Revista Personae

CARLOS SALICRUP
Líder del equipo médico en las misiones análogas a Marte

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El 8 de enero del 2014 la NASA anunció la posibilidad de una misión a Marte para el 2020, el objetivo era determinar si los humanos podrían o no habitar el planeta rojo. Y aunque esto parecía una locura en su momento, en diciembre de 2018 la sonda InSight envío la primera selfie en Marte y también los sonidos de este planeta –al que los conductores compararon con la vibración de un corazón-. La apuesta es grande, ya que se trata de una alternativa en dónde vivir, aunque representa un viaje largo, siempre existirían consecuencias físicas y emocionales en la tripulación, por ello, será fundamental la presencia de los médicos aeroespaciales para esta misión.

 

 

El Doctor Carlos Salicrup Díaz de León es uno de los pocos Médicos-Pilotos que ejercen en forma dual estas profesiones, es Médico Cirujano graduado de la Universidad Nacional Autónoma de México, con maestría en Ciencias y con especialidad en Medicina Aeroespacial, graduado del programa élite de la NASA en Wright StateUniversity, es candidato a Astronauta-Científico del proyecto polar de observación de la alta atmósfera y vuelos suborbitales (PoSSUM), es el Presidente de la Asociación Iberoamericana de Medicina Aeroespacial, Presidente del comité de seguridad aeroespacial de la “Aerospace Medical Association” de los EUA, en donde por su trayectoria también le ha sido otorgada la distinción de “Fellow”. Ha presidido y colaborado en múltiples asociaciones y empresas del ámbito aeroespacial. Hace tres años fue el líder del equipo médico en la misión análoga a Marte: Poland Mars Analogue Simulation (PMAS) 2017, también colabora con Mars Academy USA en dónde se ha desempeñado como consejero, comandante de misión, líder del equipo médico y médico de misiones análogas de Marte que realizan en condiciones extremas como desiertos y a gran altitud en los Himalayas. Además es Piloto Aviador profesional (Capitán de Boeing 737 de Aeroméxico), buzo, bombero paramédico… Y como diría la Física, Miriam Carrillo, curadora educativa de la Sala Universo de Universum, Museo de las Ciencias, “Carlos Salicrup es el hombre de los cuatro elementos”.

 

 

Fue seleccionado para realizar la rotación de medicina espacial en el Centro Espacial J.F. Kennedy en dónde colaboró con el equipo médico y de apoyo de emergencias de la NASA y en múltiples experimentos, donde posteriormente tuvo la oportunidad de continuar asistiendo con el equipo médico en los lanzamientos y aterrizajes de los transbordadores espaciales y a colaborar en los experimentos que se llevaban a cabo en el centro espacial,como sucedió para la última misión del transbordador espacial Atlantis,además es responsable de la creación del anexo de Medicina Aeroespacial y Telemedicina de las líneas de política espacial mexicana, en donde también representó a la Academia Nacional de Medicina en la Junta de Gobierno.

 

La conversación con el Doctor Carlos Salicrup fue sobre al viaje a Marte, la importancia de un médico aeroespacial, por qué invertir en el espacio cuando hay tantas necesidades en nuestro planeta, y así comenzamos… 

 

 

El viaje a Marte, –hace un par de décadas- podría haber sido el tema central de algún programa de televisión, tal vez de Los Supersónicos, StarTrek o Perdidos en el espacio, hoy es parte de una posibilidad de vida, más no se trata de enviar por enviar gente al espacio o de vivir en otro planeta, esto implica más cosas que habría que tomar en cuenta, como es el cambio de gravedad, la convivencia con las mismas personas durante un largo periodo, el oxígeno, el agua, los alimentos… Cabe recordar que si se llegara a realizar, la tripulación tendría que llegar a explorar y establecerse en un sitio donde nadie ha vivido antes, no hay hoteles, deportivos, no hay maquinaria, no hay baños y el Oxxo más cercano estará por lo menos de 4 a 6 meses de distancia.

 

 

Un Médico Aeroespacial

Partamos que “todos los ambientes extremos de la Tierra se concentran en el espacio, por eso cuando empezamos a estudiar Medicina Aeroespacial, debemos empezar desde medicina de aviación, medicina hiperbárica, medicina de la selva, polar, del desierto, subterránea, de alta montaña, investigación de accidentes, estadística, medicina preventiva, ocupacional, vamos, debemos hasta calcular la luminosidad de los focos que se requieren para trabajar, la calidad de la comida, además de tener entrenamiento para atender urgencias médicas en ambientes extremos, por mencionar algunos aspectos”.

 

Conforme avanza la plática, se aborda el tema de los medicamentos, la caducidad de los mismos, qué plantas hay que llevar, cómo conservarlas, todo se cuestiona, todo se valora, todo se contempla… Otro reto al que se enfrentarán en esta misión, será el desgaste emocional al convivir con la misma gente todo el tiempo, espacio reducido y recordemos que persona que no ejercita sus músculos se atrofia, desmineralización de huesos, y posiblemente otras partes del cuerpo, aunado a la ropa que deben traer puesta, la presión que debe tener la misma, cómo evitar las radiaciones, así como el consumo de agua, ir al baño, bañarse, soportar temperaturas extremas y renunciar por completo a las papas a la francesa o a unos taquitos al pastor… Al principio podrán tener comunicación con sus seres queridos, pero conforme la nave se aleje, la comunicación se hará más pausada, cada 15, 20, 30 minutos entre mensaje y mensaje…

 

“Siempre se ha cuestionado la inversión que se realiza para las misiones espaciales, cualquiera que éstas sean, sin embargo, los beneficios que se han obtenido y que seguirán obteniendo, serán de gran ayuda para la humanidad”.

 

 

El Dr. Salicrup, comparte un par de ejemplos de aplicaciones de tecnologías espaciales que se han desarrollado –han sido más de 700-, entre ellos está el equipo para la localización de naufragios, el desarrollo de impresoras en 3D –que pueden crear desde instrumental médico, un ventilador de pulmón hasta casas-, los GPS, celulares y muchas cosas más.

 

Creo que para muchos, esto cambia su percepción sobre las inversiones espaciales, pero además no solo se inventan y ya, los experimentos se ponen a prueba en vuelos parabólicos, aprovechando los momentos en que se llega a gravedad cero. Se tiran de 18 a 25 parábolas en un solo vuelo, en broma dice que es el avión del vómito (vomitcomet), depende del tipo de experimento que se tenga que hacer, es el tamaño del avión.

“Para pruebas de dispositivos médicos usamos en Japón un avión Mitsubishi que normalmente se designa para experimentos que tienen que ser un poco más delicados, para los que necesitamos fuerzas de gravedad y condiciones precisas. Los pilotos en este caso son retirados de la Fuerza Aérea de Japón, y el avión se llega a usar en convenio con la Agencia Espacial Japonesa”…

 

 

Desde chiquito yo veía en las noticias los trasbordadores espaciales, veía películas de ciencia ficción, StarWars, cintas donde se iba al espacio, mis juguetes eran naves espaciales, siempre veía hacia arriba, no era solo ver las estrellas, no ver el cielo como una cubierta que tiene el planeta sino como un lugar hacia donde se podía ir”.

 

Experimentos

“…Tenemos hasta dos minutos de cero gravedad antes de venir otra vez a 2 o 4G’s, eso hasta 18 veces… ¿Qué cosas se hacen? Cirugías, pruebas de anestesia, inyecciones y uno debe aprovechar esos dos minutos porque después viene la fuerza de hipergravedad…”

¿Cómo eligen a un médico para X o Y misión?

“Uno entra en una lista con características especiales. Para cada misión se piden cosas súper específicas, un ejemplo: ‘queremos un médico con tales características, que sepa de esto, pese y mida esto y que haga esto, con conocimientos sobre esto y conozca de mecánica’”.

Tocamos el tema de la alimentación, que si van veganos, vegetarianos, omnívoros, de religiones específicas que les permiten o no comer determinadas cosas: “Por el momento aún no tenemos la capacidad de llevarnos una vaca, pero lo que sí estamos haciendo en las misiones análogas en dónde estamos desarrollando los protocolos para las misiones espaciales de larga duración, es llevarnos insectos por su alto contenido nutritivo, tienen antioxidantes, proteínas… En una misión en Polonia comimos cucarachas chinas, son cucarachas de granja, no las sacamos del bote de basura, y se eligieron porque son grandecitas, panzoncitas, no tienen espinas como las que encontramos en México y son fáciles de comer.

¿A qué saben?

“Primero no nos avisaron que se iba a comer insectos, me hubiera llevado un chile piquín para prepararlos como chapulines, no me detuve en saborear, das tres masticadas para que te caminen en el esófago y deglutes: ahí no estás para saborear los elixires culinarios, sino para nutrir y que entre al cuerpo”.

Para despedirnos, enfatizó: “No hay límites, los limites se los pone uno en su propia cabeza. Siendo mexicano se puede hacer todas estas cosas, se puede participar en todo esto, el chiste es prepararse y ser persistente”.

SALUD

Núm. 300 – Noviembre 2024