NACIERON, NO CRECIERON Y AGONIZAN
- REPORTE POLÍTICO
- julio 2024
- Juan Danell
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Concebidos como la varita mágica, el ilusionista los desplegó con ansia inaudita para que en sólo 15 años salvaran al Imperio, ese Sistema de Intercambio ¿o el Intercambio creó el Sistema? de mercancías para existir como tal, y en esa concepción, a 200 años de su consolidación, fracturó el entorno, desoló el hábitat. Hoy está en peligro de extinción, tiene el agua al cuello y sus tablas de salvación encallan una y otra, y otra vez. Perdieron su línea de flotación y simplemente no funcionan.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (2015) sustituyeron a los Objetivos de Desarrollo del Milenio (2000), en ambos casos fueron creados por la ONU y se les imprimió la misma ambición reivindicadora de la relación humana y del orden social, político y económico de los Estados para salvar el planeta y, por supuesto, al Sistema.
Dijeron: “los Objetivos constituyen el marco más general, más centrado y más ampliamente compartido por la comunidad internacional para luchar contra la pobreza (…) aprobados y acordados por todos los gobiernos representan los compromisos contraídos por los Estados Miembros de las Naciones Unidas para reducir la pobreza extrema y sus diversas manifestaciones: el hambre, las enfermedades, la desigualdad entre los géneros, la falta de educación y de acceso a infraestructuras básicas, así como la degradación del medio ambiente”.
Justo decir que ese compromiso lo signaron 193 países de los 197 reconocidos en el concierto de las naciones. Entre los firmantes, desde luego, figura México como una nación comprometida con el cumplimiento a pie juntillas de los ODS. El entusiasmo en las oficinas neoyorquinas, de los representantes de los Estados miembro del máximo organismo de los países del mundo, fue mayúsculo al anunciar esa nueva disposición reivindicadora: la Agenda 2030.
Bastaron nueve años de tropiezos, en los que ninguno de los entusiastas gobiernos propulsores de los ODS los han incumplido, para que la ONU en su Informe sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2023: Edición especial, advierta que el mundo se expone a fracasar estrepitosamente en la consecución de los Objetivos si no se toman medidas para acelerar su implementación.
“Si no se redoblan los esfuerzos mundiales para alcanzar los ODS, la promesa de un mundo mejor para todos, se podría agravar la inestabilidad política, desestabilizar las economías y causar daños irreparables en el medio ambiente”, sentencia Naciones Unidas.
Y es que de las 140 metas establecidas para cumplir la Agenda 2030, la ONU reconoce que la mitad están lejos o muy lejos de seguir la trayectoria deseada. Y más de 30% de éstas no han registrado avance alguno “o, lo que es peor, han experimentado una involución con respecto a la situación mundial de 2015”.
Sí, los ODS están en crisis, porque los países están en crisis, porque el mundo está en crisis: el sistema de producción y reproducción económica, política y social global está en crisis. Los Objetivos van a contracorriente. Cumplirlos a carta cabal implica cambiar la estructura del capitalismo y llevarlo a un plano del que su lógica y su filosofía no comparten, más bien es contrario: reducir ¿desparecer? la excesiva tasa de ganancia y acumulación de la riqueza en una cuantas manos, para ser distribuida entre el grueso de la sociedad y con ello desaparecer la pobreza y desigualdad humana. El mercado no está para eso, no fue concebido para eso. El mercado está para generar ganancias, para hacer negocios, para garantizar tasas de plusvalía y perpetuar el capital, al costo social y político que sea necesario.
En su sitio web, Naciones Unidas precisa: “Los líderes mundiales hicieron una promesa histórica para garantizar los derechos y el bienestar de todas las personas en un planeta sano y próspero cuando acordaron la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y sus 17 ODS en 2015. Sin embargo, los efectos combinados de la crisis climática, la guerra en Ucrania, unas pesimistas perspectivas económicas mundiales y los efectos persistentes de la pandemia del COVID-19 han puesto de manifiesto deficiencias sistémicas y han obstaculizado considerablemente el avance hacia los Objetivos”.
La situación actual de los ODS apunta a que para 2030, en el mundo 575 millones de personas seguirán en la pobreza extrema, persistirá la discriminación directa e indirecta de las mujeres, el calentamiento global avanzará hasta llegar a 1.5 grados centígrados más y unos 84 millones de niños y adolescentes seguirán sin acceso a la escuela.
Y en este tema de los niños, para el caso de México, existen situaciones aún más graves que la inaccesibilidad escolar. El Instituto México del Wilson Center recientemente (12 junio) sirvió de foro para que Appleseed México, Texas Appleseed y Appleseed Network dieran a conocer el informe actualizado Niños en la frontera: la detección, protección y repatriación de menores mexicanos no acompañados.
En la investigación se precisa que las razones para que los niños abandonen sus lugares de origen y se aventuren a cruzar la frontera de México con Estado Unidos se caracterizan por la presencia de violencia criminal y doméstica, el deseo de reunificación familiar en el vecino país del Norte y necesidad económica.
Son menores de edad, muchos de ellos nacieron al tiempo del surgimiento de los ODS y no han conocido lo que es una vida plena, la única que les ha tocado es la de privaciones, hambre, miedo, abusos, incertidumbre en el día a día. Ignoran las buenas intenciones de los Objetivos para mejorar las condiciones de existencia de las personas que como ellos sobreviven, sólo sobreviven, de ese 56% de la población nacional que habita en los ingratos territorios de la pobreza y la marginación. Estadísticas del Instituto Nacional de Migración (INM) precisan que entre 2018-2022 hubo un registro de 83 mil 909 niños que cruzaron sin sus familiares la frontera Norte de México.
Y esto es sólo una parte de esa realidad global que amenaza con el fracaso a los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Así, Naciones Unidas se reunirá, como cada año, este mes de julio para analizar la situación y perspectivas de los ODS. Y México iniciará en octubre un nuevo Gobierno, inmerso en una crisis ¡fracaso! que va de la mano con la de la ONU rumbo al 2030.