HANNIA NOVELL
Desentraña el origen de la noticia
- PERIODISTA
- julio 2022
- Patricio Cortés
- Fotografía: Jair Ramírez / TV Azteca
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Hannia Novel ha sido titular en diversos noticieros de TV Azteca, destacando desde el 2006 la conducción del noticiero principal del canal de noticias de la televisora, con ADN 40, que la convierte en el rostro más conocido de esta frecuencia televisiva.
Hoy se lanza a una nueva aventura, sin dejar de lado su noticiero de las 9pm, llamada Desde el epicentro, El origen de la noticia, por A Más, (7.2) los jueves a las 7pm, mismo que hace honor a su nombre, como nos narra la titular: “Hablamos del origen de muchas cosas, el epicentro, para entender la historia. Sabemos y conocemos muchos hechos, pero probablemente se nos vaya, se nos barra, de donde partió algún hecho que nos cambió la forma de vivir, de sentir, de ver, incluso la forma de transportarnos”.
La conductora echa mano de las experiencias adquiridas en años de coberturas, en nuestra charla nos habla de sus orígenes donde estudió dos carreras, Arte y cultura, danza, y Ciencias y técnicas de la comunicación: “Cuando salí de la carrera de danza, para mí lo primordial en mi vida era comunicar, dije: ‘si no soy bailarina profesional, porque eso finalmente se agota el cuerpo, yo quería seguir comunicando y entonces escogí la carrera de comunicación’. Escogí periodismo porque mis padres, los dos, estudiaron esa carrera”.
Sus primeras experiencias fueron en medios públicos: “No fue difícil vincularme en medios culturales. El asunto fue que como mujer nos hemos tenido que abrir brecha con doble esfuerzo. Saliendo de los medios culturales, al ingresar a TV Azteca, por azares del destino entré a la nota roja. Una mujer chiquita, flaquita, que estaba entrándole a perseguir a delincuentes, a las leyes, todavía fue el triple esfuerzo, aunque siempre me he considerado muy afortunada, muy bendecida, la verdad es que me ha ido muy bien en la carrera porque me he abierto paso”, añade.
Le comento que pasar del arte al crimen parecieran polos opuestos, ella acota: “Creo que todo es arte, porque es parte de la vida, nada más que se pinta de dos colores distintos. El arte podría ser los colores pastel y la nota roja como su nombre lo dice rojo, más obscuro, más del lado de las sombras. Ahí es donde de manera concreta, ves las partes nobles del mundo, la gente bondadosa, la esperanza, y ves la parte de lado gris y oscuro del ser humano. Un reportero se forma en la calle, la mejor escuela para mí fue la nota roja porque te das cuenta cómo el hombre tiene que sobrevivir y además entiendes el valor de la vida y de la muerte. Hay que trabajar áreas dónde tu expones algo que probablemente alguien no lo puede denunciar”.
Aunque Hannia Novell es una mujer muy bella, no es eso lo que le ha abierto las puertas: “Mi padre siempre me dijo: ‘tú tienes que ser más cabrona que bonita. Ve al fondo las cosas, no sólo se ganan con pararte y sonreír, se ganan con trabajo con sacrificio, con esfuerzo’. Siempre he tratado de seguir esa norma de trabajar, de exigir con conocimientos. Probablemente haya mucho, en el ámbito de la comunicación, compañeras, conductoras, colegas que les ha sido más fácil llegar porque son atractivas; en mi caso llegué desde abajo y me da mucho orgullo. Empecé cargando cintas, la maleta al conductor, a la productora. Conozco todos los terrenos para saber mandar. Ha sido un constante el esfuerzo en esta carrera, muchas veces te alejas de la familia, cumpleaños, días de las madres, tiene que entender la familia. Nunca he creído en la cuotas de género vamos aponer a todos los que sean buenos, por calidad”.
“Desde el epicentro” es un programa de periodismo, en una época donde muchos aseguran que el periodismo está muerto, su titular difiere: “Yo creo que el periodismo no está muerto y no va morir nunca, la forma de comunicar, de entenderlo, debe tener un avance. Si hay un problema siempre tendrá que haber una denuncia y la otra parte tendrá que arreglarla, que trabajar en ella; por ejemplo, no se hablaba mucho de la violencia intrafamiliar, de los abusos infantiles, que ya existían a la hora que los hacemos públicos… Entonces, tiene que haber una parte de la autoridad que le dé vergüenza los problemas y que deberán de arreglarlos por obligación. Yo creo que el periodismo no está muerto, probablemente se transformaron las formas de hacerlo con tecnología; hoy todo mundo tiene un teléfono, pero no todo mundo es reportero. Para ser reportero, necesitas investigar, corroborar fuentes, ir al lugar de los hechos. Si alguien tiene un teléfono a la mano y capta algo al momento, tendrá la instantánea, pero no tendrá la investigación. Nosotros los periodistas, somos los que nos encargamos de corroborar que un hecho sea real y no nos están dando una fakenews”.
“La obligación de periodismo es corroborar fuentes, versiones, la parte de la versión oficial, el lugar. Están subiendo cosas de protestas y tú te das cuenta a la hora de hacer la investigación, que esa imagen ni siquiera es de México, esa es la parte donde nosotros entramos”, complementa.
Le pregunto a qué atribuye el que se haya transformado en el rostro más reconocido de ADN 40, expone: “Cada quien tiene su estilo y yo he ido forjando el mío, creo en un periodismo social, hablarle a la gente de tú a tú, si dar órdenes. En la televisión es muy fácil decir ‘pónganme atención’, yo hablo en primera persona y me refiero a la gente con mucho respeto. Me parece que eso es lo que ha dado una continuidad en mi carrera, el estilo, que me gusta dar voz a todos, estar en los lugares donde creo que hay que escribir la historia con la pluma propia. Me siento muy halagada de contar una historia que me tocó vivir con las coberturas en donde he estado y donde me he formado con este carácter, de amable pero incisiva. ADN40 antes se llamaba Proyecto 40 –llevo 16 años–, ojalá que siga con este perfil de hacer un periodismo social que le sirva a alguien. En tanto siga dándole la voz a todo el mundo, que tenga la posibilidad de hablar cuando muchas veces son olvidados o silenciados, creo que seguiré haciendo lo que me gusta hacer”.
Hace hincapié en la responsabilidad profesional: “Mi decálogo para trabajar es que no todos pueden decir todo y no todo se puede decir. No hay censura, pero hay momentos en que tú tienes que resguardar la integridad, la seguridad de alguien, por ejemplo en un caso de secuestro, en el que tienes ya todo el panorama, sabes quién es la víctima, quién el victimario, quién tiene que parar el problema, simplemente ir rescatar; muchas veces, por la seguridad de la víctima, no puedes informar todo. También, hay temas de seguridad nacional, no puedes revelar toda la información porque pones en riesgo a una persona, a una comunidad o a un país. Se ha venido transformando, se ha venido modificando la forma en que hacemos periodismo, pero las bases siguen siendo las mismas: corroborar, verificar y estar en el lugar de los hechos. Hoy, la tecnología te permite hablar inmediatamente a un lugar distante, pero sí tienes que verificar. Con esta posibilidad de comunicación inmediata, pues muchas veces caes en un error que por sacar la nota, de no de verificar. Creo que eso es lo que se ha venido transformando, que muchos colegas no verifican con total de llevarse la primicia. Me parece que ese es un gran error y que finalmente tiene sus consecuencias, pagas la factura. Otra línea de decálogo, para mí, no hay que llegar primero, hay que llegar bien. No es ‘llegaste tú primero a las Torres gemelas’, es más como ‘¿Tienes toda la información para decir qué es lo que está pasando, ya se tiene la calidad para decir la información exacta?’ Esta parte de la inmediatez, creo que sí afecta mucho porque se les olvida la parte de los objetivos principales del periodismo, no es comunicar por comunicar, porque eso lo puede hacer cualquiera. Puedes estar desinformando, caer en una fakenews o que alguien te esté utilizando para sus fines personales o políticos. Por eso, no es siempre bueno ser el primero, sino saber que se está diciendo la verdad o investigándola, por lo menos, tratando de llegar al fondo de algún de algún acontecimiento, de algún de alguna problemática”.
Se describe: “Soy una mujer feliz, realizada, satisfecha con lo que con lo que soy, con lo que tengo, con lo que he logrado, e insatisfecha porque siempre quiero más. Para mí, muchas veces no importa la nota que ya di por que ya fue, ahora, lo que sigue. Siempre he sido así, buscando, ya tengo trabajo, ahora ya tengo esta idea. Siempre he buscado diversificarme, me exijo mucho, soy mi gran aliada y mi peor enemigo, soy yo muy autocritica. El camino es lo que te da las satisfacciones, no la cima, esa es mi filosofía de vida, lo que viene para adelante, mirar siempre hacia el futuro, siempre tengo metas a perseguir. En el mundo de los hombres, he demostrado que las mujeres también podemos y no por la linda cara, sino por la trayectoria, el esfuerzo y los sacrificios que uno ha tenido que pagar”.
Para concluir nos invita a sintonizar “Desde el epicentro”: “A la par del periodismo documental, tratamos de abordar no sólo lo que pasó, sino porqué paso, las respuestas del periodismo siempre serán las mismas cómo, cuándo, dónde, por qué y, si se puede, todavía ir más allá, responder el para qué”.