MICROSISMOS, MODERADAS ERUPCIONES Y MEGA HURACANES
- VERSO CONVERSO
- junio 2023
- Ing. Carlos Miguel Valdes Gonzalez
COMPARTIR
La naturaleza, principalmente la Tierra, nos ha recordado recientemente que ahí está, que es importante tomarla en cuenta. El día 10 de mayo corrieron coincidentemente dos fenómenos naturales. El primero, un sismo de Magnitud 3 a las 22:05, en la Alcaldía La Magdalena Contreras en la Av. Las Águilas y Periférico Sur, en la CdMX, que fue de muy corta duración (menos de 3 segundos) pero muy intenso, es decir que fue muy fuerte. Algunas personas reportaron que algunos libros y pequeños objetos se cayeron, pero no hubo daños estructurales a las viviendas, por la misma corta duración del evento sísmico. El sismo tuvo una profundidad de 1.5 Km bajo la superficie y fue seguido por tres réplicas en los primeros 5 minutos de ocurrencia y un total de otras 19 réplicas más en los siguientes dos días. Mucha consternación provocó estos, también llamados “microsismos”.
El Servicio Sismológico Nacional, dependiente de la UNAM, ha reportado, que desde 1980 han ocurrido 367 sismos dentro o muy cerca de los límites de la CdMX hasta el cierre de la presente edición. El de mayor magnitud registrado fue un M4, ocurrido el 15 de noviembre de 2003, en la Alcaldía de Milpa Alta. Este evento sísmico liberó 30 veces más energía que el del 10 de mayo pasado de M3. Estos sismos, que son diferentes a lo que conocemos como fracturas o fisuras que aparecen en la superficie y que se deben al hundimiento diferencial de la CdMX, están relacionados a 4 Fallas Geológicas que cruzan la ciudad, dos de ellos con dirección Norte-Sur y las otras dos Este-Oeste, la cuales reciben los nombres de Mixhuca, Sta Catarina, San Lorenzo Tezonco y Copilco.
En la madrugada de ese mismo 10 de mayo, – ocurrió el segundo fenómeno natural- a las 01:05, el volcán Popocatépetl, tuvo una explosión, que generó una gran onda sonora que despertó a muchos pobladores cercanos al volcán e incluso hizo vibrar puertas y ventanas. Mucha gente preguntó si había alguna relación entre la actividad del volcán Popocatépetl y los microsismos de la CdMX. La respuesta es que ambos fenómenos, no tienen nada que ver el uno con él otro. La actividad del Popocatépetl, desde el 21 de diciembre de 1994, se debe al ascenso de material magmático, que provoca diferentes manifestaciones, como exhalaciones que emiten gas, vapor de agua y ceniza, así como explosiones, sismos volcano-tectónicos, tremores y otros más. Los microsismos, como ya indicamos, se deben a la presencia y reajuste de las fallas geológicas ya mencionadas. Cada lugar es responsable de sus fenómenos, un poco o mucho en broma pienso que el Popo celebró el día de las madres con fuegos pirotécnicos, mientras que la CdMX con una movida. El único problema es que el volcán ha seguido “celebrando”, con una cantidad respetable de explosiones, en algunos casos hasta 10 explosiones por día, y emitiendo una gran cantidad de ceniza, que, por los vientos prevalecientes hasta mayo, la han llevado a Puebla, modificando las tareas rutinarias en algo más complicado, calles llenas de polvo fino, vehículos cubiertos de ceniza, necesidad de usar de nuevo el cubrebocas para la protección de las vías respiratorias, y el cierre de escuelas de manera presencial.
La CdMX, también ya padeció la actividad del volcán, obligada a cerrar el aeropuerto de la ciudad el día 20 de mayo, de las 4am hasta las 11am, y con ceniza en Alcaldías del lado sur y poniente. Por ejemplo, el 21 de mayo, desayunando en el centro comercial “Artz Pedregal”, vimos cómo limpiaban la ceniza de los techos de cristal. Este incremento de la actividad del Popocatépetl, analizado por el Comité Científico Asesor, recomendó a la Coordinación Nacional de Protección Civil, cambiar el Semáforo de Alerta Volcánica de Amarillo Fase 2 a Amarillo Fase 3. Esto no representa un gran cambio para la población, solo el estar más atentos a las notificaciones de las autoridades y saber qué hacer con la ceniza, como lo es el evitar que se vaya al drenaje. Es importante recordar que no hay que usar el agua para limpiarla, hay que barrerla y recogerla, de nuestra casa, nuestra banqueta y nuestra calle, si se va al drenaje, mezclada con agua, puede hacerse un cementante, que bloquearía el funcionamiento de las tuberías. Usar de nuevo, ni modo, el cubrebocas para evitar que la ceniza muy fina entre al sistema respiratorio. No queremos tener la ceniza en los pulmones. Si nos cae en los ojos, usar agua y no frotarnos con las manos, pues la ceniza es abrasiva, es roca pulverizada con lados filosos o agudos; lo mismo con los vehículos, no tallar los parabrisas para quitarla, pues los podemos rayar, usar una brocha o removerla muy suavemente con un sacudidor. Proteger los tinacos o recipientes de agua, la ceniza no es tóxica, pero ensuciaría el agua. A nadie nos gusta tomar agua que contiene tierra, tampoco con ceniza. La ceniza son partículas sólidas, si hay mucha en el ambiente, puede evitar que las transmisiones de nuestros celulares se lleven correctamente, ya que interfiere con la señal. Ya no usamos computadoras que tenían ventiladores para enfriarlas, por lo que el ingreso de ceniza las podría dañar al depositarse en las tarjetas electrónicas, y como tiene elementos ferromagnéticos, podría provocar cortos y malfuncionamiento. Lo mismo puede pasar con mucha ceniza en el cableado eléctrico en las calles, puede provocar cortocircuitos. Los aviones y la ceniza, no se llevan para nada. La ingesta de ceniza en las turbinas de un avión, puede ser un problema muy serio, sobre todo en el proceso de aterrizaje, ya que el avión requiere máxima potencia en sus motores, y si ingresa ceniza, los puede dañar. Además, el cierre del aeropuerto de la CdMX, por un día, tiene repercusiones importantes en la aeronavegación nacional, pero si se suspenden por dos, las afectaciones son ya de carácter internacional. Recordemos que Popocatépetl en Náhuatl quiere decir “Montaña que humea”, es lo que sabe hacer y hace, el impresionante volcán.
Ya estamos en la temporada de Ciclones Tropicales y Huracanes, tanto del lado del Atlántico como del Pacífico. El pronóstico del Servicio Meteorológico Nacional para esta temporada, como se muestra en la Tabla, indica alrededor de 13 y 19 eventos entre Tormentas Tropicales a Huracanes para la Costa del Atlántico y Costa Pacífico, respectivamente. Estos fenómenos hidrometeorológicos, podrán ocurrir desde ya, y hasta noviembre de este año. Estos eventos han provocado cuantiosos daños en el pasado, como en el caso de Ingrid y Manuel en 2013 y Patricia en 2015. Cada año vemos incremento en el número de estos fenómenos, lo que probablemente esté asociado al Cambio Climático.
México se ha comprometido a reducir el impacto de estos fenómenos naturales y otros como los sismos, ante el acuerdo del Marco de Senday, cuyo período va del 2015 al 2030. Ese es el compromiso como país, pero es importante que nosotros como individuos también nos comprometamos a mitigar el efecto que pueden tener sismos, erupciones volcánicas y huracanes, mediante la prevención y preparación ante estos fenómenos. La sugerencia, platiquemos con nuestras familias sobre qué hacer frente a estos fenómenos de origen natural, que son comunes en nuestro México.
La prevención salva vidas y ahorra dinero.
POLÍTICA
SANTOS MONDRAGÓN
El periodismo está vivo, las fuentes y la tecnología nos permiten hacer las cosas