Revista Personae

MARCELO PRIETO JIMÉNEZ

Embajador de Costa Rica en México

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Costa Rica es una gran nación, a pesar de no contar con un vasto territorio, es un país megadiverso, así como una potencia regional. Charlamos con su embajador Marcelo Prieto Jiménez.

 

De entrada, nos narra que los vínculos entre Costa Rica y México son muy antiguos. En la época prehispánica, Costa Rica fue la frontera sur de la cultura mesoamericana e indica que la provincia norte de su país, Guanacaste, deriva su nombre de la expresión náhuatl “Quanacastlan” (lugar del árbol con orejas). El nombre de los pueblos indígenas que habitaban esa zona, era “chorotegas”, que también tiene un origen mexica.  

 

Marcelo Prieto Jiménez

 

Durante la Colonia, Costa Rica fue parte del Virreinato de Nueva España, al estar integrada a la provincia de Guatemala. Después de la independencia, durante 14 meses, formó parte del primer Imperio Mexicano y designó representantes al Congreso correspondiente. Aunque se separó de México después de la caída de Iturbide, las relaciones se han mantenido por 197 años: “Siempre estuvieron estrechamente alineados, ambos países, en los aspectos más importantes, en el siglo XIX, el respaldo de México a la paz y a la independencia de los países centroamericanos. Muy relevante fue el respaldo de México a Costa Rica frente a la pretensión del presidente guatemalteco, Justo Rufino Barrios, cuando quiso reintegrar la República Federal de Centroamérica, mediante la fuerza de las armas”.

A lo largo de todo el siglo XX, Costa Rica y México se mantuvieron muy unidos, y trabajaron muy fuerte por lograr la paz en Centroamérica, en las décadas de los 70 y los 80. Hoy tenemos un Acuerdo de Asociación Estratégica que nos hace trabajar juntos en una multiplicidad de temas muy importantes, sobre todo lo que tienen que ver con la paz, con la búsqueda de la cooperación internacional y con el aseguramiento de los derechos humanos en toda nuestra región latinoamericana.

 

Las relaciones económicas son buenas y los vínculos comerciales muy fuertes, afirma: “Desde la embajada de Costa Rica en México, hemos trabajado muy duro para establecer y mantener un contacto sólido con empresas navieras mexicanas que puedan prestar este servicio. Debe señalarse que dentro de los esfuerzos de la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional y, como parte destacada del Proyecto Mesoamérica, ya existen desde hace tiempo los estudios que fundamentan el proyecto de establecer una ruta marítima permanente entre México y Centroamérica, tanto del lado del Pacífico como del Atlántico”.

 

Sobre los desafíos de su país, destaca: “Costa Rica tiene un problema serio de carácter fiscal que ha venido enfrentando con mucho esfuerzo. El gobierno del presidente Alvarado ha impulsado una profunda reforma en ese ámbito, logrando la aprobación de varias leyes y estamos ya comenzando a ver los frutos de esa nueva legislación.”

 

“Los problemas fiscales son generalizados en la mayor parte de los países del mundo, pero se está avanzando en la conciencia mundial sobre este tema; vea usted lo que acaban de aprobar el G20 y la OCDE, para que los países más grandes del mundo apoyen la generalización de un impuesto de por lo menos el 15% de sus ganancias a las grandes empresas transnacionales, cualquiera que sea el país donde estas empresas operen. Esa eliminación, por lo menos parcial, de los paraísos fiscales va a ayudar a las economías más débiles y a las emergentes en todo el mundo”, complementa.

 

Añade: “El otro gran reto que tenemos es volver a una normalidad postpandemia, que nos permita atender los grandes golpes que se ha llevado la sociedad costarricense en estos dos años. Voy a mencionar sólo uno para que se forme una idea de gravedad de esos problemas, el problema educativo. Durante estos dos años, la educación pública, en todos nuestros países, ha tenido un deterioro significativo porque los estudiantes no pudieron ir a las escuelas y tuvieron que enfrentar su proceso educativo de manera virtual o a distancia, sin que los sistemas educativos de nuestros países estuvieran preparados para atender esa realidad, en cuanto a infraestructura tecnológica, técnicas didácticas y formación de los maestros. ¿Cómo hacemos para que esa formación incompleta sufrida por dos o tres generaciones de niños y jóvenes pueda ser superada y puedan tener los conocimientos, las destrezas, las capacidades requeridas para poder continuar en su itinerario académico y para poder enfrentar los retos laborales y de su vida adulta? Esa es una tarea inmensa y Costa Rica la está abordando con mucha seriedad”.

 

El cambio climático implica también desafíos, expone: “La protección de la biodiversidad ecológica y de la naturaleza, la lucha para combatir el cambio climático no puede esperar ya, más bien se nos hizo tarde para enfrentar ese inmenso reto. Costa Rica, en este tema, ha dado aportes importantes al mundo y a América Latina. Recordemos que una porción muy importante del territorio costarricense está dedicada a la protección del medio ambiente: más de la cuarta parte del territorio nacional está destinada a proteger la naturaleza en varias modalidades, como parques nacionales, reservas biológicas, y áreas protegidas. Hemos dado luchas muy duras en el ámbito internacional: en Glasgow se logró apoyo a varias iniciativas y propuestas de Costa Rica, y también llevamos la bandera, fuimos la vanguardia, para que, en octubre pasado, en Ginebra, en una histórica sesión, el consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, reconociera internacionalmente los derechos ambientales como derechos humanos: reconociera el derecho humano a un ambiente sano, limpio y sostenible”.

  

El país que representa nuestro entrevistado destaca, en su región, por su desarrollo económico y tecnológico, por lo que pregunto ¿Cómo lo lograron?, y responde: “Eliminando el Ejército e invirtiendo los recursos en educación, salud y desarrollo humano. Costa Rica invierte un alto porcentaje de su Producto Interno Bruto en educación, desde hace tiempo. Eso ha permitido eliminar prácticamente el analfabetismo en Costa Rica, desde mediados del siglo pasado, y que haya universidades como la Universidad de Costa Rica que está en la lista de las 500 mejores universidades del mundo. Eso nos ha permitido, para usar una expresión que no me gusta porque los humanos nunca vamos a ser recursos ni capital, pero que uso para efectos descriptivos, tener un capital humano preparado, ha facilitado y estimulado la inversión extranjera directa en el establecimiento de empresas de alta tecnología. Eso nos satisface mucho y seguimos apostando por un ingreso vigoroso y fructífero del país en la nueva sociedad y en la nueva economía del conocimiento”.

 

En cuanto a los efectos económicos de la pandemia glosa: “A todos los países nos ha afectado, sin ninguna duda. La recuperación económica será lenta y va a depender muchísimo de que logremos contrarrestar la pandemia; si nosotros no logramos controlar la pandemia y el contagio generalizado, no vamos a lograr la recuperación económica. En algunos países incluso se quieren poner enfrente protección sanitaria y desarrollo económico, y se proclama que ‘no se puede confinar a la gente, no se pueden tener tantas medidas sanitarias porque eso impide el desarrollo económico’. Considero que esa contradicción es equivocada, pues sencillamente, ¡no habrá recuperación del desarrollo económico mientras no se logre vencer el problema sanitario! Vea usted la lección de Alemania, Francia y otros países, si no logramos controlar de manera razonable la cuestión de los contagios, y mantener a raya la enfermedad y la muerte, pues no va a haber recuperación económica porque vamos a tener que retroceder cada cierto tiempo por un nuevo brote, que cada vez son más violentos”.

 

Costa Rica ha sido de los países de América que mejor controlaron la pandemia, el embajador explica: “Porque sí hemos tenido acciones muy fuertes de restricción sanitaria, y un esfuerzo nacional gigantesco de vacunación. El gobierno de la República ha mantenido una posición muy clara y muy firme, ha logrado hacer entender esa posición mayoritariamente a nuestro pueblo, aunque, como en otros países, siempre hay un pequeño sector “antivacunas”, un sector que rechaza la evidencia científica, ciego a la realidad, que quiere andar como si no hubiese pasado nada”.

 

Marcelo Prieto Jiménez

 

Resalta la necesidad de una mayor coordinación internacional: “La pandemia nos ha llevado a convencernos que la interdependencia global es absoluta; ya no podemos decir eso está pasando en China, eso fue en Argentina, eso es en Pakistán y eso es muy lejos”. Cualquier cosa que pasa en cualquiera de esos países nos afecta directamente, pues la realidad es que todo está interconectado. Ya lo vimos, un virus que surgió en el corazón de China en pocos días puso de rodillas a la humanidad entera durante muchos meses; entonces ya no podemos estar pensando que somos territorios aislados, sino interdependientes en todos los ámbitos. Debe mantenerse y respetarse, desde luego, la independencia política, el gobierno democrático de cada país, pero ya hay una interdependencia real que está siendo provocada porque en el mundo actual los fenómenos son globales. En materia tributaria, por ejemplo, recordando un tema que ya mencioné: el impuesto que la empresa norteamericana no paga aquí me afecta a mí y los afecta a ellos”.

 

El tema migratorio es otro reto: “Costa Rica ha venido sosteniendo un sector de migrantes que representa un diez por ciento de su población total. Algunos calculan que en el país viven 500 mil extranjeros. Costa Rica ha absorbido la presión migratoria nicaragüense durante décadas, de manera fraterna y abierta. Durante la brutal represión del mes abril de 2018, por ejemplo, tuvo que permear su frontera para decenas de miles de refugiados nicaragüenses. Costa Rica enfrenta, un día sí y el otro también, una fuerte presión migratoria de nicaragüenses en la frontera norte y de haitianos y otras nacionalidades en la frontera sur. Requerimos y demandamos respaldo internacional frente a esa realidad dramática”.

“Hay que cuidar las fronteras, lograr que la migración sea ordenada, paulatina y regulada, siempre respetando los derechos humanos de los migrantes. Pero, el problema migratorio de fondo no se va a resolver allí, se va a resolver en los países de origen, donde se necesita que se destine mucha ayuda internacional para que haya desarrollo económico inclusivo, justicia social, protección de los derechos humanos, empleo decente, oportunidades reales de educación, democracia participativa. Se requiere atender realidades olvidadas, escondidas y postergadas. Si no se atienden las legítimas aspiraciones de los pueblos y su legítima impaciencia por un bienestar real al que tiene derecho, la verdad es que sólo con cuidar las fronteras no vamos a resolver nada, no vamos a atacar sustantiva y eficazmente, en sus raíces, el problema migratorio”.

 

Marcelo Prieto Jiménez es abogado y ha tenido distintos cargos políticos: desde legislador hasta ministro de la Presidencia (algo similar a secretario de Gobernación); fue más de diez años rector de una universidad pública. Es la segunda vez que asume este mismo cargo diplomático en México, hace cuatro décadas con sólo 30 años, fue también embajador de Costa Rica en México. “Volví a la función diplomática porque el destino era México; como ayer, con el mismo cariño me ha recibido México ahora, y yo le respondo con ese mismo cariño a este gran país, que tanto admiro y respeto”.

POLÍTICA

Núm. 300 – Noviembre 2024