LOS GRANDES MURALISTAS MEXICANOS Y LOS SISMOS

Orozco, O´Gorman y Rivera son nombres que rápidamente asociamos con grandes pintores y muralistas mexicanos. José Clemente Orozco, nació en 1883 en Jalisco y a los dos años lo llevaron a vivir a Zapotlán, hoy Ciudad Guzmán. Observando trabajar a José Guadalupe Posada se interesó en el dibujo, aunque estudiaba en la Escuela Nacional de Agronomía y se ganaba algún dinero haciendo mapas topográficos, se inscribió en la Academia de San Carlos. 

Por su parte, Juan O´Gorman, oriundo de la Ciudad de México y nacido en 1905, también estudió en la Academia de San Carlos y en la Facultad de Arquitectura de la UNAM. Sin duda su obra más reconocida está en la Biblioteca Central de nuestra máxima casa de estudios, el mural “Representación histórica de la cultura”, que ocupa las fachadas del edificio con más de 4 mil metros cuadrados, mismo que fue realizado con pequeños fragmentos de rocas de colores de muy diversas regiones de México. En la fachada poniente, plasma a la Universidad y al México de principios de los años 50. No intentaremos explicar este mural, pues no soy especialista y se llevaría la mitad de la revista, si bien, les sugerimos visitar esta increíble parte de la UNAM cualquier sábado o domingo. 

Nacido en Guanajuato el 8 de diciembre de 1886, Diego María de la Concepción Juan Nepomuceno Estanislao de Rivera Barrientos Acosta y Rodríguez, mejor conocido como Diego Rivera, probablemente de los más conocidos pintores y muralistas mexicanos, con una de sus obras más importantes pintada en las escaleras principales de Palacio Nacional, también tomó clases nocturnas en la Academia de San Carlos.

Sería interesante conocer qué pensaron o qué sintieron estos tres grandes muralistas después de la ocurrencia de un sismo importante. Por ejemplo, José Clemente Orozco, siendo de Ciudad Guzmán, debió sentir sismos muy importantes de la costa del Estado de Jalisco, como el M8.2 de 1932, que debió afectar mucho esa ciudad, de magnitud similar al sismo de 1985, aunque él ya no vivía. Tanto Rivera como O´Gorman debieron ser testigos de muchos sismos que se sintieron en la capital como el de 1957. No hay referencia de estos fenómenos geológicos en sus murales o pinturas, más sí para el caso de volcanes. 

Dejemos por un momento a los muralistas. Sabemos que el origen de la mayoría de los sismos en México se presenta en los límites de las placas tectónicas, que son estos grandes segmentos de la corteza terrestre (la capa más externa de la Tierra, que contiene océanos y continentes). En nuestro país interactúan 5 grandes placas: Norteamericana, Pacífico, Cocos, Centroamericana y Rivera. Estas placas no son totalmente rígidas, ya que se doblan y deforman, generando fracturamientos, y estos fracturamientos cuando son muy grandes reciben nombres como el caso de la Falla de San Andrés, que no es una sola falla sino un sistema de fallas. 

¿Quién pone los nombres a estos fenómenos? No queda claro. Existe en Estados Unidos un sitio conocido como la Junta de Nombres Geográficos (BGN BoardonGeographicNames) que recibe propuestas para nombrar o modificar nombres de elementos geográficos. Sería muy interesante saber quién sugirió el nombre de Diego Rivera para la Placa Rivera a la “pequeña” placa tectónica oceánica, que se localiza en el Pacifico, frente a los Estados de Colima, Jalisco, Nayarit y Baja California Sur, y que se encuentra entre la inmensa Placa del Pacífico (la más grande del planeta) y la Placa Norteamericana, que es en donde se ubica nuestro país, con excepción de las Bajas Californias. Alguien claramente quiso honrar a Diego Rivera, pero, además, hay una Zona de Fractura de Rivera, una larga falla que separa a la Placa Rivera de la de Cocos. Otras dos grandes Zonas de Fractura llevan el nombre de Orozco y O´Gorman, siendo entonces evidente que querían honrar a estos tres grandes de la pintura y muralismo mexicano –tanto la Placa de Rivera como las Zonas de Fractura de Rivera, Orozco y O´Gorman–, pueden observarse en la Figura del Mapa, en el lado izquierdo. 

La Placa de Rivera entra por debajo de la Placa Norteamericana, en esta zona de subducción que contempla los Estados de Jalisco y Colima, es donde se han producido sismos muy importantes como el de 1932 de M8.2, y el de 1995 de M8.1, que también están dibujados en la Figura del Mapa. Estos dos sismos produjeron, además de daños en las poblaciones, tsunamis como en el caso del de 1995, en donde la población de la Manzanilla fue inundada por el mar alcanzando una altura de 1.5m. El sismo de 1932 junto con el del 7 de septiembre de 2017, han sido los eventos con mayor magnitud en México en los últimos 122 años. En las Zonas de Fractura de Rivera, Orozco y O´Gorman, también se generan sismos, pero sus magnitudes difícilmente rebasan M6.5. Por su distancia lejana a la costa son generalmente poco sentidos. 

Ya que estamos con los nombres de estas estructuras, la Placa de Cocos recibe su nombre de una isla que se encuentra frente a la costa Pacífico de Costa Rica, y que se llama la Isla del Coco. En Costa Rica le dicen la Placa del Coco, y considero que están en lo correcto. En la costa mexicana, en donde interactúa la Placa de Coco, frente a los Estados de Jalisco (un poco), Colima, Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Chiapas, es en donde se producen una gran cantidad de sismos, incluyendo el de 1985 y el del 7 de septiembre de 2017. 

¿Qué pensarían estos grandes pintores, de que sus nombres estén en estas gigantescas estructuras geológicas? ¿Habrían querido representarlas en sus murales? ¿Habrían sabido qué hacer en caso de un sismo? Espero que, al ver sus grandes obras, y por supuesto visitar la Biblioteca Central de Ciudad Universitaria y al celebrar los 100 años de muralismo en nuestro país, también recordemos que geológicamente se les ha reconocido a estos muralistas. 

Estemos prevenidos y preparados para futuros sismos, y que también sea una forma de recordar a estos personajes. 

Carlos Miguel Valdés González

Mapa de fracturas oceánicas y zonas de ruptura de sismos importantes en México de 1900-2000 (Kostoglodov y Pacheco). Aquí se indican las Zonas de Fractura de Rivera, Orozco y O´Gorman, así como la Placa Rivera, en la sección izquierda arriba. 

Juan Martínez de Velasco y Juan O´Gorman, junto a la maqueta de la Biblioteca Central de la Ciudad Universitaria (1952)

José Clemente Orozco (1947).

Diego Rivera, junto al mural El agua, origen de la vida. (1952).

Prevenir para vivir

Carlos Miguel Valdés González