algo semejante.
Por otra parte, el otro suceso que me hizo cambiar de opinión fue el 75 aniversario de la famosa editorial Planeta que entregó el miércoles 16 del mes en curso el no menos renombrado galardón que concede la editorial referida en Barcelona, en el Museu Nacional d’ Art de Cataluña, siendo la ganadora la escritora madrileña Paloma Sánchez Garnica, de 62 años, apenas diez años más que la nueva Nobel surcoreana. Están de moda las mujeres cincuentonas y sesentonas, por algo será. La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo cuenta, por mera coincidencia, 62 años. Para la historia. Y para que nada falte, hay que decir que el Planeta conlleva un pequeño agregado: un millón de euros que no le caerá nada mal en su cuenta de banco. Sin duda los tiempos de hambre para algunos escritores son cosa de la historia, por lo menos en estos niveles. Los jodidos son los periodistas que publican en periódico y revistas donde ni las gracias les dan; o en los medios electrónicos donde es posible que les cobren por aparecer a cuadro. Pero como dice el viejo refrán mexicano: “no tiene la culpa el indio, sino el que lo hace compadre”.
En el caso de Planeta, la ganadora definió su novela como un “una narración que retrata los sentimientos universales del ser humano”. Victoria es el título definitivo del libro de Sánchez Garnica, a cuya presentación asistieron, como testigos de lujo, el rey Felipe VI y la reina Letizia, con los directivos del Grupo editorial. La obra concursó con la frase “Buenas noches y Buena suerte” en memoria del periodista estadounidense Eduardo R. Murrow, que se enfrentó a la persecución del senador derechista Mc Carthy, en contra de los periodistas que denigró como comunistas. Aunque dijo que su libro no es una novela de periodistas, sí reconoció ser consciente de la cantidad de trabajo, de esfuerzo y la carga de ilusión que hay detrás de cada una de sus páginas. Pidió a los periodistas presentes en el acto que no se rindan, como ella no lo hizo y lo logró con su novena novela. El o la que persevera alcanza.
En el acto se recordó al peruano Mario Vargas Llosa que cuando recibió el Nobel de Literatura declaró: “aprender a leer es lo más importante que me ha pasado en la vida; porque la lectura es esencial para formar ciudadanos libres. Leer da forma a nuestra imaginación, a nuestra comprensión del mundo, a nuestro espíritu crítico. Inculcar ese hábito es el mayor regalo a las generaciones futuras”.
Por cierto, en este certamen literario, la ganadora fue una mujer, pero la finalista también es del sexo femenino: Beatriz Serrano. Otra escritora española, madrileña, solo que apenas cuenta con 35 años, suficiente para que algún día reciba el Planeta y posiblemente el Nobel de Literatura. Sin duda este es el tiempo de las mujeres. Unos cuantos datos me dan la razón.
En México, 2024 ya pasa a la historia como el “año para recordar”. Después de 200 años, el país cuenta con la primera mujer como presidenta: Claudia Sheinbaum Pardo. No solo por eso, sino que es cuando más mujeres están al frente de gobiernos estatales. El año terminará con 13 gobernadoras en otras tantas entidades federativas, incluyendo la Ciudad de México, Clara Brugada como Jefa de Gobierno; diez de MORENA y tres de Acción Nacional. La mayoría con buena reputación. Solo Layda Sansores en Campeche y la zacatecana Rocío Nahle García —zacatecana de origen, impuesta en Veracruz como candidata de MORENA a la gubernatura—, no son del agrado popular. A la ex secretaria de Energía del gobierno de López Obrador los jarochos porteños la han corrido hasta del popular café de La Parroquia, como le acaba de suceder al exgobernador panista Miguel Ángel Yunes Linares, a los gritos de “traidor, traidor”. En suma, México cuenta con una presidenta y tres gobernadoras para la historia.
La mujer mexicana, tan luchadora y responsable por expresar sus preferencias políticas en las urnas desde que el presidente veracruzano Adolfo Ruiz Cortines dispuso el voto femenino en todo el país hace más de siete décadas, cuando infinidad de amas de casa depositaron su voto cruzando las siglas del PAN pensando que lo mejor era que en sus parcas despensas familiares hubiera ”más PAN para sus hijos” —como lo hizo la incansable María del Carmen Solano Torres en Tierra Blanca, Veracruz, jefa del clan familiar González Solano—, es parte fundamental de los destinos nacionales, sobre todo ahora con la primera Presidenta.
Lo mismo sucede en el mundo laboral y profesional. Su vida no se reduce a continuar solo como ama de casa. Es la columna vertebral de la vida de este país grandes escritoras publican libros a lo largo y ancho de México. Las coreanas no podían ser la excepción, aunque su idioma y su cultura sean tan diferentes a la mexicana. Nueve novelas, con cinco colecciones de narraciones cortas, dos volúmenes de ensayos y poesía. Se ha traducido a una treintena de idiomas, incluido el español con apenas cuatro de sus obras.
Entre las más conocidas están La vegetariana, Actos humanos, La clase de griego, Blanco. El 5 de diciembre próximo la editorial Penguin Random house distribuirá la versión en español de la nueva novela de Kang: Imposible de decir adiós, en la que hace una denuncia contra el olvido para desenterrar la mayor tragedia de Corea del Sur ocurrida en el año de 1948 en la isla de Jeju, que, tras una brutal represión del ejército de su país, fueron masacradas más de 30 mil personas, sobre todo jóvenes.
Gracias a los medios electrónicos el mundo conoció, en cuestión de minutos, vida y obra de Han Kang. Muy lejanos están los días en que muy pocos escritores mexicanos estaban al tanto de los nuevos autores y ganadores del Nobel de Literatura —Octavio Paz era uno de ellos, por ello pontificaba sobre los beneficiados por el testamento de Alfredo Nobel—, ahora todo es diferente. De tal suerte, en una entrevista de la revista de cultura estadounidense Vanity Fair, Kang habla de su libro La clase de griego, en la que resume esta historia de amor y los problemas de su personaje central: “El protagonista masculino está perdiendo la vista por una enfermedad degenerativa y pensé que esta podía ser una enfermedad que sufrimos todos. Poco a poco hemos empezado a perder la visión, estamos perdiendo nuestras palabras y estamos adentrándonos en un mundo de oscuridad en el que todo está desapareciendo” …
En esa entrevista revela su descubrimiento de Jorge Luis Borges, “que decía que para él estar ciego era como esperar la noche al final del verano. Era yo muy joven para apreciar la belleza de su obra. Años más tarde lo redescubrí y me encantaron sus libros más tardíos donde el silencio es muy profundo… Estos silencios hacen que las palabras sean con más fuerza o de una forma más intensa es como un poema y en los poemas el silencio es muy importante”. Vivimos en el mundo de las mujeres. VALE.