Revista Personae

NATALIA VALENZUELA

Nos alegra los fines de semana

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Esta belleza colombiana, aunque muy joven, lleva diez años engalanando las pantallas de TV Azteca, ya sea en las cápsulas Platinum —donde nos anunciaban los estrenos cinematográficos–, el Exatlón, Venga la Alegría y ahora Venga la Alegría Fin de Semana. 

En 2010 entra al concurso de belleza local, luego al nacional, quedando entre las cinco finalistas, que en consecuencia le atrajo reflectores y la oportunidad de conducir Estilo RCN, un programa de moda colombiano.

 

Natalia Valenzuela

 

Es egresada de la carrera de comunicación social: “La vida siempre me ha llevado por este camino, estoy muy agradecida con el espacio que me he generado en la comunicación, la conducción, la presentación, como decimos en Colombia, porque ha puesto el pan en mi mesa muchísimos años. Ha sido el espacio en el cual me he podido reinventar, reconocer y te podría decir que sigo en una etapa de enamoramiento con México”.

 

Todas sueñan con el protagónico en alguna telenovela, a ella se lo propusieron para El día de suerte: «Dije no, muchas gracias, prefiero prepararme para tener un poco más de conocimiento en el campo actoral, mis respetos para todos los actores». Sin embargo, despertó algo en ella: «Me quedó esta inquietud de «bueno, por qué se habrán fijado en mí, por qué me hicieron esta propuesta». Entonces quise renunciar a todo lo que tenía en Colombia y venir a estudiar al país que es la cuna de las telenovelas que es México. Me vine en el año 2013 y empecé a tocar las puertas en distintos lugares. Empecé a trabajar como modelo, llené un formulario en una escuela que se llama el CEFAT(TV Azteca), como cualquier cristiana me inscribí en la página por Internet, respondí unas preguntas y me hablaron a la semana, me dijeron que me iba a hacer un casting, en ese momento era una escuela de alto rendimiento para actores, no era para todo el mundo, me becaron y fue una oportunidad enorme tener este apoyo económico para poder vivir tres años y medio; dentro de ese tiempo aparecieron proyectos alternos, como Escape perfecto para Colombia, fue una coproducción con TV Azteca. Es un proyecto al cual tengo mucho cariño, porque fue regresar a mi país estando en México junto a Julián Román, también tuve la oportunidad de hacer casting para un proyecto de Azteca Siete que se llama Platinum (promueve de manera creativa las películas importantes que transmitirá el canal) que todavía sigue vigente, donde tuve la oportunidad de estar por siete años, hasta que me embaracé”.

 

Natalia Valenzuela

 

Actualmente es conductora de Venga la Alegría, Fin de Semana, programa que ya conocía; en su etapa en Platinum promovía las películas en el matutino (y otros programas), donde la vieron y suplió a Tania Rincón durante los tres meses, en que se ausento por embarazo, también condujo Venga la alegría Domingo, que dejo para participar en la primera etapa de Exatlón.

 

Fue alcanzar un sueño: “Desde chiquita en mi casa fui una niña con aspiraciones que eran de verdad tan inalcanzables, estoy hablando de 25 años atrás. Me parece un espacio increíble. ¡Sí lo visualicé! ¡Sí lo llamé! ¡Sí se lo pedí al universo! Este tipo de programas te dan la experiencia, programas en vivo, para poder para poder tener un mejor manejo en las cámaras para ser más elocuente”.

 

Su primera incursión no fue sencilla: “No tenía la madurez que requería un tipo de programa como Venga la Alegría, el elenco que está en la parrilla de conductores es gente estudiada en comunicación social, son periodistas muchos de ellos, tiene el bagaje para soportar un morning show, digamos que es un espacio en el que se habla mucho de espectáculos. En ese momento estaba recién llegada y la verdad no tenía la experiencia como para aportar mucho acerca de los espectáculos, hoy por hoy tampoco, pero estoy mucho más familiarizada en el campo. Venga la Alegría Fin de Semana es un formato en el que hay más juegos, tiene otro tipo de entretenimiento, aunque sí hay espectáculos, estamos muy segmentados los conductores. Te podría decir que de esa Natalia que entró a esa Natalia que salió, pues salió una mucho más segura, convencida”.

 

La dinámica de los matutinos no es sencilla, a veces, queriendo o no, en el juego el compañero se pasa de la raya, la conductora reconoce: “He aprendido en el camino, antes me quedaba callada porque no sabía cómo abordarlo, estaba bien verde, no sabía en qué momento dar mi opinión, pensaba que iba a ser inoportuna, o no quería que mi compañero se sintiera incómodo porque lo estaba pisando; pero luego me di cuenta que si no lo hacía, pues me iba a quedar sin hablar y sin participar. Después de tantos años, se va notando la seguridad en uno mismo. Hoy por hoy, en un espacio como Venga la Alegría Fin de Semana, me gusta leer mi guion, en la escaleta está estipulado qué conductor participa y qué conductor no; pero, en el momento en que estamos al aire, esa escaleta puede cambiar; entonces estudió todas las escaletas. A veces intervengo para complementar, tampoco quiero creerme o parecer más inteligente y más brillante porque tengo demasiada información acerca de la nota”.

 

“Te puedo llegar a confesar que me sentí muy mal porque muchas veces levanté la mano o quise dar una opinión y sentí, por parte de mis compañeros, que mi opinión estaba fuera de lugar y no lo supe manejar. Muchas veces me quedé callada para no sentirme mal por la desaprobación del otro compañero; pero, conforme han pasado los años, ya este tema no lo tomo personal porque sé que para nada lo es y al contrario gracias a esta experiencia tuve la oportunidad de indagar y utilizar otras herramientas que me ayudaran en este momento de improvisación”

 

Define su proyecto: “Es un espacio pensado 100% para la gente donde se va a encontrar con personas muy auténticas, distintas entre sí, donde tienes camaradería porque eso somos, somos todos muy buenos amigos en la parrilla, y es un espacio justo para divertirnos, en el que, si “metes la pata”, no te van a juzgar, simplemente porque la gente que te está viendo, también se puede verse reflejada. Somos una serie de conductores muy aspiracionales, también muy humanos y lo que buscamos es acercarnos cada vez más a la gente”.

 

Natalia Valenzuela

 

Comparte cómo es: “Soy una mujer de carne y hueso, colombiana, nacida en una ciudad muy chiquita, Neiva, llena de gente muy cordial, muy amable. Viví en el núcleo de mis abuelos maternos, ellos son mis papás, he tenido la fortuna de tener varios papas en mi vida. Estoy muy agradecida con Dios y con el universo por todo lo que me ha permitido vivir, experimentar y no todo necesariamente bueno; creo que, de lo malo, aprendí a darle la vuelta y verlo también desde el amor y desde la gratitud. Decidí irme de mi ciudad, renunciar a todo y con la aprobación de mis abuelos, ir a buscar nuevas oportunidades a Bogotá. Ahí empecé a descubrir unas versiones de mí que desconocía, tuve la oportunidad de tener mi primer trabajo a los 16 años, desde chiquita bien chambeadora, he sido una mujer también muy soñadora”.

 

“Somos gente que está luchando todos los días para salir adelante, mi abuelito era policía, mi abuelita enfermera; entonces digamos que crecimos con el referente de ver las novelas mexicanas. Siempre fuimos ese tipo de público al cual yo me dirijo en mi programa. Nunca me imaginé llegar a donde he llegado, teniendo esta entrevista contigo para una revista que me gusta mucho”, refiere.

 

“Soy una mujer, como se dice en Colombia, de lavar y planchar, una mujer que se quiere superar, que quiere que Venga la alegría, fin de semana sea un espacio en el cual pueda tener muchas herramientas para hacerlo cada vez mejor; pero más allá, muy disfrutable para mí a nivel profesional y que con toda esa experiencia pueda dar masaje cada vez más grande para que se abran más proyectos. También estoy buscando opciones en el campo de la actuación, claro que también quiero explorar este campo, porque al final fue el sueño por el cual yo llegué hasta esta ciudad”, concluye.

POLÍTICA

Núm. 293 – Abril 2024