Revista Personae

LA INTUICIÓN FEMENINA

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Lo que comúnmente se denomina «intuición femenina» es la aguda apreciación de los pequeños detalles y cambios en la apariencia o en la conducta de los demás. Es algo que a lo largo de la historia ha desconcertado a los hombres que, cuando intentan esconder algo, siempre son descubiertos.

 

¿A qué se debe que las mujeres tengamos ese proceso sensorial tan peculiar y diferente de un hombre?

Como defensoras del hogar, las hembras necesitaban garantizar la supervivencia de su familia y, para ello, debían ser capaces de percibir las pequeñas modificaciones en la conducta de sus retoños, así como cualquier indicio de dolor, hambre, herida, agresión o depresión. Los machos, en su tarea de buscadores de alimento, nunca pasaban demasiado tiempo en la cueva para aprender a leer las señales corporales o las formas de comunicación interpersonal. Ruben Gur, profesor de neuropsicología en la Universidad de Pennsylvania, empleaba los resultados de escáners cerebrales para demostrar que cuando el cerebro de un hombre está descansando, al menos el 70% de su actividad eléctrica está inactiva. Los escáners de los cerebros femeninos confirmaron que las mujeres reciben y analizan constantemente información de su alrededor. Una mujer sabe todo acerca de sus hijos: conoce a todos sus amigos, sabe cuáles son sus sueños, sus romances, sus temores más ocultos, lo que están pensando, cómo se sienten y lo que están tramando. Los hombres apenas se dan cuenta de que hay unas personas bajitas que también viven en la casa.

 

La Intuición Femenina Zuleyka Franco

 

Todo Está en los Ojos…

El ojo es una extensión del cerebro situada fuera del cráneo. La retina, situada en la parte posterior del globo ocular, contiene unos 130 millones de células cilíndricas llamadas foto receptores que detectan el blanco y el negro, y unos siete millones de células cónicas encargadas de la detección del resto de colores. El cromosoma X suministra estas células detectoras de colores. Las mujeres cuentan con dos cromo-somas X por lo que poseen más variedad de células cónicas que los hombres. Esta diferencia se puede comprobar fácilmente, puesto que las mujeres describen los colores con mayor detalle y hablan de tonos hueso, escarlata, bermellón o cobrizo mientras que los hombres se suelen limitar a colores como blanco, rojo o marrón para referirse al mismo objeto.

El ojo humano se caracteriza por poseer mayor espacio blanco en el globo ocular que el resto de primates. De esta forma, tanto el movimiento del ojo como la dirección de la mirada resultan más visibles al interlocutor y, por lo tanto, se facilita la comunicación cara a cara. Los ojos de la mujer presentan mayor superficie blanca que los hombres, ya que la comunicación personal es una parte esencial de las relaciones femeninas y, gracias a este hecho, envían y reciben mayor número de señales oculares al poder descifrar con mayor precisión la dirección de la mirada.

 

Las Mujeres, ¿tienen Ojos en la Cara?

No exactamente, pero casi. Además de contar con mayor número de células cónicas en la retina, también poseen una visión periférica más amplia que los hombres. Debido a la tarea que debía realizar como protectora del hogar familiar, la estructura cerebral de la mujer le permitía un ángulo de visión clara de al menos 45° por cada lado y por encima y por debajo de la nariz. Se puede afirmar que efectivamente, muchas mujeres disfrutan de una visión periférica de casi 180°.

Los ojos del hombre suelen ser más grandes y su cerebro los ha configurado para un tipo de «visión túnel» a larga distancia, por lo que puede visualizar precisa y claramente todo cuanto está enfrente suyo, aunque esté muy retirado, cual par de binóculos. En su tarea de cazador, el hombre necesitaba un tipo de visión que le permitiese identificar un blanco a gran distancia y perseguirlo con la vista.

 

La Intuición Femenina Zuleyka Franco

 

¿Por qué la Vista de la Mujer es Tan Amplia?

Las mujeres tienen mayor visión periférica, mientras que los hombres han perfeccionado la visión cilíndrica.

El hombre anuló casi por completo su visión periférica para evitar distraerse y poder concentrarse en perseguir con la mirada únicamente a sus presas. Por el contrario, la mujer necesitaba un amplio ángulo de visión para controlar que ningún depredador acechase la cueva. De ahí que los hombres de hoy en día sepan llegar sin ninguna dificultad a un bar que está a kilómetros, pero no puedan encontrar nada en las neveras, los cajones y los armarios de la cocina.

 

Los Hombres y su Admiración por el Físico Femenino

Al estar dotadas de mayor visión periférica, a las mujeres casi nunca se las pilla infraganti admirando el cuerpo de un hombre.

Casi todos los hombres han sido acusados alguna vez de comerse con los ojos al sexo opuesto, pero pocas mujeres han recibido la misma queja por parte de un hombre. Los investigadores de cuestiones sexuales han informado de que las mujeres admiran el cuerpo masculino tanto, o incluso a veces más, como los hombres el cuerpo femenino. Sin embargo, gracias a su amplia visión periférica, casi nunca se las pilla con las manos en la masa.

 

La Intuición Femenina Zuleyka Franco

 

¿Por Qué no se le Puede Mentir a una Mujer?

Mucho en la investigación del lenguaje corporal reveló que en la comunicación cara a cara, las señales no verbales eran responsables de entre 50 por ciento al 60 por ciento del efecto del mensaje, mientras que los sonidos vocales sólo registraron de un 20 por ciento a un 30 por ciento. Del 7 por ciento al 10 por ciento restante se debe a las palabras. El óptimo equipo sensor de la mujer detecta y analiza la información y, gracias a la extrema rapidez de su cerebro para transmitir información de un hemisferio a otro, es mucho más hábil para integrar y descifrar señales verbales, visuales y de cualquier otro tipo.

Así que hombres, no nos culpen y etiqueten como “maniáticas”, “brujas” o algún otro adjetivo que demerite nuestros atributos neurológicos y visuales… En lugar de eso, por qué no entender nuestra naturaleza hombre-mujer y asumir cada uno nuestras cualidades para nutrir nuestra relación de pareja.

 

Hagámoslo y recordemos que nuestras diferencias nos hacen únicos. Aprender a usar ésas cualidades de una manera sana en nuestras relaciones interpersonales, es sin duda, la mejor manera de aprovecharlas…

MISCELÁNEO

Núm. 300 – Noviembre 2024