MAESTRÍA SEXUAL DEL SENDERO AMOROSO
- MISCELÁNEO
- julio 2023
- Jaquelin Machado G.
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La Sexualidad es inmensamente amplia y comprende mucho más allá que tu sexo y todo lo que has aprendido (creencias, herencias y mitos). La mayor parte de la humanidad vive una sexualidad común que se ha reducido y limitado a la genitalidad. Sin embargo, si eres consciente de que la energía sexual es la energía más poderosa de la fuerza vital, entonces, buscarás que dicha energía sea utilizada de formas creativas. Al aprender a subir la energía sexual a través del canal central (camino de los dioses), experimentas el éxtasis y el elixir que te da acceso a niveles superiores de conciencia. Para ello, es necesario, en primer lugar, formularte preguntas diferentes con respecto a tu sexualidad.
“El juego amoroso nunca es fruto de una energía de frotación (eléctrica) sino de la sensibilidad y la apertura del corazón (energía magnética). Cierto que cuánto más tiempo sea capaz de mantenerse una mujer en la intensidad del vuelo orgásmico, más rápidamente podrá volver a repetir la experiencia sin tanta necesidad de preparativos. Pero la idea es relajarse profundamente en la entrega amorosa y no excitarse cada vez más incrementando la presión del clítoris o la velocidad de penetración y el jadeo que la acompaña.” (Miyo).
Si vives la sexualidad en forma consciente e integrada armoniosamente a tu vida, puedes acceder a la consciencia sexual del universo, durante el juego amoroso, mirarse a los ojos, acariciarse, intercambiar alientos, sonreír, entrar y salir con mucha lentitud (ambos sentados o el hombre encima, que la mujer monte al hombre), son las claves para que la fusión de la pareja a nivel del corazón. (Miyo) Quizás sea posible comenzar por unos besos y caricias con la lengua masculina en el pecho femenino (polo positivo), y sólo más tarde pasar al bajo vientre, nalgas y muslos de la mujer, para abrir así su sensibilidad desde el primer momento. Confiar en tu Cuerpo es esencial y mucho más profundo de lo que se lee. Para ello, debes considerar el papel del placer. Los beneficios que obtienes al manejar creativamente el placer son verdaderamente geniales. Si te das la oportunidad de sensibilizarte, poco a poco, notarás que aumenta tu sensibilidad y surge un deseo fuerte de querer sentir más placer. Le demuestras a tu mente que físicamente es posible sentir más rico y con ello, tu mente se va tranquilizando porque trasciendes tus creencias limitativas cargadas de traumas, conflictos, bloqueos, etc., que te obstruyen tu energía sexual. Tus barreras emocionales ya no tiene razón de ser, se desvanecen y tu pierdes el miedo y te vuelves a entregar al otro(a) en un gozo real lleno de placer y con el renovado sentido de integración en unidad a la vida al saber que siempre se puede sentir más rico, íntimo y profundo. Generándose así una espiral evolutiva ascendente en la que aprendes a subir tu energía sexual y a no desperdiciarla en juegos de dominio y control, además de fugas placenteras de excitación.
Es por ello, que no debes perder de vista la importancia que tiene la energía sexual. Si, de algún modo, estás interesado/a en experimentar tu sexualidad de manera mucho más integrada porque lo vivido hasta ahora por ti ya es repetitivo o no te satisface, se ha vuelto solo obsesión y necesidad, etc., es importante que cambies tus paradigmas. Los paradigmas sexuales transformados creativamente generan en tu vida sexual una danza de sensualidad y erotismo con la vida que no te condiciona ni te compromete, se quiebran los circuitos sexuales establecidos y habituales, se liberan las preocupaciones y se vive intensamente el presente, lo que te facilita el salir de tu personalidad egotista y habitual.
No obstante, en alguna etapa de dicha transformación, puedes experimentar un caos en tu vida sexual en el que no sabes, por la gran confusión, si saldrás avante, si vale la pena el riesgo o si te volverás uno/a loco/a en el intento. Sin embargo, si perseveras, te transformas en un aspirante a alquimista sexual, entonces, podrás liberar tus propias estructuras rígidas y podrás así, experimentar estados místicos y de éxtasis y plenitud sexual que rebasan por mucho, los estados instintivos del placer animal.
Por lo tanto, es importante que comprendas que no toda transición es pulcra, ordenada y tranquila. Más bien, el caos (etapas de crisis) suele preceder a grandes cambios, por ello, no hay que temerle tanto al “caos” que haya en tu vida sexual porque de éste surge un nuevo nacimiento, siempre y cuando superes tus miedos, resentimientos, competitividad, desasosiego, tristezas, etc., y no desistas de tu naturaleza sexual esencial. Todo ello le da un nuevo orden y dirección a tu vida sexual, se renuevan tus vivencias, conocimiento y sabiduría en una conciencia sexual unida e integrada a la Gran Consciencia Sexual del Universo.
Asimismo, uno de los factores importantes que se manifiestan en el recorrido de la sexualidad es el dolor. A veces el dolor nos abruma, nos llena de impotencia, nos hace llegar a una desesperación que nos empuja más allá del ruido corporal hacia la pura conciencia. Es entonces, que nos preguntamos: ¿Qué es lo que me ha traído hasta aquí? ¿Cómo he llegado a este estado? ¿Sirve para algo sufrir tanto? O simplemente, el dolor es un enemigo que hay que acallar con sedantes, drogas, alcohol, sustancias… porque eso calma también su causa, es decir, la falta de armonía interna, el desequilibrio de tu vida sexual, los traumas y conflictos de tu sexo, los pactos y juramentos de negación para “no repetir lo mismo” y evitar ser lastimado/a, el miedo a la soledad y al vacío del que tanto huimos. Desde niños, todos los hijos del miedo aparecen: la falta de autoestima, el autoritarismo, el rencor acumulado, la culpabilidad, la confusión, la vergüenza, la ausencia de amor, el control educativo del dolor, la aceptación de la norma del borreguismo.
Imagina lo que estos hijos del miedo producen en la vida sexual, más adelante, cuando se trata de los niños y las niñas que son tercos u obstinados y que se niegan a expresar sus emociones y a llorar y que saben apretar los dientes. Que no se atreven a enfrentar a las figuras autoritarias, pero que, acumulan una gran carga de rechazo contra ellas y que a lo largo de sus años de madurez los va carcomiendo por dentro creando las bases del infarto, la osteoporosis y el cáncer.
Todo esto se va condensando en las partes más vulnerables de nuestro cuerpo. Y a esto se añaden las decisiones rebeldes de nuestra edad adulta en lucha en contra de lo establecido, en contra de la familia y en contra del entorno o, simplemente por defender nuestra libertad y nuestra sexualidad. O peor aún, cuando tratamos de acallar nuestra culpa, cumpliendo obedientemente y durante largos años, con lo que nuestros padres nos piden y con los modelos permitidos y correctos del comportamiento sexual, hasta que todo estalla en mil pedazos y hemos de reconocer nuestro fracaso, que les hemos fallado. Así, poco a poco, el dolor se revela y la enfermedad crónica hace su aparición. Se llame fibromalgia, arterosclerosis, artritis reumatoide o cualquier otra enfermedad degenerativa de los músculos, huesos o hasta del cerebro. De lo que se trata, en realidad, es de una alarma constante que nos dice que es importante limpiar y recapitular las emociones acumuladas desde nuestro pasado infantil. Todo ello, obstruye el flujo armonioso de tu energía sexual y los momentos de intimidad, estos bloqueos de energía se manifiestan a través de miedos, obsesiones, agresiones, culpas, conflictos, etc.
Si quieres transformar tu vida sexual común hacia la alquimia sexual, es necesario que trasciendas las fronteras del miedo, el dolor, la enfermedad y la locura y acceder a los secretos ancestrales de la sexualidad para que puedas vivirte desde la danza sensual entre cumbres y valles (momento de gran excitación combinados con momentos de gran relajación), intercambio de alientos, miradas y palabras de poder experimentando entonces, el dios/diosa que eres (el poder de una sacerdotisa y el poder de un iniciado)
Cuando no trasciendes lo común de tu sexualidad ni transmutas tus experiencias sexuales te manejas en la conquista ya sea de tus potencialidades sexuales, de conquistar al/a otro/a o de lograr ser lo que se espera que seas sexualmente en el área familiar, social, política, económica, científica y/o religiosa, estarás siempre en lucha y división, la conquista implica una lucha. Así, el tener que conquistar tu sexualidad te conduce al conflicto interno y externo y, por lo tanto, a la agresión. Tal vez te suene heroico y hasta romántico el conquistar, pero pregúntate a dónde te ha conducido esta conquista, te sientes acaso pleno(a), integrado(a) y libre, o te vives dividido(a), conflictuado((a) entre lo que debes y no debes ser sexualmente, es decir, que sigues en el juicio y la provocación cantándole al mundo tu “libertad y autonomía sexual” y añorando y deseando ser como quieres realmente ser. Si buscas conquistas sexuales ya sea individuales o hacia los demás, vives generalmente en el conflicto, porque te desenvuelves en una actitud de dominio y sometimiento en la que solo existe la discordia, la lucha, la guerra y la división de ti mismo(a). ¿No estás cansado(a) de luchar por conquistarte? ¿Realmente crees aún que te debes conquistar? ¿No será que lo que en realidad necesitas es el reconocimiento de tus cualidades sexuales?
En tu sexualidad adquieres poder personal e integridad cuando aceptas e integras en ti a tu ángel y tu demonio y los trasciendes, entonces, logras mantener y manifestar con tu presencia la unidad y transparencia entre tus pensamientos, tus palabras, tus emociones y tus acciones sexualmente hablando. En pocas palabras, llegas a ser el reflejo vivo de la unidad de las polaridades entre lo masculino y lo femenino. Esto te permitirá transformarte, a medida que profundices en tu vida sexual, en maestro/a de tus energías sexuales y adepto/a al éxtasis de fusión en el juego amoroso.
Psic. Jaquelin Machado Garduño
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