DEPREDADOR DEL ALMA
Segunda parte
- PSICOLOGÍA
- julio 2024
- Raquel Estrada
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Hay miradas que esconden una profunda tristeza y decepción como resultado de involucrarse emocionalmente con una persona con rasgos psicopáticos. Normalmente la víctima se desconecta del presente para atormentarse por lo que ya pasó, recriminarse y preguntarse ¿por qué no se dio cuenta de los focos rojos que le advertían del peligro que estaba latente? El daño que deja este tipo de relación tóxica se manifiesta en la salud mental y emocional de la persona afectada: depresión, baja autoestima, paranoia, ansiedad acompañada de culpa y vergüenza. Al tomar conciencia de todo lo que ha perdido, queda muy vulnerable y debilitada física y emocionalmente.
Es importante resaltar que la psicopatía se da en ambos sexos, aunque en el caso de las mujeres difieren las manifestaciones de conducta. Ahora bien, en el presente artículo nos vamos a centrar en el psicópata integral masculino.
A continuación, vamos a plantear las características que se dan durante la segunda y tercera fase que indican que se puede estar ante una persona que coincide con el perfil del psicópata.
Segunda Fase: Caída de la Máscara
En poco tiempo muestra su verdadera personalidad. Ahora cambia la narrativa de sus mensajes, su objetivo es debilitar a su víctima con comentarios denigrantes para herirla de la forma más cruel, se burla de su aspecto físico, de su inteligencia, con el objetivo de lograr bajarle la autoestima y hacerla sentir mal. Aparece el desprecio como parte de su bajeza humana. “Por sus obras los conocerás”. Frase evangélica que nos deja un mensaje de reflexión.
Un rasgo de personalidad es la mentira compulsiva y sistemática. Inventa nuevos engaños cuando se ve descubierto y más aún, si siente que la persona afectada no le cree se hace la víctima y trata de convencer con mucha seguridad y no expresa culpabilidad. Es un maestro de la manipulación y el embuste. Controla sus gesticulaciones, mira a los ojos y da veracidad en su relato.
En esta fase el narcisista procede a la triangulación. Su objetivo es generar celos, empleando un juego de manipulación y control psicológico. Hace comentarios de exparejas, afirmando que lo buscan y en lugares públicos coquetea con otras mujeres para desestabilizar la relación. Cuando practica la tortura de la triangulación, obtiene que la pareja tenga la necesidad de competir, aumentando su deseo de apego. Utiliza a otras personas, realiza búsqueda en internet y ve la manera de estar en contacto con ellas. La víctima se encuentra confundida, se llega a convertir en una espía, lo monitorea todo el tiempo porque no quiere perderlo y entra en un estado de desesperación al realizar actos de espionaje.
Y no es que la persona afectada invente historias, la infidelidad es una característica propia de estos individuos siniestros. Logran poner emocionalmente mal a la persona, la culpan de celotipia y emplean frases como: “Estas enferma, Estás loca, no sé cómo me pude fijar en alguien como tú”. Es el pretexto para tener argumentos y terminar la relación porque ya tiene a otro prospecto en puerta.
Tercera Fase: Tedio y Aburrimiento
El psicópata en esta etapa se siente aburrido, normalmente no permanece mucho tiempo en una relación, no dura tampoco en los trabajos, en sí, en nada. La víctima se da cuenta que su pareja tóxica está aburrida y entra en un estado de incertidumbre. Es cuando también se entera que le es infiel. Al saberse descubierto, lo niega todo y tiende a culpar a la parte afectada. Es importante resaltar, que el psicópata tiene un vacío existencial; sustituye el aburrimiento con otras parejas o con excesos: consumo de drogas, sexo, alcohol, prácticas de riesgo que le genere algo parecido a las emociones, ya que carece de sentimientos y empatía. En esta fase, la relación cambia. Aparecen las conductas narcisistas malignas o psicopáticas. Del paraíso la víctima pasa al infierno. Responde el acosador con insultos, falta de respeto, burlas y bullying.
Cabe señalar que es un gran actor de la difamación y mentira. Se retira, dejando a la doliente emocionalmente mal, con culpas y lo más lamentable, le ha robado su paz interior. Mientras tanto el psicópata funcional se lanza a la cacería, emplea la misma estrategia y elige a su próxima víctima. Normalmente cuando termina una relación, ese mismo día ya está cenando con alguien más.
La víctima, después de vivir el terror y sentir que se encontraba anestesiada emocionalmente, por fin se da cuenta de que estaba conviviendo con un individuo que está mal y es como quitarse la venda de los ojos. Sin embargo, presenta secuelas emocionales. Recuerda constantemente la película de horror que vivió y que estuvo en contacto con un “depredador del alma”. Probablemente su verdugo la busque para pedirle una segunda oportunidad ya que su narcisismo lo impulsa a sentir que puede seguir controlando todo. Ella tendrá que enfrentar ahora el acoso.
Alejar al Psicópata
1.- Salir corriendo.
2.- Amarse para no estar con alguien dañino.
3.- Buscar ayuda profesional.
4.- Desbloquear pensamientos negativos y destructivos.
5.- Sanar el alma.
6.- Jamás renunciar al amor por la mala experiencia.
Decir a tiempo: “No me merezco esto”. Te salva.
Psicoterapeuta Raquel Estrada
55-55035476