Revista Personae

MEDIO PLANETA DEFORESTADO

México seco

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Entre pecados capitales y jinetes apocalípticos, dicho así sólo por juguetear con los dogmas, el sistema capitalista en poco más de 200 años tronó el equilibrio entre el desarrollo de la humanidad y la naturaleza, la explotación industrial de los recursos de esta ha sido tan irracional que sometió al planeta a la crisis más profunda que amenaza la existencia misma de la vida. Evidencia cada vez más palpable y violenta. Y así, el reclamo en los tiempos actuales se repite día tras día, hasta el cansancio… Pareciera canto de sirenas en mar abierto.

 

Medio planeta deforestado, México seco

 

 

La fractura en la reproducción natural del globo terráqueo avanza peligrosamente y se aproxima inexorable al punto de no retorno. En los días corrientes la deforestación arruina prácticamente la mitad del mundo, en consecuencia, el estiaje tiene en jaque la producción mundial de alimentos y el calentamiento global se evidencia contundente con el deshielo de los polos y derretimiento irremediable de los glaciares.

 

“Aterrador (…) nos encontramos al borde del abismo” declaró, en Nueva York, António Guterres, secretario General de las Naciones Unidas, cuando leyó el informe que presentaría la ONU en la Cumbre virtual del 22-23 de abril sobre el cambio climático.

 

Medio planeta deforestado, México seco

 

“Este informe muestra que 2020 también fue otro año sin precedentes de desastres climáticos y meteorológicos extremos. La causa es clara. Cambio climático antropogénico: alteración del clima causada por actividades humanas, por decisiones y locura humana. Los efectos son desastrosos. Los datos de este informe deberían alarmarnos a todos”, sintetizó y advirtió en ese momento Guterres.

 

Cierto, esas decisiones, acciones y locura que refiere el secretario general de Naciones Unidas no es otra cosa que el capitalismo rampante que en su desmedida ambición de concentrar la mayor cantidad de riqueza fustigó con tanta fuerza las ancas de los jinetes del Apocalipsis, que la Peste cabalga indomable y esparce por todos los rincones del planeta el COVID-19, un virus letal que asola a la población mundial, ante el cual los Estados han dejado de manifiesto su incapacidad para enfrentarlo, mientras las grandes empresas multinacionales duplican su poderío geoeconómico y multiplican sus ganancias al grado que podría decirse que es en las mismas proporciones en que aumenta la pobreza extrema como consecuencia de la pandemia.

 

La peste viene a ser lo que asoma del iceberg futuro que verá y experimentará la humanidad en los próximos años. La realidad estadística, aún la versión oficial de los organismos internacionales y gobiernos muestra un panorama drástico, lamentable y muy poco alentador.

 

Medio planeta deforestado, México seco

 

El espectro maligno desencadenó con descaro sus cabalgantes inseparables y la hambruna ya toca la puerta en los países rezagados, las cosechas se anuncian precarias y la lucha por conseguirlas, unos, y por conservarlas bajo su dominio, los otros, se avisa a punta de misiles; y así suman su inmundicia letal y enlutan al globo terráqueo.

 

En febrero de 2019, Eva Cajigas, ambientalista, escribió “talar árboles nos está matando lentamente (…) año tras año, se destruyen miles de kilómetros cuadrados de bosques por actividades que realiza el hombre, especialmente, por el avance de la frontera agrícola. Cada año se destruyen alrededor de 150,000 km cuadrados de bosque, o lo que es lo mismo, 190 veces la ciudad de Nueva York”.

 

La cifra prende un foco rojo, porque lleva a resultados terribles: 50% de los bosques del planeta desaparecieron por la tala y ahí el hábitat cambió radicalmente por la desaparición de especies de la fauna y la flora de esos territorios y en consecuencia se rompió el equilibrio ecológico.

 

Medio planeta deforestado, México seco

 

Estadísticas de los organismos internaciones como ONU, FAO y Banco Mundial coinciden en que cada año se talan 15,000 millones de árboles. Cajigas pone en contexto la cifra y para ello hay que conocer, explica, cuántos árboles hay en el planeta. La revista Nature publicó en 2015 un estudio que aportaba el cálculo más preciso hasta ese momento. El estudio cuantificó que había alrededor de 3 billones de árboles, a razón de 422 por persona. Los bosques cubren 31 por ciento de la superficie terrestre mundial. Aproximadamente la mitad de la superficie forestal está relativamente intacta y más de un tercio son bosques primarios.

 

Sin que ello quiera decir que esa población arbórea sea uniforme en la faz de la Tierra, existen lugares como Bolivia en que la concentración es de cinco mil árboles por persona y en contraste está Israel, donde son dos plantas por persona.

 

Medio planeta deforestado, México seco

 

Pero, lo más impactante es que de continuar con el ritmo de la deforestación actual, en 300 años sencillamente ya no existirán los árboles y con ellos desaparecerán una cantidad impresionante de especies animales y vegetales, que viven asociadas a su existencia. Las causas de esto son la explotación industrial de la madera, minería, agricultura, ganadería, generación de energía y el crecimiento urbano. Todos lo saben; nadie pone el remedio.

 

Medio planeta deforestado, México seco

 

México es un claro ejemplo de la tragedia: 84 por ciento del territorio (164 millones de hectáreas) sufre sequía en diferentes intensidades, situación que empeora a cada momento por la falta de lluvias de los meses recientes, y esto lo tiene en sus registros la Conagua y mientras empeora la disponibilidad de agua para la agricultura, ya desde mayo la Balanza Comercial Agroalimentaria registró un déficit 1,559 millones de dólares, y la producción agrícola en 450 municipios de 19 estados de la República se encuentra en riesgo, se incrementa la importación de frijol americano y crece 6.3 por ciento los precios de productos agropecuarios de la canasta básica. Como si eso fuera poco, el Gobierno federal recortó el Presupuesto del Programa Especial Concurrente en 2,585 millones de pesos en el primer trimestre de 2021, refiere la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos.

 

Todo esto, tendrá un mayor impacto en los productores de menores ingresos, pequeños productores que representan 73 por ciento de las unidades de producción, alrededor de tres y medio millones. Así el horizonte para el futuro inmediato.

POLÍTICA

Núm. 292 – Marzo 2024