Revista Personae

LOS PENDIENTES DE TU VULVA
¿Sabías que vulva no es lo mismo que vagina?

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¿Sabes dónde está tu vulva?

¿Conoces los personajes que la constituyen?

¿Sabías que vulva no es lo mismo que vagina?

 

Me inspiré en este texto gracias a un baño de sol que acabo de tomar, un baño de sol para mi vulva. Vivo en un lugar alto y muy frío, siempre tengo que vestir ropa muy caliente como los leggins de materiales sintéticos han sido una buena opción para no padecer tanto frío. El problema es que ¡mi vulva no respira bien! Sí, acabas de leer bien, la vulva no está respirando como estaba acostumbrada, o como decían las abuelas, no se me “orea”, es decir, le falta ventilación.

 

 

¿Habías pensado que el uso de pantaletas de materiales sintéticos y encima de eso, de pantalones, hacen que no se nos ventilen los genitales? Pues si no lo habías pensado, ¡ya lo sabes! Hay que dejar, todos los días, que los rincones de nuestro cuerpo se oreen, que respiren, que se ventilen, que no guarden tantísima humedad. Por ejemplo, las axilas, las inglés, atrás de las orejas, entre los dedos de los pies, en el pliegue por debajo de los senos, el ombligo, ¿te has sacado la mugrita de tu ombliguito? ¿a qué huele? Por eso la importancia de ventilarse.

 

La vulva es una zona de nuestro cuerpo muy maltratada. La ahorcamos con el tiro del pantalón, la asfixiamos con ropa apretada, la irritamos con las toallas sanitarias o con el papel higiénico, la mantenemos siempre en las tinieblas y la humedad. Además, todo el mundo critica su aroma, que si huele a pescado, que si a camarón, que es sucia, que su color, que los pelos, etc. Cuando era jovencilla, me la tallaba con una fibra muy rasposa y jabón para limpiarla bien, ¡imagina! En cuanto supe que sólo hay que darle sus duchas con agua y no ponerle más, le ofrecí disculpas por el maltrato, desde entonces se ha vuelto mi consentida.

 

¿Tú cómo tratas a tu vulva? ¿Le has puesto un nombre secreto? ¿La ves? ¿La hueles? ¿La acaricias? ¿Le hablas? ¿Eres amiga de tu cuerpo, de tu vulva?

 

Para entrar en materia te voy a contar qué es lo que hago, puedes hacer lo mismo o hacer otras cosas, lo importante es que te acerques, descubras y te lleves muy bien con esta zona de tu cuerpo.

 

Baños de hierbas. Hay muchas hierbas para la salud íntima, por ejemplo: la caléndula, el romero, la albahaca y la lavanda. Puedes poner a hervir un litro de agua y cuando comience a burbujear agregarle alguna de estas hierbitas, o varias, o todas, ¡tú decide! Son inofensivas, no entrarán por tu vagina, sólo es un duchazo para tu vulva. Al terminar de bañarte te puedes dar un enjuague con el agua herbal.

 

Baños de aire. En días de descanso, o en un rato por la mañana antes de ir a tus actividades diarias, o bien, por la noche, ponte una falda larga, sin pantaleta y así ándate por tu casa, verás qué bien se siente orearse la vulva.

 

Baños de sol. Una vez cada quince días, o una vez al mes puedes acostarte con tus piernas bien abiertas y sin pantaleta para que el sol ilumine y acaricie tu vulva, ¡verás qué rico es sentir el calorcito del sol y tu vulva libre de apretujones de ropa! Con unos diez minutos que lo hagas afuera, en tu azotea, o tu jardín, o en donde más te guste. O con más tiempo detrás de una ventana para que puedas exponerte un poco más a los rayos del sol. El mejor sol es antes de las 12 del mediodía o después de las 4 de la tarde.

 

 

Caricias con aceite de coco. Este aceite es una maravilla para acariciar todo el cuerpo, y es totalmente sabroso untarlo en la vulva para acariciarla. Si vas a hacer esta parte, compra aceite de coco virgen, prensado en frío. Yo hago esto una vez cada quince días.

 

¡Todo a la vez! A mí lo que me gusta hacer mi ritual vulvar una vez al mes. Me tomo unas horas de un sábado o un domingo para lo siguiente: me levanto, me visto con mi falda larga sin pantaletas y así ando en mi casa por varias horas. Posteriormente, me doy mi baño con hierbas en el jardín, en lo personal me encanta el agua con albahaca, y me acomodo para gozar del sol unos diez minutos. Después me meto a casa y me coloco detrás de la ventana para tomar por más tiempo mi baño de sol.

 

Y a ti, ¿qué se te ocurre para amamachar a tu vulva?

 

Mándame tus comentarios a: ammaranta.ammart@gmail.com

Fb: Ammarte Tierra.

SALUD

Núm. 300 – Noviembre 2024