MIA ZAFRA

Con su maleta trae consigo series como: La chica de la nieve, Historias para no dormir y su primer reconocimiento como actriz por el filme Cordelias de Gracia Querejeta. La actriz Mia Zafra, nacida el 4 de julio en Granada, España, nos comparte qué le hace llegar a México y qué le coqueteó para arreglar maletas y comprar solo un boleto de ida… Me coquetea la energía que hay aquí. El ambiente en la industria, la parte de hermandad que tiene con España: “si no estás acá, no la entiendes”.

¿Es tu primera vez en nuestro país?

¡Es la primera vez! Siento Vértigo, emoción absoluta. He dejado toda mi vida atrás todo por estar en México. Demostrar-me mi valentía por empezar de cero.

¿Qué has hecho en estos días?

He estado inmersa con la mudanza, ver a amigos que estaban acá. En hacer muchos castings y tener reuniones con gente que cree que aquí hay grandes posibilidades para mi carrera. Entonces, ha sido como estar muy entretenida en ver cómo vamos a desplegar los lazos y los tentáculos para desarrollarnos aquí.

Señala que de inmediato se ha metido a clases de dicción para controlar el acento neutro.

¿Estás buscando cine, teatro, televisión…?

Las series y el cine. Es un nicho muy bonito para mí y para la dirección donde he dirigido mi formación y es ahí donde me gustaría desempeñarme. También me encanta el teatro, pero es verdad que está difícil vivir del teatro, aunque mi aspiración es poder hacer cine, series y hacer teatro que me llene el alma, aunque no me dé de comer.

¿De algún personaje, alguna historia?

Sabes… personajes como el de Jack Lemon en la película El Apartamento (Piso de soltero) de Billy Wilder (C.C. Baxter), sumergirme en alguien así, ese sería mi sueño, pero en rol femenino, me gustan los caracteres que oscilan en la tragicomedia, que está a caballo entre las dos, que te compadeces de esa persona, pero te hace reír. Ese es mi objetivo. A parte sería un sueño cualquiera de los personajes que han representado mis ídolos, Meryl Streep, Penélope Cruz, ese tipo de mujeres que tienen mucho carácter y mucha energía femenina que hacen que el proyecto gire alrededor de ellas porque esa energía es la que te atrapa. Me encantaría que algún día me dijeran: ¡Tu energía atrapa! Ese es mi objetivo.

Hablas de energía…

La energía de alguien que lleva el proyecto y por eso es la cabeza del mismo. La energía que atrapa, que no sólo contagia a tres, sino que engancha a masas. Intento moverme mucho en el campo de las energías y creo que si tú tienes algo que contar y estás conectado con la fuente, con tu espíritu y tu alma, tú vas a resonar con lo que los otros tienen que escuchar de ti. Entonces, si tú estás conectado y en paz, y te pones al servicio de la historia que te llegue o del guión que te manden, tú vas a transmitir lo que sea necesario para que las personas resuenen contigo.

Mia nos hace un recorrido por los trabajos que ha hecho: “En cine he hecho una película que se llama ‘Ola de crímenes’ y en televisión series en Amazon, Netflix. Hice un cortometraje con Gracia Querejeta, una gran directora que ahora, por cierto, acaba de llegar a México para dirigir una serie

en Netflix, y Gracia fue la primera directora que me dio una oportunidad, escribió un cortometraje para 10 actrices, y yo era una de ellas. El personaje me dio mis primeros premios como actriz en España. fue nominado a los Premios Goya, y esa fue mi primera oportunidad y el despegue de mi carrera”.

“Luego hubo una época de crisis en la profesión, donde no había nada de trabajo y yo me decidí que me iba a Nueva York y estudié con Susan Batson, que es la coach de actores como Nicole Kidman, Tom Cruise, Juliette Binoche, y ella me dio una beca para estudiar en su escuela durante el tiempo que yo quisiera. Imagina, yo venía deprimida de España, de donde no tenía trabajo, después de haber he estudiado un montón, ya me han dado premios y ahora ¿qué hago? Y así llegué con este ángel que es Susan Batson, que no solo me acogió, también me dirigió en una obra que se llama Closer y la representé en Broadway. Fue una experiencia impresionante”.

“Después, en España hice una gira con Disney, donde yo era ¡Mickey Mouse! Fue toda una experiencia estar dentro de la piel del muñeco más famoso de todos los tiempos; fue un ejercicio personal para practicar la humildad de sentir: yo estoy representando a este personaje y nadie sabe quién está dentro y mientras yo le presto mi cuerpo, mi energía y con él hice una gira por Italia y por España de 1 año, siendo la protagonista sin que nadie lo sepa, es estar ahí en la sombra, más sombra”.

Te encontrabas en la sombra más sombra como dices, cuando llegó tu recompensa…

Aún trabajando con Disney, Estábamos haciendo el show en Madrid, una Navidad. En mitad de la función me doy cuenta que en la primera fila está Penélope Cruz, Javier (Bardem) con sus hijos, y Mónica, la hermana de Penélope. Cuando los alcancé a ver arranqué a llorar dentro del muñeco con el corazón a mil. ¡En ese momento ellos eran mis ídolos en el sentido más profundo de la palabra! A nivel personal son unas personas excelentes, comprometidas con causas sociales, buenos padres y ambos han llegado a la cresta de sus carreras, han traspasado fronteras enfrentándose a proyectos que eran retos muy grandes… Al final del show habían pedido una reunión con Mickey, y le pedí al director del espectáculo si en esta ocasión me podía quedar fuera del traje y ser la chica  que los presentara con Mickey y él me respondió “Mia, ¿Tú crees en la magia? En Disney trabajamos para que los sueños se hagan realidad, así que hoy cumpliremos uno de los tuyos”.

¡Qué emoción saludar así a tus ídolos!… Y la vida te vuelve a acercar a Javier Bardem.

“¡Sí! Un año después casualidad que coincido con él en un curso con el maestro Juan Carlos Corazza, con el que Javier sigue tomando clases cada que puede. El último día de clase, se sentó a mi lado y le comenté: “Te vas a reír Javier, pero tengo una anécdota que contarte contigo la Navidad del año pasado, cuando fuisteis a ver el show de Mickey Mouse con tus hijos, yo era la que estaba dentro de Mickey”. Me miró sorprendido y me dijo: “Qué bueno y qué increíble lo que tenemos que hacer los actores para sobrevivir… pero veo en ti la capacidad, la humildad de que me  estés contando esto, y que estés aquí en el taller mano a mano con Juan Carlos formándote y de que por otro lado tengas el arrojo de meterte en muñeco donde nadie te va a ver”. Aquella conversación hizo, en parte, que la etapa de Disney mereciera la pena”.

Tarde de anécdotas en las oficinas de Personae. Menciona cómo uno de sus amigos la contacta con nuestros queridos Demetrio Bilbatúa y Servando González, la fiesta de bienvenida y de cumpleaños a su llegada, la magia de estar en el mundo de la actuación, a pesar de que sus padres le pidieron estudiar una carrera: “Pero niña, estudia algo de provecho”. (risas). Señala que intentó con la carrera en Derecho y Relaciones Internacionales y protocolo, fue azafata, camarera, profesora, coach actoral pero nada se compara a todo lo que la hace vibrar arriba de un escenario o en frente de una cámara.

Para despedirnos menciona que ella ve a los actores como seres mágicos, que nos transportan a otros mundos, capaces de evocar sensaciones y crear hasta olores que no están ahí. “A mí la imaginación me agarra de la mano y me lleva…”. Comparte aún con emoción su primera intervención en una obra en el colegio, donde fue la protagonista y cómo las compañeritas que no querían juntarse con ella la pudieron ver por primera vez. Aquella niña solitaria de pronto fue el foco de atención gracias al teatro. La capacidad de asombro la tiene a flor de piel y transmite un agradecimiento profundo con la vida de colocarla y trabajar con personas a las que admira. Para la sesión de fotos, eligió un cuadro que le impresionó de la maestra Lissa Aboumrad Haddad (Personae No. 244 Marzo 2020). Mia Zafra ¡Bienvenida a México!

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