CURVY ZELMA

Rompiendo esquemas en la televisión, Zelma Cherem, Curvy Zelma, se va abriendo paso, y demuestra que también aquellas bellezas que no son talla cero tienen cabida en el gusto del público. Es modelo, empresaria, conductora, y hoy es titular de la versión mexicana de La Rueda de la suerte transmitida por TV Azteca.

Desde pequeña la atrajeron los reflectores: “Siempre supe de qué lado que me quería ir, porque, honestamente, la escuela me costaba mucho trabajo. Encontraba más paz en las cosas artísticas que en cosas como matemáticas, ciencias”.

A los quince años audicionó para Buscando a Timbiriche, la nueva banda. Después entró al musical Anjou, cuento de terror que patrocinado por CONACULTA, con el que hizo gira internacional: “Por completo otra experiencia. Yo no tenía experiencia, simplemente tenía las ganas y la onda de entrarle a lo que venga y querer ser parte, dije: “yo voy a entrar por donde tenga que entrar”. Conocí la disciplina, los compañeros, la gente que sí estudia para hacer eso y que para cantar necesitan un estudio, para bailar otro y entonces empecé a conocer cosas que me gustaron muchísimo”.

También participó en la serie de MVS, Roomíes: “Yo siempre por la vida entrándole porque era lo que yo quería. De ahí soy conductora de un programa que se llamaba Locas por el fútbol, fue lo primero que hice de conducción, no tenía idea del fútbol, ni siquiera lo veía, pero hice todo, aprendí y dije que sí. Después, estudié en el CEA de Televisa tres años, de ahí soy egresada”.

Formó parte del programa Ponte Fit, experiencia que le ayudó a redefinirse: “Tenía otro tipo de cuerpo, era más delgadita y demás; pero, con todo y todo, pues nunca era suficiente para la gente, entonces a partir del hate (odio), es que yo creo mi propio concepto de Curvy Zelma para que me dejaran de molestar, porque si tú te burlas de ti mismo, ya nadie te puede molestar. Era más pequeña y el tema de la gordura siempre ha sido un tema muy doloroso en mi vida, ya fuera para entrar en proyectos, para una relación, para la ropa, hasta que decidí hacer mi escudo y al mismo tiempo empezar a sacarle provecho a lo que yo tenía”.

Llega entonces el programa que la catapultó, Este es mi estilo, ganando el reality show: “Ahí doy un cambio, me convierto en una mujer mucho más segura, agarro mis curvas, engordé mucho más, también, ya era de otra forma, pero encontré mi poder en mi carisma, en mi personalidad y en las cosas positivas que tengo y me di cuenta que mi valor no es una talla, no es un peso, no es una forma física, mi valor es mucho más profundo e importante que eso”.

Durante la pandemia fue conductora de Venga la Alegría, programa donde también tuvo una sección de moda, fue semifinalista Survivor: “Una chica curvy, por la que nadie apostaba que iba a aguantar, no sé si de pronto con todo el dolor, ni siquiera sé cómo le hice, pero siempre he tenido eso, ¡me aferro a lo que a lo que quiero y para adelante! Y trabajo en ello hasta lograrlo. Quizás, no voy a ser la mejor, pero al menos voy a intentarlo, con miedo, pero lo hago”.

“Me encantan los realities, la verdad, porque nomás hay que ser uno mismo en las situaciones y a mí me aman o me odian, pero siempre soy fiel a quién soy yo, a lo que pienso y a lo que creo”, comenta.

Pasamos a su nuevo programa: “Es la gran oportunidad de mi vida, pienso que así como me cambió la vida Este es mi estilo, estoy segura que La rueda de la suerte es otro cambio que viene a marcarla”.

Lo describe: “Es un programa familiar muy mexicano, sin pretensiones, se hizo la adaptación para que las pistas, las frases de mamá, las comidas, todo sea muy relacionado a nuestro país. Hay muchos programas que quieren ser como de otro país, aquí queremos honrar al país en el que nacimos, con las virtudes que tenemos, musicales, de comida, de artistas y con nuestra gente, que viene a participar. Puede jugar desde la persona más mayor, es decir, desde la abuelita, hasta el más pequeño. Hay muchas opciones pero, a veces, tienen contenidos más fuertes, que no puede ver toda la familia, muchas bromas pesadas, quizás groserías, aquí es un programa blanco. Es como esos chistes antiguos, esas cosas de antes, ese humor bonito sin pretensión, simplemente por pasar un rato bonito, agradable, divertido, te vas a ganar un coche, eso, te vas a ganar un dineral, te puede cambiar la vida en un segundo”.

“Es muy honesto, nadie está fingiendo hacerse el gran conductor y soy de acá arriba. ¡No! Aquí estamos nosotros igual, no hay pretensión. También se está abriendo la televisión a la diversidad y si no me equivoco, sería la primera mujer curvy en estar al frente de algo así, dando oportunidad que la gente pueda ver otros cuerpos. Eso va a ser fuerte y también habrá quién me tire mucho hate de entrada, pero no me importa, porque puedo motivar a un chico o una chica que esté en su casa sintiéndose apenado por la persona que es o por el cuerpo que tiene”.

“La gordofobia es tan grande que todos te indican qué debes de ser, que debes de achicar tu cuerpo, que debes de operarte, que debes de comprar la pastilla para dejar de comer, que debes de lograr entrar en una talla menos. No es que yo promueva la obesidad, yo soy una gordita saludable, me los hago estudios dos o tres veces al año y ni colesterol”, expone.

Aunque no encaja en los cánones de belleza hegemónicos, la televisora apuesta por ella, le pregunto a qué lo atribuye y responde: “Al 100% a mi personalidad, yo no pongo el valor en mi físico, lo pongo en todo lo demás. Soy una mujer muy chambeadora que ha salido de situaciones muy fuertes, vengo de una familia que ha luchado, que me mantengo sola desde los 20 años y que tras las adversidades he ido adelante y no he dejado de perseguir mis sueños. Soy una mujer que ha encontrado su valor más allá de la talla y eso es una fuerza con la que camino y es mi bandera, a donde vaya la llevo con mucho orgullo, así como hay mujeres que se sienten muy bellas, ¡yo me siento muy chingona! Además, me siento muy guapa, muy sexy porque sí lo soy. Me pongo mis bikinis, me pongo los colores que quiero, utilizo también mis curvifajas, cuando quiero tener justamente esa cintura de Ninel Conde y cuando me la quito y sigo siendo bella. Ser curvy es mi súper poder y así lo llevo, así lo siento de corazón y todos los días me lo refuerzo, busco ser una mejor persona y luchar justamente para que más personas como yo, más grandes, otros colores, otras razas, otros estilos puedan también incursionar y que normalicemos lo normal” .

“Yo invitaría a la gente a que busque qué es lo que la hace auténtica, qué es lo que la hace única, qué es lo que la hace diferente, probablemente, todo eso, que en su momento, como yo, creía que eran mis defectos, son tus mayores virtudes. Incluso este cuerpo es mi mayor virtud, en este momento, es el cuerpo que me da de comer, es el cuerpo que me hace trascender y es el cuerpo que me da la posibilidad de estar viva. Les diría que piensen que ustedes van a estar con ustedes mismos toda su vida, les recomendaría que se lleven bien con su ser y que les guste o que quieran a la persona que son, no es fácil el amor propio”, concluye.