Revista Personae

GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS

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Karla Aparicio GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS.

 

Está demostrado que expresar gratitud hacia todo lo que nos rodea tiene una interminable lista de beneficios para nuestra salud. Cuando vivimos expresando gratitud somos capaces de reconocer y valorar cada uno de los regalos esenciales que hemos recibido, como la naturaleza, las personas o las experiencias, por pequeñas que sean. Si expresamos gratitud vivimos con atención plena a aquellos detalles del día a día que a muchas otras personas se les escapan.

Diferentes investigaciones han demostrado que las personas que expresan gratitud tienen mejor salud física y mental, así como una mayor resistencia emocional. Se ha probado también que la gratitud cambia la estructura molecular de nuestro cerebro y nos convierte en personas más felices.

Si la gratitud tiene tantos beneficios importantes, ¿por qué a veces nos es difícil expresarla?

Creo que por dos cosas: 1) Se nos olvida o damos por hecho, que todo lo que tenemos a nuestro alrededor nos pertenece y dejamos de valorarlo, hasta que llega el día en que pasamos por alguna situación traumática en la que creamos conciencia y apreciamos lo que perdimos, lo que me lleva a cuando estábamos en los tiempos más difíciles del confinamiento por COVID, en que la mayoría de nosotros dijimos o pensamos: «el día que termine la pandemia, le daré valor a muchas cosas a las que antes no le daba». Y seguramente lo hicimos durante un corto tiempo, pero es probable que a casi todos se nos haya olvidado, volviendo a dejar de apreciar todas las cosas que supimos extrañar tanto.

2) Por lo general la mayoría de nosotros estamos entrenados para enfocarnos en todo lo negativo y damos por hecho lo positivo, tanto que tristemente dejamos de verlo.

El problema es que se apodera de nosotros esa tan horripilante inclinación a la negatividad, y esto nos conlleva a momentos de estrés, de ansiedad, de angustia o de malestar e infelicidad.

Podríamos entender la gratitud como una filosofía de vida en la que agradecemos a las experiencias, a las personas y damos valor a lo que hay a nuestro alrededor. Por lo tanto, para lograr ser personas agradecidas necesitamos de entrenamiento. 

 

 

Karla Aparicio GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS.

 

3 TIPS PARA PRACTICAR LA GRATITUD:

1. Al levantarte de la cama, antes de poner un pie en el suelo, da gracias por tu salud, por la vida, por tener trabajo, ¡por lo que quieras! 

2. Escribe una carta de agradecimiento a alguien: un familiar, un amigo, tu pareja, etc. Todos tenemos personas que hacen cosas buenas por nosotros y quizá a veces no lo valoramos, damos por hecho que lo tienen que hacer porque siempre lo han hecho así. Seguro que esa persona se va a sorprender, y apreciará darse cuenta de que valoras lo que hace por ti.

3. Medita: Concéntrate en sentir tu respiración, inhalar y exhalar en forma consciente y en dar las gracias por algo que esté ocurriendo en ese momento, por algo que ocurrió en el pasado o que proyectas que va a ocurrir en el futuro. Agradécete a ti mismo. 

De casualidad, ¿conoces el significado que tiene esto de agradecer tres veces?

Hablo de decir “Gracias, gracias, gracias”. Esto es algo que quizás vemos en “posteos” de redes sociales o al final de alguna afirmación o decreto, sin saber que detrás se esconde algo muy espiritual. Cuando dices, piensas o escribes tres veces gracias, en realidad estás pronunciando lo siguiente:

«Gracias por lo que soy.

Gracias por lo que tengo.

Gracias por lo que está en camino.»

 

Karla Aparicio GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS.

 

Como mencioné en un principio, dar las gracias es un acto positivo que envuelve pureza, profundidad y poder. Por lo que, si agradecemos tres veces de corazón a Dios o al Universo, lo que estamos haciendo es decretar un cambio de actitud, un cambio de estado de ánimo, una manera diferente y positiva de ver las cosas.

El hecho de agradecer a diario nos ayudará a tener menos pensamientos negativos.

De la misma manera, cuando demos las gracias tres veces, abriremos las puertas de nuestro corazón para albergar amor, generosidad, seguridad, confianza y bienestar.

La idea de llevar a cabo este acto es centrarnos en las cosas buenas. La gratitud atrae milagros a nuestras vidas. De hecho, cuando damos las gracias por algo, el universo empieza a confabular con nosotros y a manifestar cosas asombrosas.

Aquí les dejo algo que leí y quiero compartirles: 

«Generalmente, cuando alguien nos agradece algo, estamos acostumbrados a contestar, sin pensarlo: “de nada”. Al decir “de nada”, dejamos escapar la energía divina y las bendiciones que trae este gesto de agradecimiento hacia nosotros, estamos cerrando la puerta a la energía de la gratitud.» 

Cambiemos el discurso. En lugar de decir “de nada”, podríamos responde con: “Es un placer”, “Gracias a ti”, “Con mucho gusto”, “Me encantó hacerlo”, “Lo hice de corazón”. 

Ahora que ya lo sabemos, dejemos de desperdiciar la energía y aprendamos nuevas formas de atraer lo positivo. 

Agradezco de corazón que leas mis pensamientos. Mis artículos siguen vivos gracias a ti. Sí, querido lector, que en este preciso momento estás dedicando tu tiempo a leer estas líneas. 

Gracias a quien me ha leído en algún momento, por ese tiempo dedicado.

Gracias a cada persona que ha compartido mi tiempo y trabajo en sus redes digitales.

Gracias a los que además han invertido con sus preguntas y comentarios.

Me sonrojo sin saber qué contestar cuando me encuentran por ahí y me dicen que les gustan mis artículos. A mí me encantan sus palabras de cariño y las agradezco.

Y si alguna circunstancia llegara a ocurrir, deseo de corazón que podamos superarla y sacar lo mejor de ella. Que el año 2023 esté cargado de gratitud y cosas buenas.

 

Un fuerte abrazo.

GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS. 

MISCELÁNEO

Núm. 293 – Abril 2024