JORGE ZEPEDA PATTERSON
Biógrafo no oficial de los presidenciables
- PERIODISTA
- junio 2023
- Patricio Cortés
- Fotografía: Cortesía de Editorial Planeta
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Jorge Zepeda Patterson (@jorgezepedap) se ha convertido en el biógrafo no oficial de quienes aspiran al poder, desde 2005, cuando sacó la primera versión de Los suspirantes, coordina un ejercicio periodístico con biografías de los precandidatos a la presidencia. Para esta adelantada contienda, lanza La Sucesión 2024 (Editorial Planeta @planetavzla), sobre el cual charlamos vía Zoom, pues al momento de la entrevista nos separa una gran distancia geográfica.
En las tres versiones de Los suspirantes fungió como coordinador, en La sucesión 2024 se hace cargo de toda la obra: “Yo venía coordinando este ejercicio desde el 2006, es decir, había hecho ya tres sexenios, le poníamos Los suspirantes, consistía en perfiles biográficos de los aspirantes a la presidencia y eran diez, doce, trece perfiles; sin embargo, juzgué que, para esta ocasión, son tan pocas las posibilidades de cualquiera que no sea Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard que no tenía sentido, ni era respetuoso con mis colegas pedirles un perfil sobre alguien que no era competitivo ni tenía posibilidades de ganar, entonces por eso decidí mejor concentrarme solo en tres que son los dos mencionados, más Adán Augusto López, que al principio se le veía como un posible candidato, caballo negro como se dice, que no ha sido así. Por otro lado, en esta elección cambian las reglas del juego, porque se abrieron mucho antes, a mitad del sexenio y no hacia el final como se acostumbraba, por la posición tan poderosa e influyente con la que llega López Obrador al final, con la perspectiva de que Morena va a ganar casi seguramente. Pensé que, además de los perfiles, se requería un poco de análisis para explicar todos esos temas novedosos y cómo podría ser el proceso tan diferente al de otros sexenios, tan claro, por ejemplo, como el hecho de que lo que se decida ahora en la interna de Morena para elegir su abanderado, va a ser claramente la definición del próximo presidente de México y no en los comicios que tendrán lugar en el verano”.
Nos explica cómo se volvió el biógrafo no oficial de los presidenciables: “Con el propósito, sobre todo, de que la opinión pública tenga una perspectiva más objetiva, con mayor información sobre quiénes son estas personas que aspiran a quedarse con la candidatura y eventualmente con la silla presidencial, porque, en medio de las campañas o las precampañas, lo único que escuchamos son adjetivos, ya sea para beatificarlos si son a favor o para satanizarlos si son en contra. En ese sentido, mi idea era aportar más elementos de dónde vienen sus trayectorias, cómo son, sus puntos favorables, sus puntos desfavorables, etcétera, y aportar más elementos de juicio para que el ciudadano tenga más elementos para tomar decisiones”.
De acuerdo con el libro y las encuestas, hay una amplia favorita, por lo que preguntamos al analista, ¿qué podría desbocar su carrera?, opina: “Las intenciones de votos son bastante marcadas en favor de Claudia y en un segundo lugar para Marcelo Ebrard, yo más bien pensaría que en uno de los dos quedará la candidatura final, con mucho mayor probabilidades para ella por la situación en la que se encuentra. Imponderables en política siempre puede haber, pero a estas alturas, veo tan firme a Morena frente a la oposición y tan clara la ventaja que lleva Claudia y en segundo lugar Marcelo, que de lograse acortar la distancia de la puntera, que no es probable pero tampoco imposible, el único escenario posible sería que no terminara con un resultado final que la haga a ella presidenta de este país”.
Un apoyo explícito del presidente indudablemente podría cambiar la dirección, pero Zepeda Patterson lo veo poco factible: “Él se ha rehusado a explicitar un favorito puntualmente, yo no creo que, de aquí a la elección interna él vaya a modificar esta actitud y decir: no yo quiero que sea tal persona. Él los ha puesto más bien a competir, luego ya es un tema de especulación de muchos, sobre si hay una favorita o no. Entonces uno tiene que leer entre líneas, gestos, actitudes a quién respalda o a quién apoya el círculo más cercano al presidente, los gobernadores morenistas y ahí es donde uno interpreta que Claudia podría estar más cerca, digamos, de su corazón. Dudo que él vaya a hacer una cosa más explícita y en ese sentido, a lo largo de año y medio, Sheinbaum ha sido percibida por muchos obradoristas como la más cercana al presidente y se inclinan en esa dirección, sin que el presidente haya dicho nada en contra de eso, pero tampoco mencionándola como su sucesora, necesariamente”.
En una antigua columna, cuando Felipe Calderón fue nombrado candidato en analogía al póker, expuso que Creel tenía un par y López Obrador una tercia y al nombrar al nuevo candidato, el blanquiazul recibiría nuevas cartas, pregunto si eso puede volver a pasar, lo ve improbable: “No la estoy viendo yo, está ya muy cercana, las opciones que se han mencionado hasta ahora, tanto del PAN como del PRI como posibles candidatos ciudadanos tipo Claudio X González, Gustavo de Hoyos o Lili Téllez, etcétera, no aparecerían competitivas e incluso encuestas, que están saliendo estos días, dejan muy claro que no serían rivales ni para Claudia ni para Marcelo. En parte, por el partido PRI o PAN que están muy desacreditados, en parte porque ellos mismos son cartuchos gastados o son empresarios que los sectores populares verían con desconfianza; en el caso de gente como Lily Téllez pues que no tiene experiencia en la administración pública y mucha gente no la vería a cargo de una responsabilidad de ese tamaño El caso es que cuando uno analiza casi cualquiera de estas cartas, ninguna es realmente competitiva y queda ya muy poco tiempo como para que surja de la nada un nombre nuevo. Cualquier candidato o aspirante a la presidencia requiere ser conocido por lo menos por la mayoría de la población y eso sucede a lo largo de mucho tiempo, lo cual hace difícil la emergencia de una sorpresa, en este momento”.
Expone la poca influencia que parecen tener los medios masivos: “Cuando uno ve los medios, pensaría, bueno, este gobierno se está desplomando en términos de imagen o de apreciaciones, luego resulta que el 60% de la población aprueba al presidente o que en los comicios por las gubernaturas Morena ha ganado ocho o nueve de cada diez que se han disputado. Es decir, al final, se ha impuesto la voluntad de las mayorías, no lo que pensemos los medios”.
¿Entonces puede ser que el público ya escucha muy poco a los medios?, es la pregunta que salta y responde: “Justamente eso es lo que tendríamos que estar concluyendo porque está clarísimo que, en cuatro años, el grueso de los medios ha cuestionado duramente a López Obrador y está claro que su popularidad no ha descendido. Si uno junta esos dos datos, solo puede concluirse que los medios no tienen la penetración que creíamos que tenían y para mucha gente no definen su opinión, o segundo, sí tienen ese alcance, pero la gente no tiene credibilidad en los medios y prefiere tomarse un criterio en otros ámbitos. Cualquiera de las dos puede ser la respuesta, pero el hecho es que, en efecto, los medios no han definido a la opinión pública en lo que tiene que ver con las apreciaciones sobre el gobierno de López Obrador”.
De acuerdo con el análisis de nuestro entrevistado quien gane las primarias de Morena, tiene una clara tendencia a ser el próximo presidente de México, lo cual sucedería un año antes de que acabe el sexenio. Es así, que surge la duda si eso debilitaría la actual gestión, diserta: “En condiciones normales, sí por eso es que los presidentes en funciones trataban de retrasar lo más posible la lucha presidencial, porque a partir de ese momento se debilitaban en la medida en que se iniciaba la cargada el cortejo al que iba a ser el soberano los siguientes seis años, y ya el que mandaba no estaba en palacio sino el que iba a mandar los siguientes seis años y con ese se trataba de quedar bien. Eso siempre sucedía así, por eso decían los presidentes, el que se mueva no sale en la foto para tratar de tranquilizarlos hasta el último instante. López Obrador cambia eso y en efecto, si en agosto, septiembre, octubre tendremos un nominado por Morena, la gente va a asumir que ese va a ser el presidente de los siguientes seis años. En condiciones normales, eso debilitaría a López Obrador; pero no son condiciones normales porque López Obrador tiene un partido del cual no es jefe sino es su partido, armado por él y que responde a él. No importa quién sea, en ese momento, el supuesto aspirante a la presidencia o futuro presidente, la sensación es que él va a estar en control completo hasta el último día de su sexenio le va a quedar clara a cualquiera que sea el nominado”.
Muchos recuerdan casos como el del expresidente ecuatoriano Rafael Correa que dejó en su silla a su delfín, Lenin Moreno, quien destrozó todo lo construido por Correa, ¿cómo se puede cuidar que eso no suceda en México? es una pregunta recurrente, Jorge Zepeda Patterson, responde: “Contra eso no hay garantía absoluta, los seres humanos, a veces, son insondables; pero, tratando de pensar en esta cuestión, es que mucha gente atribuye a que Claudia Sheinbaum es la favorita del presidente, porque, en teoría, sería el cuadro de Morena más identificada con las banderas del propio López Obrador, en el sentido de que Claudia nació dentro del obradorismo, no ha sido otra cosa que académica o funcionaria dentro del obradorismo, no tenía una trayectoria política previa, entonces, es una especie de ahijada política. Esto no garantiza nada, evidentemente, pero se entiende que le podría dar más tranquilidad que entregarle la estafeta a alguien que ha tenido trayectoria propia, ha tenido en su momento otras banderas, etcétera, etcétera. De ahí la interpretación que se hace de que ella le sería favorita porque le daría más garantías de continuidad y no de traición a los principios; yo pienso que Marcelo tampoco, pero quiero decir estas apreciaciones corren con cierta lógica”.
Explica la ventaja: “Sobre todo al arrastre que ha obtenido López Obrador, su proyecto político y su partido a partir del desencanto que generaron las propuestas de las modelos anteriores, de los partidos tradicionales, la gente probó con el PRI, se agotó; probó dos sexenios con el PAN, se agotó; intentó otra vez con el PRI y finalmente le dio espalda a estas opciones tradicionales y recurrió a una alternancia, que ahora no solo una alternancia en el gobierno, sino también de proyectos social y político en contra del neoliberalismo. Yo creo que el modelo anterior, al fallar, generó la inconformidad que ahora apoya a López Obrador y eso no se ha perdido, aún se mantiene. De ahí que, en efecto, tengamos a un presidente a cargo de una fuerza política que no habíamos visto en tantas décadas”.
“En la historia política moderna de México, estamos viviendo una situación inédita y eso es un poco lo que quería analizar, ¿Hasta qué punto hay una favorita?, ¿Va a decidir López Obrador o van a decir las encuestas?, ¿Cómo podría ser la presidencia de uno o de otro?, ¿Hay posibilidad de un escenario B para Marcelo Ebrard de lanzarse por la libre en caso de que la decisión no le favorezca? etcétera, etcétera. Son elementos que no estaban presentes en otras elecciones”, concluye.