Revista Personae

ENRIQUE PONCE DE LEÓN ROMÁN

Embajador del Ecuador en México

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 Enrique Ponce de León Román

 

El mundo vive una crisis sanitaria sin precedentes. No es su primer pandemia pero sí la primera de gran magnitud en un mundo interconectado por lo que se desplaza a gran velocidad por todo el orbe. Las imágenes de Guayaquil, Ecuador, que recorrieron primero las redes sociales luego los noticieros fueron impactantes, el embajador ecuatoriano, Enrique Ponce de León Román nos asegura que hubo gran amarillismo y exageración.

Esta vez la entrevista es telefónica, respetando la cuarentena, de entrada comenta: “Agradezco la oportunidad de poder aclarar y compartir la versión real de lo que sucede con el Covid 19. Ha habido un amarillismo, quiero señalarlo así, con relación a cómo se ha transmitido la información en forma exagerada, tratando de escandalizar. Una cosa es informar las realidades, que son muy lamentables, pero no hay porque sobredimensionar los hechos para escandalizar y a veces con intensiones claramente políticas de hacerle daño a un gobierno”.

Expone que su país declaró la emergencia sanitaria el mismo día que la OMS designó al Covid como pandemia (11 de marzo) cerrando fronteras, prohibiendo eventos. El 16 de marzo se declaró el Estado de excepción y un toque de queda entre las dos de la tarde y las cinco de la mañana, se obligó al aislamiento social y solo quedaron funcionando los servicios básicos.

“Quiero ser contundente al empezar, señalando que El Ecuador fue muy oportuno, fue país pionero en la adopción de medidas radicales para prevenir la expansión del virus. Dicen que Ecuador no tomó medidas oportunas, no actuó a tiempo y el virus le tomó de sorpresa, ¡no fue así!”, afirma contundente.

 

Enrique Ponce de León Román

 

Refiere: “Hubo un contagio muy severo que se concentró casi en un 90% de casos en la provincia de Guayas. Guayaquil (capital de la provincia y segunda ciudad más importante del país) vivía un momento de vacaciones, en Ecuador existe una comunidad de migrantes muy, muy importante, asentada en Europa, muchos en España e Italia, esas comunidades regresan a visitar a sus parientes y muchos ecuatorianos van, a su vez, a visitar a los migrantes y también en Estados Unidos, en Nueva York, la comunidad ecuatoriana es enorme. Entonces es muy probable que ese ingreso de personas desde el extranjero (poco antes del cierre de fronteras), y desde lugares con altísimos índices de contagio, ocasionó eso. Una suma de elementos produjo la crisis que sí existió, pero no sobre dimensionada como se ha querido mencionar en cierta parte de prensa amarillista”.

 “Se juntaron varios elementos: Primero, hubo un número de decesos inusuales, varios de 30 a 150 diarios. Segundo, aislamiento, todo esto se produjo en un momento de aislamiento de toque de queda, cuando las personas no pueden tener un libre tránsito para ocuparse del entierro de sus fallecidos. Cierre de muchas funerarias que son las que se encargan de los servicios de exhumación de los cadáveres, no es el Estado ecuatoriano el que se ocupa de eso, son estas entidades privadas. También en un principio, y esto es a nivel mundial, se decía que los cadáveres de las personas que habían fallecido por coronavirus tenían que ser cremadas, no había hornos suficientes para proceder, luego ya se dio la orden contraria. Además, la atención limitada de las entidades producto del propio aislamiento y del toque de queda”, explica.

“El gobierno en forma inmediata tomó decisiones, creó una entidad que se llamó Fuerza de Tarea Conjunta en el cual están englobados Policía Nacional, Fuerzas Armadas, Comisión de Tránsito, el ECU 911 que atiende emergencia, en el caso de Guayaquil, el municipio y también entes privados para encargarse del levantamiento oficial y el entierro digno de los fallecidos. Es así cómo, ante una crisis, que sí alarmó con cierta razón, se ha permitido que poco a poco las cosas vayan a la normalidad”, refiere.

 

En este contexto, su país es de los países más afectados, el diplomático lo reconoce: “No hay peor cosa que tapar el sol con un dedo, es imposible, y sí es alarmante esa cantidad de contagios que hemos tenido en Ecuador, al momento la cifra supera los diez mil contagios, oficialmente (la cifra se duplicó un día después de la entrevista porque llegó el resultado positivo de varias pruebas hechas con anterioridad) y 537 muertes en un país cuya población es de 17 millones. También hay que mencionar que el gobierno ha tomado precauciones, está entre los países que mayor número de pruebas que se están realizando, todas las que sean necesarias. Países con los regímenes sanitarios más importantes del mundo se han visto caotizados en este momento, aquello no podía ser ajeno a países como el Ecuador”.

 

Semanas antes de la crisis (7 de febrero) se había firmado un acuerdo de cooperación en salud entre nuestras naciones, mismo que fue la actualización de un memorándum de entendimiento del 23 de junio de 1992. “En forma casi inmediata nos ha ocurrido lo que ocurrió al mundo entero y hemos podido tener mucha cooperación”.

 

Otro tema complicado son los varados, pues las fronteras ecuatorianas están cerradas por aire, tierra y mar, por consecuente hay mexicanos y ecuatorianos con dificultades para regresar a sus respectivos países: “Hemos llegado a tener mil 400 ecuatorianos varados, de ellos, hemos llegado a repatriar a más de 800. Se han establecido protocolos para el retorno vía salvo conductos y poco a poco se están abriendo las posibilidades”.

 

Enrique Ponce de León Román

 

Agradece el apoyo al gobierno mexicano por la cooperación, por ejemplo, en un vuelo que mandó nuestro gobierno para recoger connacionales, se aprovechó para llevar ecuatorianos. A su vez, muchos mexicanos viajaron en un avión militar de Ecuador que hizo escala técnica en México rumbo a Estados Unidos por ayuda humanitaria.

 

La crisis de salud llega en un momento que ya era complicado, expone: “Nosotros estábamos tomando medidas frente a una crisis económica bastante severa, recordemos que Ecuador pasó una década en que fuimos nuevos ricos (por el petróleo) y de la noche a la mañana, al no haberle dado la utilización al dinero que se correspondía, nos dimos cuenta, que no había ahorro suficiente, por el contrario, había un endeudamiento enorme. Eso creó una crisis económica para el presidente Lenin Moreno, sin embargo, con mucha valentía, ha ido tomando medidas drásticas pero necesarias y oportunas. Justamente cuando se está enderezando el tema económico, viene una crisis como la del Covid-19, vienen otras crisis absolutamente ajenas a la voluntad como la baja del precio del petróleo y eso hace que el país esté enfrentado una crisis económica bastante severa, en la cual tendremos que apostar al trabajo conjunto entre el ente público y el privado para retomar acciones económicas que enderecen el rumbo de nuestro país”.

 

Las medidas económicas ya han provocado desajustes internos con anterioridad, reconoce: “En octubre hubo un levantamiento indígena, la lectura de la mayoría de la población ecuatoriana y del gobierno fue que se utilizó una lógica protesta. Digo lógica porque hay derecho a protestar cuando los grupos sociales se sienten afectados por determinada política; pero lo que pudo haber sido una protesta legítima se politizó para intentar armar el caos y en momentos lo consiguieron caotizaron el país, hubo situaciones de verdadero vandalismo, verdaderamente criminales, que fueron manejadas por el gobierno y en forma muy rápida y oportuna permitiendo que el país volviera a la calma en pocos días”.

“El caso específico fue haber eliminado el subsidio a los combustibles. Esa es una decisión que el gobierno en turno ha ido evadiendo, postergando, el presidente Lenin Moreno decidió que no había que esperar más y esto fue aceptado por la mayor parte del país, peto fue el grupo indígena fue quien lanzó una protesta”, refiere.

 

Entre los desafíos que esperan, después de la pandemia, destaca: “Tenemos nosotros que reflejar confianza. El Ecuador es un país abierto a la inversión extranjera, de muchísimas oportunidades, acompañadas de incentivos, de seguridad jurídica a las inversiones. México es el inversionista extranjero directo número uno del Ecuador y las empresas mexicanas que han confiado sus inversiones en mi país están muy contentas con los rendimientos de cada una de ellas, de tal manera que han ido creciendo en sus intenciones de inversión”.

“El Ecuador es un país dolarizado, nosotros requerimos del ingreso de divisas, de dólares al país, y la forman de que ingresen es la inversión extranjera, la otra el turismo que es uno de los temas importantes, de hecho, es un tema que a mí me apasiona, yo fui Ministro de Turismo de El Ecuador antes de haber sido designado embajador en México. Estamos trabajando un tratado de libre comercio que será a su vez la puerta de entrada del Ecuador como miembro pleno a la Alianza del Pacifico”.

 

La relación de Enrique Ponce de León es anterior a su actual misión diplomática: “Cuando yo fui ministro de Turismo tuve la oportunidad de firmar un convenio con México para poder llevar los pueblos mágicos a Ecuador, donde ya existen varios. Otro programa que llevé, en su momento, fue el que se denominó a Riviera del Pacifico inspirado en Cancún y la Riviera Maya”.

 

Aprovecha la oportunidad para convocarnos: “Hago un llamado a la solidaridad, otro gran mensaje que nos deja una crisis como la que estamos viviendo es que juntos se trabaja mejor, la unión hace la fuerza, la solidaridad es importante en momentos como este y en el caso de México y Ecuador se está haciendo presente”.

 

Enrique Ponce de León Román

 

Para concluir llama a la reflexión:

“El mundo va a ser uno antes del Covid-19 y otro después. Tendremos que replantearnos nuestra forma de vida, nuestras costumbres, inclusive nuestras necesidades y ser respetuosos con nuestro medio ambiente”.

POLÍTICA

Núm. 300 – Noviembre 2024