Revista Personae

TERÉZIA SAJGALIKOVA

Embajadora de la República Eslovaca en México

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En esta ocasión charlamos con la representante de un país joven con tradiciones añejas, Terézia Sajgalikova embajadora de la República Eslovaca en México.

Sobre las relaciones bilaterales se remonta a la historia: “Las primeras relaciones entre nuestros países comenzaron a desarrollarse en los años 70s, cuando, junto con la República Checa, formamos la República Socialista Checoslovaca. Después de la Revolución de Terciopelo, los primeros lazos diplomáticos se establecieron con la fecha de establecimiento de la República Eslovaca en enero 1993. En el marco del diálogo político de alto nivel, en los años recientes se celebraron varias reuniones a nivel de cancilleres al margen de los foros multilaterales. La culminación del diálogo político fue la primera visita estatal del presidente de la República Eslovaca, Andrej Kiska a México, en noviembre de 2017, justo después del terremoto devastador. Nuestro presidente donó la ayuda financiera humanitaria a México y también fue acompañado de la misión empresarial. Así que las relaciones entre nuestros países no tienen una historia tan larga como la tiene México con países grandes europeos, como España, Francia o Alemania, más nuestras relaciones siempre han sido amigables, y principalmente se basan en la cooperación cultural, educativa y comercial con un gran potencial para su desarrollo en el futuro”.

 

Terézia Sajgalikova

 

En el tema económico destaca: “En lo que respecta al comercio, México ha sido repetidamente el socio comercial más importante de la República Eslovaca en América Latina. Por ejemplo, en 2020 la exportación de la República Eslovaca a México fue casi dos veces mayor que a Brasil y casi 5 veces mayor que a Argentina. Para Eslovaquia, como parte de la Unión Europea, está vigente El Tratado Global entre México y la Unión Europea (TLCUEM) que ahora se está actualizando y se espera que se firme a principio del año próximo. Además, existe el acuerdo bilateral relacionado con la Protección Recíproca de Inversiones de 2007”.

 

“Nuestros países tienen en común una industria automotriz fuerte y por eso también el comercio en este sector forma es parte medular. Otros productos importantes de exportación a México son calderas y otra maquinaria para plantas nucleares, caucho y productos de caucho, aparatos y equipos eléctricos, varios metales y productos químicos, instrumentos médicos ópticos, fotográficos, etcétera. Entre las empresas eslovacas que están presentes en México destacan ESET, una de las mejores empresas en el mundo en la seguridad cibernética; líder en producción de ventanas y puertas europeas en el mercado mexicano; KSMEX, que se dedica a tratamiento de aguas residuales, utilizando know-how eslovaco basado en una tecnología propia que permite reducir el costo de mantenimiento de la planta hasta 10 veces en comparación con otras tecnologías. Actualmente, tenemos empresas eslovacas buscando oportunidades en México en las áreas de salud, movilidad eléctrica, aviación, soluciones para smart cities o soluciones relacionadas con (hidro) meteorología.

 

Reconoce que aún hay una importante área de oportunidad: “Seguramente hay mucho potencial que aún no hemos explotado. Por ejemplo, ahora estamos promoviendo entre las empresas eslovacas el programa de la Unión Europea llamado Low Carbon Business Action Mexico que ofrece apoyo y oportunidades a las empresas mexicanas y eslovacas/europeas en la economía circular. El objetivo es crear los joint ventures con empresas eslovacas-europeas y mexicanas, así traer nuevas tecnologías a México y ponerlas en práctica. Además, recomendaría a las empresas mexicanas tener en cuenta la Bolsa de Cooperación Eslovaca, el evento internacional más grande y prestigioso organizado por la Agencia Eslovaca para el Desarrollo de la Inversión y el Comercio desde 2007, que en esta edición tuvo lugar el 21 de octubre de 2021 online. El objetivo es conectar a los empresarios eslovacos y extranjeros a través de negociaciones bilaterales, la presentación del potencial económico de Eslovaquia y mediar en la posibilidad de establecer asociaciones entre las empresas y el mundo académico junto con las instituciones científicas. El programa del evento se adapta a las tendencias actuales de la industria”.

 

Cuando le preguntamos ¿Cómo podríamos estrechar lazos culturales?, nos invita a viajar: “La mejor manera para entender una cultura extranjera es vivir en ese país; es decir, la experiencia personal, hay que crear o buscar más intercambios de estudiantes, investigadores, artistas, promover mutuamente más el turismo y el negocio. Para los que están interesados conocer un poco más de Eslovaquia recomiendo buscar el Festival de las Letras Európeas que se llevó a cabo el 27 de noviembre como parte de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara; ahí presentamos online a la escritora eslovaca Ivana Dobrákovová con su libro Madres y Camioneros. Otra presentación que tuvimos en septiembre fue la exposición de pinturas de la artista eslovaca Saša Šamková en Monterrey en la ocasión de 200 años de la consumación de la independencia de México. Sobre los eventos que organizamos informamos en nuestra página de Facebook que me gustaría compartir con sus lectores: www.facebook.com/SlovakEmbassyMexico”

 

Terézia Sajgalikova

 

Pasando a los retos en el mediano plazo de su país, resalta: “Creo que el desafío más grande que comparten nuestros países es el cambio climático, la protección del medio ambiente y de fauna y flora en peligro de extinción. La República Eslovaca comparte el objetivo común europeo de la neutralidad climática para 2050 y, especialmente, en el ámbito de la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030. En el nivel nacional y multilateral, hay que hacer todo lo posible para cumplir el Tratado de París. En México, el problema más grande que yo percibo es el problema con agua potable que está vinculado con muchos otros factores, por ejemplo, la deforestación, la desaparición de modos de agricultura tradicional y al mismo tiempo el sobreuso de pesticidas, el flujo natural de agua en la tierra, etcétera. En Eslovaquia, hay bastantes recursos de agua, es nuestro oro líquido, aunque tenemos problemas con la deforestación, ocasionalmente aparecen problemas con aguas subterráneas contaminadas debido al uso de los pesticidas. Este año, por ejemplo, se aprobó una ley en Eslovaquia para una protección más estricta de los lobos silvestres, ya que todavía era posible cazarlos, a pesar de que estaban protegidos por la ley”.

 

Infortunadamente los efectos económicos de la COVID-19 siguen siendo ineludibles, sobre dicho rubro expone: “La pandemia de COVID-19 tuvo un desarrollo interesante en Eslovaquia, en términos de número de infecciones y muertes, en la primera ola de pandemia Eslovaquia fue el mejor país en el mundo con el número más bajo y en la segunda ola lo fue al revés. Ahora nos estamos preparando para el invierno, pues nuestro clima es más frío que aquí en México.

El impacto económico de la pandemia, claro, también nos afectó gravemente. Todos los miembros de la Unión Europea tuvieron que preparar sus planes nacionales de la recuperación económica. Nuestro plan está basado en las reformas que Eslovaquia necesita urgentemente ya por mucho tiempo, es decir, se trata de la educación, el sector de salud, la administración pública, pero también la economía verde y digital. Inversiones por un total de más de seis mil millones de euros son vinculadas a estas reformas. Todavía nos espera una tarea clave: la implementación de nuestro plan de recuperación, transfiriendo las medidas del papel a la realidad”.

 

Para concluir, nos invita a visitarlos: “Los lugares más bonitos en Eslovaquia son lugares naturales, como por ejemplo la cordillera los Altos Tatras o las grutas naturales que pueden buscar en la página de la administración de las grutas eslovacas. También hay lugares muy atractivos llenos de historia, Eslovaquia posee unos 200 castillos, todas las guías turísticas de Eslovaquia los incluyen entre sus recomendaciones. Originalmente los castillos fueron construidos como fortalezas contra los ataques del Imperio Turco en la época medieval, algunos sirvieron de residencias de los gobernadores. Hay castillos reconstruidos y en ruinas que parecen de las películas Disney o de terror, pequeños y grandes, fácilmente identificables desde la carretera; hay castillos que no se encuentran en ningún mapa. Muchos llamaron atención de los productores de Hollywood que los usaron para filmar sus películas; algunos de ellos forman parte del Patrimonio Mundial de la UNESCO. Además, Eslovaquia es conocida por poseer muchas aguas termales que tienen beneficios medicinales; la gente local y extranjera disfruta de lugares que se transformaron en los centros de rehabilitación para curar enfermedades como por ejemplo enfermedades reumáticas, ortopédicas o dermatológicas”.

POLÍTICA

Núm. 293 – Abril 2024